El F-35 Lightning II está disponible en tres variantes: F-35A, F-35B y F-35C. La variante F-35B es la más adecuada para despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL), diseñada especialmente para operar en portaaviones más pequeños y buques de asalto anfibios. De momento, solo cuatro países están comprando el F-35B, mientras que la mayoría de las fuerzas aéreas han optado por el F-35A basado en tierra. El F-35C, por su parte, es adquirido principalmente por la Armada de los EE. UU.
El Cuerpo de Marines de EE. UU. es el mayor comprador de la variante F-35B, con un total de 353 unidades adquiridas. Estos aviones alcanzaron su capacidad operativa inicial en julio de 2015. Los Marines operan sus F-35B en diversos portaaviones, como el USS Wasp (LHD-1), USS Essex (LHD-2), USS America (LHA-6) y USS Makin Island (LHD-8), y se planea la adquisición de más buques de asalto anfibio. Esto convierte al Cuerpo de Marines en el segundo mayor operador de F-35, después de la Fuerza Aérea de EE. UU. que planea adquirir 1.763 F-35A.
Como parte de sus planes de modernización, los Marines están actualizando sus buques de asalto anfibio para poder operar el F-35B, al igual que la Armada moderniza sus portaaviones para operar el F-35C. Estos buques desempeñan un papel crucial en la proyección de poder de EE. UU. y en las operaciones anfibias. Actualmente, la flota de EE. UU. consta de 9 buques de asalto anfibio, aunque el número planeado es de 10.
En el año fiscal 2025, tanto la Armada como los Marines planean adquirir 76 nuevos F-35B, aunque también se retirarán 123 aeronaves, siempre y cuando Washington apruebe estas medidas.
Reino Unido y sus planes con el F-35B
El Reino Unido es uno de los socios internacionales más importantes del programa F-35, con un compromiso de compra de entre 74 y 138 unidades del F-35B. Su capacidad operativa inicial comenzó en 2018 con la Real Fuerza Aérea y la Marina Real operando conjuntamente esta variante. Los portaaviones británicos, como el HMS Príncipe de Gales y el HMS Queen Elizabeth, son los principales buques en los que se desplegarán estos aviones.
El Reino Unido es responsable de la producción de alrededor del 15% de los componentes del F-35, incluyendo el sistema LiftFan que es esencial para el F-35B. A pesar de que originalmente se planificaba la adquisición de 150 unidades, la cifra final se redujo a 138, con 74 unidades ya comprometidas para su compra. Inicialmente, los británicos consideraron adaptar sus portaaviones para operar el F-35C, pero optaron por no hacerlo debido a consideraciones económicas.
La Real Fuerza Aérea del Reino Unido opera los F-35B junto con la Marina Real, lo que representa un desafío para la RAF, ya que preferiría el F-35A debido a sus mayores capacidades. Sin embargo, la cooperación entre ambas ramas está permitiendo la optimización de recursos y la operación conjunta de los aviones. Por otro lado, Italia y Japón han decidido adquirir tanto el F-35A como el F-35B para sus respectivas fuerzas aéreas y navales.
Además, la RAF podría estar evaluando la posibilidad de aumentar la compra de F-35B, lo que implicaría una sustitución de parte de sus aviones Eurofighter Typhoon, en un esfuerzo por modernizar sus capacidades de combate.
Italia y su adquisición de F-35B para la Marina
Italia está en proceso de adquirir 30 unidades del F-35B para su Marina Militare, lo que complementará los 60 F-35A que ya se han destinado a su fuerza aérea. La Marina Militare está reemplazando gradualmente sus viejos AV-8B Harrier II con los nuevos F-35B, los cuales tienen una mayor versatilidad y capacidad operativa. Los F-35B italianos están siendo producidos bajo licencia en Italia, lo que representa una ventaja estratégica para el país.
Los F-35B italianos operarán desde los portaaviones Cavour y Trieste. El Cavour tiene un tonelaje de 27.100 toneladas, mientras que el Trieste, que actualmente se encuentra en pruebas, alcanza las 38.000 toneladas. A diferencia de los portaaviones británicos, que se diseñaron con proyección de poder global, los portaaviones italianos están destinados principalmente a operaciones en el mar Mediterráneo.
Italia ha logrado alcanzar la capacidad operativa inicial para sus F-35B en agosto de 2024, marcando un hito en su programa de modernización naval. En cuanto a otros países europeos, España podría optar por una pequeña cantidad de F-35B en el futuro para reemplazar sus viejos Harrier, aunque aún no se ha confirmado dicha compra.
La era del Harrier está llegando a su fin a medida que los marines de EE. UU. y los italianos se preparan para retirar sus flotas de estos aviones. Los F-35B de Italia y de otros países como EE. UU. y Reino Unido continuarán operando hasta 2030, marcando el fin de una era para los aviones de combate verticales.
Japón y su adquisición de F-35B
La Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón está en proceso de adquirir entre 22 y 42 F-35B, lo que complementa los 105 F-35A que ya se han adquirido. Japón opera dos portahelicópteros de la clase Hyūga y dos portaaviones ligeros de la clase Izumo. Actualmente, estos portaaviones están siendo modernizados para operar el F-35B, lo que permitirá a Japón mejorar su capacidad de defensa aérea y naval.
Como parte de las pruebas de los portaaviones Izumo, los marines estadounidenses realizaron recientemente un aterrizaje de prueba de un F-35B en el JS Kaga, frente a la costa de California. Japón, que tiene una ley que le impide operar portaaviones, clasifica estos barcos como destructores, aunque sus capacidades son similares a las de los portaaviones.
Los F-35B de Japón se ensamblan en la planta de Lockheed Martin en Fort Worth, Texas, mientras que los F-35A son producidos localmente en Japón. Este esfuerzo subraya la creciente importancia de Japón en el programa F-35 y su compromiso con la modernización de sus fuerzas armadas.
A pesar de sus limitaciones legales, Japón está desempeñando un papel clave en la expansión global del F-35B, que promete revolucionar sus capacidades de defensa aérea y marítima en los próximos años.