Durante los más de 25 años de servicio del SR-71 “Blackbird”, desde su primer vuelo en 1964 hasta su retirada en 1999, ningún adversario derribó ni un solo avión. Los aficionados a la aviación creen incluso que el avión evadió más de 4.000 misiles. Fue el avión más rápido que surcó los cielos y ostenta el récord de mayor altitud en vuelo horizontal. También es el avión no propulsado por cohetes que alcanza mayor velocidad. Debido a su velocidad irreal, los misiles y los fuselajes enemigos nunca pudieron alcanzarlo.
SR-71 – Breve descripción del desarrollo del Blackbird
Hasta finales de la década de 1950, el U-2 de Lockheed Martin fue el principal avión de reconocimiento de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La agencia solicitó un avión espía mejorado, lo que dio lugar al proyecto Arcángel. De los 11 posibles candidatos, el “A-10” se convirtió en el favorito. En dos años se fabricó una variante con una reducción del 90% de la sección transversal del radar, bautizada como “A-12”. El A-12 voló entre 1963 y 1968 y fue el predecesor del prototipo de interceptor biplaza YF-12 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, del lanzador M-21 para el avión no tripulado D-21 y del infame SR-71 Blackbird.
El Blackbird luce un notorio armazón de titanio
El Blackbird fue diseñado para volar a más de 2.000 millas por hora con el fin de evitar el fuego antiaéreo y permanecer lo más indetectable posible a los radares. Por esta razón, la fricción con la atmósfera calentaría el fuselaje hasta un punto que podría llegar a fundir un fuselaje de diseño tradicional. Para evitar que el avión se derritiera, se utilizó titanio. Este metal de base cerámica es capaz de soportar temperaturas tan elevadas.
Además, los fuselajes se pintaron de negro para absorber y emitir parte del calor generado por volar tan rápido, lo que dio al SR-71 su apodo de “Blackbird”. Como se detalla en un reportaje de la CNN, el uso de titanio planteó varios problemas. En aquella época, la Unión Soviética era el mayor proveedor mundial de este metal, lo que obviamente supuso un obstáculo para los ingenieros del avión.
Lockheed Martin también señala que el metal resultó ser un material especialmente delicado para construir un avión. “La frágil aleación se rompía si se manipulaba mal, lo que supuso una gran frustración en la cadena de montaje de Skunk Works y nuevas clases de formación para los maquinistas de Lockheed. Pronto se supo que las herramientas convencionales de acero cadmiado rompían el titanio al contacto, por lo que se diseñaron y fabricaron nuevas herramientas de titanio”.
El Blackbird estaba propulsado por dos turborreactores Pratt & Whitney J58 bleed-bypass, capaces de producir un empuje estático de 32.500 lbf. La velocidad del Blackbird era de alrededor de Mach 3,2. Con el fin de reducir su sección transversal de radar, la forma del Blackbird se adaptó para incorporar grandes cuñas de material de atenuación de radar.
El SR-71 fue un excelente avión espía
En 1968, el Blackbird realizó su primera misión operativa sobre Vietnam. A lo largo de sus 25 años de servicio, el SR-71 proporcionó inteligencia crítica durante la Guerra del Yom Kippur de 1973, la guerra de Israel con Líbano en 1982, los ataques aéreos estadounidenses sobre Libia y las baterías de misiles Silkworm iraníes en 1987.
En la actualidad, los SR-71 restantes están repartidos por todo el país en museos. Hasta que una nueva célula pueda superar los récords de velocidad y altitud del Blackbird, el famoso avión espía mantendrá su estatus de leyenda.