El Lockheed Martin F-35 Lightning II es frecuentemente descrito como el caza más avanzado en servicio actualmente, aunque un ente fiscalizador gubernamental ha señalado que su coste es superior al proyectado y su utilización es inferior a la esperada.
Desafíos financieros y operativos del F-35
De acuerdo con un informe reciente de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) dirigido a los congresistas, se estima que el costo total de vida del F-35 Strike Fighter superará los 2 billones de dólares, un incremento notable frente a los 1,7 billones reportados en septiembre pasado.
Este total incluye cerca de 1,6 billones de dólares en gastos de mantenimiento, lo cual representa un aumento del 44% en comparación con los 1,1 billones estimados en 2018. Actualmente, el costo de adquisición del avión se estima en unos 442.000 millones de dólares.
El incremento en los costos se atribuye parcialmente al aumento de la inflación y a los planes del ejército estadounidense de extender su período de servicio más allá de lo inicialmente planeado.
Ahora se espera que este avión de combate de quinta generación, dotado de capacidad furtiva, permanezca activo hasta el año 2088, extendiendo su servicio 11 años más de lo previsto por los servicios militares de EE. UU. Sin embargo, los intentos del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) por controlar los costes del programa han sido catalogados como insuficientes.
Actualmente, el DoD opera y mantiene alrededor de 630 aviones F-35 en tres variantes distintas, con planes de adquirir aproximadamente 2.500 unidades para mediados de la década de 2040.
Reducción de horas de vuelo del F-35
La GAO también señaló que el F-35 ha registrado menos horas de vuelo de las previstas inicialmente. En 2020, la Oficina del Programa Conjunto (JPO) del F-35 había proyectado que la flota del Lightning II acumularía más de 382,000 horas de vuelo anuales para mediados de la década de 2030. Sin embargo, esta proyección se ha ajustado a poco más de 300,000 horas por año.
En una reciente intervención en el podcast “Watchdog Report” de la GAO, Diana Maurer, directora de capacidades y gestión de defensa, comentó: “[La Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines de EE. UU. están] intentando equilibrar algunas fuerzas bastante poderosas. Por un lado, el F-35 posee capacidades realmente vanguardistas. Es un avión sigiloso. Los pilotos nos han indicado cómo pueden detectar a adversarios potenciales antes de ser vistos, otorgándoles una ventaja táctica considerable. Además, el sistema tiene la capacidad de recolectar y distribuir una vasta cantidad de información a otras aeronaves y sistemas, funcionando como un verdadero multiplicador de fuerza. A pesar de estas ventajas, el costo de vuelo y operación sigue siendo un desafío significativo”.
Estrategias para mitigar las brechas de asequibilidad del F-35
Maurer destacó que un estudio de la GAO de hace tres años reveló que los tres servicios que operan el F-35 enfrentaban “gigantescas brechas de asequibilidad”, al comparar el costo de operación del avión con el presupuesto disponible.
“Esto representaba miles de millones de dólares anuales”, añadió Maurer. “Una estrategia para mitigar estas brechas ha sido reducir la frecuencia de vuelo, medida que ya ha sido implementada”.
La decisión de operar el avión con menos frecuencia ha surgido como la opción predominante entre los servicios militares. Maurer explicó: “Para cerrar la brecha de asequibilidad entre el costo de operación y lo que se está dispuesto a gastar, existen tres posibles soluciones. La primera es reducir el costo de vuelo.
La segunda, disminuir la frecuencia de vuelo. Y la tercera, incrementar el presupuesto disponible. Hasta ahora, no se ha logrado reducir significativamente el costo total de operación del sistema. A pesar de numerosas iniciativas y esfuerzos significativos, la reducción en las horas de vuelo ha sido la medida más efectiva”.
Desafíos en la disponibilidad del F-35
El reporte de la GAO también señala preocupaciones críticas acerca de la capacidad del F-35 para incrementar sus horas de vuelo, incluso si hubiera fondos disponibles para ello. Se ha observado una notable disminución en la disponibilidad del Lightning II en los últimos cinco años, y ninguna de sus variantes alcanza los objetivos de disponibilidad establecidos (esto es, el porcentaje de tiempo en que la aeronave está apta para realizar misiones asignadas).
Varios factores contribuyen a la reducción de la preparación operativa del F-35, entre ellos, una excesiva dependencia de contratistas externos, deficiencias en la formación, insuficiencia de datos técnicos, escasez de repuestos y falta de equipos de soporte necesarios. La Oficina del Programa Conjunto (JPO) ha tomado medidas para abordar estos problemas, incluidos los costos.
Russ Goemaere, portavoz de JPO, mencionó: “[JPO] ha continuado reduciendo los costos de mantenimiento a través de la expansión y maduración del Enterprise F-35, incluyendo las acciones del Gerente de Soporte de Productos de JPO para disminuir los costos de los contratos; una mejor alineación entre los requisitos y los presupuestos de los servicios de EE. UU.; y una iniciativa activa de reducción de costos”, según declaraciones recogidas por Defense One.