La discusión sobre el envío de cazas JAS-39 Gripen a Ucrania gana tracción en Suecia, reflejando un cambio potencial en el apoyo militar europeo.
La creciente presión sueca para el soporte aéreo ucraniano
La oposición sueca intensifica sus llamados para comenzar negociaciones con Ucrania, proponiendo el envío de cazas JAS-39 Gripen en respuesta a la coyuntura actual. Esta propuesta surge en un contexto donde el apoyo de Hungría a la adhesión de Suecia a la OTAN podría catalizar una aceptación generalizada de dicha iniciativa. Paralelamente, Turquía ha manifestado su respaldo a Suecia para integrarse a la OTAN, enlazando esta postura con su reciente adquisición de cazas F-16 Block 70 y la modernización de su flota existente. Budapest, por su parte, ha optado por incrementar su arsenal de Gripen suecos, motivado por un conveniente paquete ofrecido recientemente por Suecia.
El diálogo en Suecia sobre la asistencia mediante cazas Gripen a Ucrania no es un tema de reciente aparición, pero ha cobrado relevancia paralelamente a la discusión sobre el envío de cazas F-16. La administración de centro-derecha en Suecia ha estado preparando meticulosamente la posibilidad de una intervención con estos aviones en Ucrania, siguiendo el ejemplo de naciones europeas como Noruega, Dinamarca, Bélgica, y los Países Bajos, que consideran enviar cazas Lockheed Martin F-16 a Kiev. El ministro de Defensa, Paul Jonsson, ha instruido a la cúpula militar a evaluar el impacto de distintas formas de asistencia sobre la capacidad de combate de Ucrania, considerando desde la exportación hasta la donación de Gripen.
La discusión sobre los F-16 ha posicionado el debate sobre el despliegue de los Gripen en primer plano. Según Stefan Ungert, especialista en defensa aérea de la Agencia Sueca de Investigación para la Defensa, el despliegue de los Gripen en Ucrania es una cuestión de tiempo. Expertos anticipan que la preparación para este despliegue podría extenderse hasta un año, debido a la necesidad de entrenar pilotos e ingenieros en el manejo de estos cazas. Ungert sostiene que incluso un modesto escuadrón de 10 aeronaves podría ofrecer significativas ventajas tácticas y un considerable impulso moral para Ucrania.
Comparativa técnica: Gripen versus F-16 en el contexto ucraniano
La incertidumbre en Kiev frente a la continuidad de la ayuda militar occidental se intensifica, especialmente ante el escepticismo de algunos miembros del Partido Republicano en la Cámara de Representantes de EE. UU. La posibilidad de desplegar cazas Gripen desde Estocolmo sería muy oportuna.
Los Gripen suecos ofrecen ventajas superiores en comparación con los F-16 estadounidenses, destacándose especialmente en el escenario del conflicto ucraniano. Estos cazas fueron diseñados como contrapeso a los aviones rusos Sukhoi y Migoyan, destacando por su capacidad de operar sin la necesidad de instalaciones de mantenimiento fijas y su habilidad para desplegarse en aeródromos menos desarrollados.
La ventaja táctica del Gripen reside en su capacidad para reubicarse constantemente, manteniendo a la inteligencia rusa en un estado de incertidumbre. En términos de maniobrabilidad, compite eficazmente con sus homólogos occidentales y supera a sus rivales soviéticos y rusos, estableciéndose como un activo invaluable en el conflicto actual. La eficiencia del Gripen en condiciones adversas y su adaptabilidad a diferentes tipos de terrenos lo convierten en una opción estratégicamente superior frente al F-16, que requiere pistas de aterrizaje en condiciones óptimas para operar efectivamente.
En conclusión, la propuesta de desplegar cazas Gripen en Ucrania refleja no solo un cambio significativo en la política de asistencia militar de Suecia, sino también un ajuste estratégico en el apoyo europeo a Ucrania. La capacidad del Gripen para operar en condiciones desfavorables y su diseño orientado a contrarrestar la aviación rusa lo posicionan como una elección táctica de gran valor en el teatro de operaciones ucraniano.