Tras el debut del bombardero furtivo de ataque estadounidense B-21 en diciembre, el ejército estadounidense demostró al mundo que las tres patas de su tríada nuclear están llevando a cabo esfuerzos de modernización estratégica.
El desafío chino: el H-20 y su capacidad nuclear
China, en su intento de desbancar a Estados Unidos en poderío militar, ha emulado el impulso de modernización del ejército estadounidense. El resultado es el desarrollo del bombardero H-20, “imitación del B-2” de las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación (PLAAF), que se espera entre en servicio en esta década.
Este bombardero estratégico chino con capacidad nuclear plantea una preocupación significativa para Estados Unidos y el equilibrio global de poder.
Un competidor emergente en el ámbito furtivo
Mientras que el B-2 Spirit estadounidense sigue siendo el único bombardero furtivo operativo en la actualidad, China podría pronto presentar su propio bombardero, el H-20. Aunque el programa de bombarderos furtivos de China no fue reconocido oficialmente hasta 2016, la PLAAF ha estado trabajando en diseños iniciales desde principios de la década de 2000. Los avances chinos en tecnología y diseño furtivo son motivo de preocupación para los estrategas militares estadounidenses.
El diseño innovador del H-20 y sus implicaciones
Basándose en imágenes y vídeos difundidos en China, los analistas creen que el H-20 adoptará un diseño de ala volante similar al del B-2 Spirit estadounidense. Esta configuración ofrece ventajas cruciales para el sigilo y la eficiencia aeroestructural. La ausencia de fuselaje y cola reduce la resistencia aerodinámica y, a su vez, aumenta la sustentación. Además, este diseño es altamente efectivo para evitar la detección de radares tanto de alta como de baja frecuencia.
Implicaciones estratégicas y preocupaciones internacionales
El desarrollo del bombardero H-20 plantea una serie de cuestiones estratégicas y preocupaciones internacionales. Se estima que el alcance del H-20 podría llegar a los 8.500 kilómetros, lo que supone una amenaza potencial para las islas cercanas a China y, en última instancia, incluso para territorio estadounidense. Además, el potencial de un bombardero reabastecible y la inclusión de un radar de barrido electrónico activo (AESA) generan mayores riesgos para la seguridad de Estados Unidos.
China en busca de la paridad militar
La ambición de China por alcanzar la paridad militar con Estados Unidos es innegable. El desarrollo del bombardero H-20 es solo una muestra de los esfuerzos continuos de China por construir un “ejército de categoría mundial” para el año 2049.