Las crecientes críticas al compromiso de la administración Biden con Ucrania han empezado a aglutinarse en torno a la idea de que apoyar la lucha contra Rusia está obstaculizando una posible lucha futura contra China.
¿Sirve de algo este argumento?
Gran parte de la respuesta depende de los detalles de la futura lucha. Hay múltiples escenarios plausibles para el inicio de un conflicto entre China y Taiwán, y mucho depende de si China intenta bloquear Taiwán, apoderarse de islas en alta mar o emprender un asalto anfibio completo.
Una de las mejores herramientas para analizar las necesidades de Taiwán es el wargaming, y la comunidad de wargames se muestra indeterminada sobre el éxito de una invasión china de Taiwán.
Un reciente panel de la Asociación de Estudios Internacionales debatió varios modelos de conflicto a través del Estrecho, concluyendo que el desgaste de las fuerzas chinas y estadounidenses sería extremadamente alto, pero también sugiriendo que las fuerzas de la coalición (la República de China, Estados Unidos y otras naciones aliadas como Australia, Japón, Corea del Sur, Reino Unido, Canadá o Filipinas que decidan unirse al conflicto) tendrían buenas posibilidades de derrotar una invasión china.
Prioridades de adquisición
Mucho (de hecho, casi todo) depende del resultado de la guerra aérea sobre Taiwán. Aunque el panel no se centró en lo que necesitan los taiwaneses para mantener la lucha, quedaron claras varias prioridades de adquisición:
– Defensa contra misiles balísticos: El desgaste de los misiles chinos lanzados contra Taiwán reducirá la amenaza que soportan las bases de la Coalición en toda la región. China dispone de un número limitado de misiles para alcanzar un gran número de objetivos (y mantenerlos fuera de servicio), y el BMD local pondrá las cosas más difíciles a los planificadores chinos.
– Defensa aérea: Las armas de defensa antiaérea pueden reducir la amenaza de misiles de crucero, drones y aviones tripulados chinos sobre Formosa, aunque habrá que tener mucho cuidado con la selección de objetivos (evitando drones señuelo baratos) para maximizar la eficacia de la red de defensa antiaérea.
– Misiles antibuque: Incluso si el conflicto entre China y la Coalición deriva en un bloqueo, Taiwán necesitará misiles antibuque para derrotar o disuadir un desembarco en Formosa o en islas periféricas. La disponibilidad de misiles antibuque con base en tierra también ampliaría el radio de amenaza en torno a la isla, aflojando necesariamente el bloqueo.
– Material para reforzar los objetivos en Formosa: Los taiwaneses pueden encargarse de reforzar las bases militares en su mayor parte por sí mismos, pero Estados Unidos podría aportar tecnologías que garantizaran la conectividad de las bases reforzadas con redes de comunicaciones más amplias en todo el frente.
– Material para dispersar las bases en Formosa: Los taiwaneses también pueden asumir la responsabilidad de crear bases adicionales en Formosa, pero, al igual que en el proceso de reforzamiento, probablemente necesitarían ayuda para maximizar las capacidades de las bases pequeñas y dispersas.
– Almacenes de armas y municiones
Más allá de la propia Formosa, varios comentaristas del panel de la ISA argumentaron que la dispersión y fortificación de las bases aéreas en todo el teatro del Pacífico Occidental tendría un impacto significativo en la capacidad de la coalición aliada para mantener una ventaja en el aire.
EE. UU. ayuda a Taiwán
Esto no afecta directamente a los compromisos de EE. UU. con Ucrania (incluso si EE.UU. transfiere aviones a Ucrania en algún momento, es probable que sean modelos más antiguos), pero sin embargo representa una forma de protegerse contra las masas de misiles chinos.
Dicho esto, incluso las medidas más agresivas dejarían a Estados Unidos en una posición desastrosa, con un desgaste masivo de los aviones más avanzados de la flota estadounidense, por no hablar de la destrucción de los portaaviones de la Armada estadounidense.
La preparación es la mejor defensa
Obviamente, algunas de estas necesidades, aunque no todas, entran en conflicto con la necesidad de mantener el apoyo a Ucrania. En concreto, ambos países necesitan sistemas de defensa antiaérea y reservas de munición. Por el momento, no hay indicios de que China planee atacar Taiwán en un futuro inmediato, y existen buenas razones para creer que Taipéi y Estados Unidos dispondrán de importantes avisos antes de que se inicie un ataque. Aun así, no debemos eludir las preocupaciones sobre si el compromiso de Estados Unidos con Ucrania está restando capacidad a Washington para apoyar a Taiwán.
Por su parte, los taiwaneses parecen haberse visto lo suficientemente sorprendidos por la invasión rusa de Ucrania como para empezar a prepararse seriamente.