Ante el creciente temor de que la base industrial global no pueda satisfacer la demanda de producción de satélites, la Fuerza Espacial de Estados Unidos está colaborando con sus aliados más cercanos para desarrollar una estrategia que fortalezca la cadena de suministro espacial.
Este esfuerzo tomó forma en el otoño pasado cuando Space Systems Command, el principal brazo de adquisiciones de la Fuerza Espacial, organizó reuniones con socios internacionales y líderes del sector para abordar los desafíos de la cadena de suministro e identificar posibles áreas de cooperación.
Actualmente, este trabajo impulsa una estrategia más amplia para cerrar las brechas en la cadena de suministro y fortalecer la base industrial espacial militar. Edgar Nava, portavoz del comando, declaró a Defense News que esta estrategia podría estar lista para el año fiscal 2025.
El comando está colaborando estrechamente con Reino Unido y Canadá en la elaboración de este documento y planea asociarse con otras naciones a medida que el proyecto avanza, según indicó Nava el 8 de agosto a Defense News.
Este enfoque internacional para fortalecer las cadenas de suministro espaciales surge en un contexto de preocupación sobre la capacidad de la base industrial para responder a la creciente demanda en los mercados militares, civiles y comerciales. Un informe publicado en abril por varias agencias espaciales del gobierno estadounidense subrayó la necesidad de una mayor colaboración internacional para reforzar las cadenas de suministro de satélites, la infraestructura de lanzamiento y las comunicaciones avanzadas.
El informe destaca las preocupaciones sobre la capacidad de producción colectiva, comercial y la posibilidad de obtener la calidad y cantidad necesarias. Space Systems Command busca comprender mejor cómo los países pueden trabajar juntos, tanto a nivel gubernamental como en la industria, para fortalecer el poder adquisitivo, colaborar en requisitos comunes y reducir las vulnerabilidades en bases de suministro específicas.
Un obstáculo en este esfuerzo, según Nava, es la sobreclasificación de ciertos programas o misiones, lo que limita la cantidad de información que los gobiernos extranjeros comparten con sus aliados.
La sobreclasificación en la empresa espacial militar estadounidense ha sido un tema de alto perfil en los últimos años, con funcionarios de la Fuerza Espacial pidiendo cambios en las políticas que impiden compartir información y profundizar la cooperación con socios internacionales clave.
El Pentágono ha hecho avances en esta área, incluyendo la reciente revisión de su política de clasificación espacial, lo que reducirá las restricciones de intercambio de información para algunos de sus programas más secretos.
Desde la perspectiva de la Fuerza Espacial, la reducción de las barreras de clasificación podría tener un impacto práctico en la colaboración internacional, permitiendo que los países compartan más detalles sobre procesos y requisitos industriales, facilitando así una mejor cooperación.
Nava destacó la importancia de un enfoque más abierto en la clasificación para compartir recursos e inversiones con socios internacionales, ya que la necesidad limitada de repetibilidad de componentes dentro de la base industrial internacional puede afectar los objetivos de costo y rendimiento de los proveedores en las redes de suministro globales.
Courtney Albon, reportera de tecnología emergente y espacial en C4ISRNET, ha estado cubriendo el ejército de EE. UU. desde 2012, centrándose en la Fuerza Aérea y la Fuerza Espacial, e informando sobre los principales desafíos del Departamento de Defensa en adquisiciones, presupuestos y políticas.