El análisis minucioso de los cazas de quinta generación Su-57 y F-35 revela una contienda altamente técnica y sofisticada en términos de ventajas y desventajas.
La importancia del sigilo en la tecnología de cazas
El papel primordial del sigilo en estos cazas no puede ser menospreciado, ya que proporciona una ventaja estratégica tanto al F-35 de Estados Unidos como al Su-57 de Rusia. La conversación respecto a la capacidad del F-35 para detectar y seguir al Su-57, a pesar del alcance superior de este último, ha captado bastante atención.
El F-35 tiene una tecnología más desarrollada, incluyendo su AN/APG-81, que puede detectar al Su-57, incluso con su limitada eficacia frente a aviones de baja sección transversal. Esto, según los expertos, es válido solo si el Su-57 no emplea sus tecnologías de sigilo.
La característica de sigilo de estos aviones no se limita a su revestimiento antirradar, sino que forma parte de un conjunto más amplio de sistemas tecnológicos, donde los sensores son igual de cruciales.
El papel del radar N036 Byelka y AN/APG-81
El radar N036 Byelka del Su-57, el primer radar AESA producido en serie en Rusia, es un componente excelente con un alcance superior al del AN/APG-81. Es capaz de rastrear más objetivos, tanto aéreos como terrestres, y simultáneamente.
Ambos radares pueden escanear rápidamente zonas extensas gracias a sus capacidades de barrido electrónico y haz de detección. Sin embargo, aún no hay pruebas de que el N036 Byelka pueda detectar cazas sigilosos en el aire.
Su-57 y su complejo sistema de sensores
El Su-57 posee una combinación de sensores dentro de su tecnología furtiva que podría representar una amenaza para el F-35. A diferencia del N036 Byelka, este conjunto de sensores pasivos parece tener una capacidad más efectiva para detectar y rastrear al F-35.
Los detalles de cómo estos sensores podrían superar la tecnología de sigilo del F-35 no están claros, y requerirán más investigación y pruebas. Lo que está claro es que estas tecnologías avanzadas plantean un reto considerable en el teatro de la guerra aérea moderna.
La tecnología de sensores pasivos del Su-57 y su impacto en el campo de batalla
Una característica definitoria del Su-57 es su colección de sensores pasivos, los cuales se presentan como una herramienta más eficaz contra el F-35 que el propio radar AESA del avión ruso. Esto se debe a que su funcionamiento, a diferencia de los radares activos, no emite señales, dificultando su detección por parte de las defensas enemigas.
Esta ventaja de sigilo permite al Su-57 aproximarse a objetivos enemigos y lanzar ataques sin ser detectado, lo que lo convierte en una amenaza considerable para sus adversarios, incluso para aquellos equipados con tecnología de punta.
Como ya mencionamos anteriormente, a una distancia adecuada y sin utilizar las características sigilosas del Su-57, el F-35 tiene la capacidad de interceptar y rastrear al caza ruso. No obstante, la presencia de este sistema de sensores pasivos compensa esta vulnerabilidad y cambia significativamente la dinámica de enfrentamiento.
Los componentes de la suite de sensores pasivos del Su-57
El conjunto de sensores pasivos del Su-57 es una amalgama de diversos dispositivos, que incluyen sensores infrarrojos, de radiofrecuencia y electroópticos. Estos se diseñaron para operar en conjunto y proporcionar al piloto una visión integral del terreno de batalla, facilitando la identificación y rastreo de aviones enemigos, vehículos terrestres y otros objetivos potenciales.
El funcionamiento de estos sensores pasivos radica en la detección de radiación electromagnética emitida por otras fuentes. Ejemplos de estas son las emisiones de radio y televisión, las señales de telefonía móvil, e incluso el calor generado por los motores de las aeronaves. De este modo, el sistema de sensores no busca directamente los haces de radar principales, sino actividades secundarias difíciles de esconder bajo la sombra de la tecnología furtiva.
Además de estas funcionalidades, el paquete de sensores pasivos del Su-57 cuenta con capacidades avanzadas de procesamiento. Esto permite que el avión analice e interprete de manera rápida los datos recogidos, permitiendo al piloto tomar decisiones informadas sobre cómo atacar a los objetivos enemigos y eludir posibles amenazas.
Cómo los sensores pasivos del Su-57 cambian el paradigma del combate aéreo
El uso de sensores pasivos por parte del Su-57 representa una evolución en la estrategia de combate aéreo, un cambio que tiene un impacto directo en sus enfrentamientos con aviones como el F-35. Al no depender de emisiones de radar para localizar a sus objetivos, el Su-57 puede operar con un grado de sigilo que no está al alcance de sus competidores, lo que puede traducirse en una ventaja crítica en el campo de batalla.
Este cambio en la dinámica del combate aéreo podría llevar a un replanteamiento de las estrategias defensivas y ofensivas por parte de las fuerzas armadas que operan aviones como el F-35. Esta evolución de la tecnología y la táctica es solo un ejemplo de cómo la continua carrera armamentística puede alterar el panorama militar global.
Los motores del Su-57: Una superioridad mecánica
Una de las ventajas más sobresalientes del Su-57 radica en sus potentes motores. Se beneficia de la potencia de dos turbofanes Saturn AL-41F1 de postcombustión, cada uno de los cuales proporciona un empuje máximo de 32.500 libras.
Esta disposición mecánica otorga al Su-57 una considerable superioridad en términos de velocidad y maniobrabilidad sobre su competidor, el F-35, el cual depende de un solo motor Pratt & Whitney F135 con un empuje máximo de 43.000 libras.
Además, los motores del Su-57 presentan una relación empuje-peso mayor, lo que se traduce en una aceleración más rápida y la capacidad de alcanzar altitudes más elevadas en comparación con el F-35.
Capacidades armamentísticas del Su-57: mayor alcance y versatilidad
El Su-57 muestra una superioridad en términos de capacidad armamentística. Su arsenal incluye una variedad más amplia de armas, abarcando misiles aire-aire, misiles aire-superficie y bombas, en contraposición al F-35.
Un ejemplo ilustrativo es la capacidad del Su-57 de portar el misil aire-aire R-37M, el cual posee un alcance de hasta 400 km y puede alcanzar objetivos a una altitud de hasta 30 km. En contraste, el F-35 puede cargar solamente el misil aire-aire AIM-120, con un alcance limitado a 160 km.
Por tanto, las armas del Su-57 no solo son más variadas, sino también tecnológicamente más avanzadas que las del F-35.
Sistemas de guerra electrónica del Su-57: Interferencia y protección
Otra ventaja del Su-57 se encuentra en su sofisticado sistema de guerra electrónica [EW]. Este sistema incluye una cápsula de interferencia capaz de perturbar radares y sistemas de comunicación enemigos, proporcionándole una gran ventaja en el campo de batalla.
Adicionalmente, el Su-57 dispone de un sistema de señuelo remolcado que puede desviar los misiles enemigos, aumentando de esta manera su supervivencia en el campo de batalla.
Por su parte, el F-35 cuenta con un sistema EW avanzado, sin embargo, no alcanza el mismo nivel de capacidad que el del Su-57.