Japón pretende asignar su primera subvención para la cooperación en materia de seguridad a Filipinas en el marco de un nuevo programa destinado a mejorar las capacidades defensivas de los aliados regionales, informó Asia Nikkei.
Tokio detalló los planes para establecer el nuevo programa para impulsar las fuerzas armadas de las naciones aliadas en documentos clave de política de seguridad revisados en diciembre de 2022.
El primer país en recibir las subvenciones, que pueden incluir fondos y equipamiento, sería Filipinas. Es importante señalar que la nueva iniciativa es distinta de las subvenciones que Japón concede para el desarrollo internacional, que solo pueden utilizarse para actividades no militares.
Según el informe, la ayuda se discutirá en una reunión entre el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el 9 de febrero en Tokio.
El informe añade que se discutirán más detalles después de que el parlamento japonés apruebe el presupuesto.
Antes de partir hacia Japón el 8 de febrero, el presidente filipino Marcos pronunció un discurso en el que mostró su interés por mantener una amplia colaboración con Japón, especialmente en los frentes de la seguridad nacional y la economía.
El nuevo programa, por su parte, representa un alejamiento total de la tradicional política de Tokio de estricta autocontención en la exportación de armas y la transferencia de tecnología de defensa al extranjero.
La mayoría de la población ha considerado durante mucho tiempo el antiguo enfoque como uno de los principios fundamentales de un Japón pacifista.
El programa de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) del país, uno de los mayores del mundo, tradicionalmente sólo ha financiado iniciativas de infraestructura civil, excluyendo cualquier proyecto con implicación militar.
Esto ha creado un espacio para que China ofrezca este tipo de ayuda a través de su Iniciativa de la Franja y la Ruta a naciones del sudeste asiático y de otros lugares que necesitan infraestructuras militares modernizadas, aumentando así la influencia de Pekín.
Pero Tokio busca ahora una nueva categoría de ayuda a la seguridad para aumentar sus opciones diplomáticas a la luz de la cada vez más compleja situación de seguridad.
El cambio coincide con un giro político más amplio de Japón, que ha experimentado un espectacular aumento del gasto en defensa y la relajación de las estrictas restricciones a la exportación de armas.
El nuevo tipo de ayuda se concederá a los ejércitos de naciones que Tokio considera amigas y cuya cooperación es esencial para la seguridad de Japón. La construcción y mantenimiento de hospitales militares o de aeropuertos y puertos marítimos conjuntos de militares y civiles son ejemplos de posibles proyectos.
Japón también pretende suministrar equipos que apoyen la seguridad y la paz basadas en la ley. Esto incluiría vehículos blindados para operaciones antiterroristas, radares y tecnologías de análisis de datos para ayudar a las naciones a vigilar sus océanos y cielos.
Cooperación Japón-Filipinas
A la luz de las asertivas acciones de China en el Mar de China Meridional y la creciente preocupación por una posible invasión china de Taiwán, el Presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., se reunirá con el Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, el 9 de febrero para explorar la posibilidad de estrechar los lazos en materia de seguridad.
El primer viaje de Marcos a Tokio se produce después de que la semana pasada firmara un acuerdo por el que se concede a Estados Unidos más acceso a las bases militares filipinas. También se produce tras una visita del presidente filipino a Pekín en diciembre de 2022, durante la cual aseguró a su homólogo chino, Xi Jinping, que Filipinas adoptaría una política exterior independiente.
Según funcionarios filipinos, los dos aliados de EE.UU. también están estudiando un posible acuerdo sobre fuerzas visitantes que simplificaría el envío de tropas japonesas a Filipinas para ejercicios militares.
El denominado Acuerdo de Acceso Recíproco (RAA) permitiría el despliegue de tropas para entrenamiento y otros fines en el territorio de la otra parte. Japón ha firmado recientemente acuerdos similares con Gran Bretaña y Australia.

No está previsto que Marcos y Fumio Kishida, el primer ministro japonés, concluyan de inmediato las conversaciones sobre el acuerdo RAA, pero se espera que acuerden medidas encaminadas a acelerar los despliegues militares para ayuda humanitaria y socorro en caso de catástrofe.
Dada su proximidad a Taiwán y las vías fluviales que la rodean, la cooperación de Filipinas sería esencial en caso de conflicto con China.
China ha construido y fortificado islas artificiales en el Mar de China Meridional para reforzar sus amplias reivindicaciones en esta importante ruta marítima. Manila ha presentado protestas diplomáticas en respuesta a lo que afirma son operaciones “ilegales” de buques chinos en su zona económica exclusiva.
Por otra parte, las islas Senkaku, en el Mar de China Oriental, son un punto de discordia entre China y Japón.
Además, Japón, el principal contribuyente de ayuda oficial al desarrollo de Filipinas, patrocina allí varios proyectos ferroviarios, incluida la construcción del primer metro de Manila.
Además de las infraestructuras, Marcos declaró que durante su visita buscará colaborar en agricultura, energías renovables y transformación digital.