A medida que la guerra en Ucrania supera los 900 días, surge una pregunta clave entre expertos y analistas: ¿Dónde está el Mikoyan MiG-35 Fulcrum F ruso, el caza que supuestamente podría competir con el F-35 estadounidense? Durante este conflicto, se ha visto prácticamente toda la gama de aviones rusos, desde el Su-25 hasta el Su-57, pasando por modelos como el Su-27, Su-30, Su-34, Su-35 y MiG-29. Sin embargo, el MiG-35, anunciado por Rusia como el “asesino del F-35”, sigue sin aparecer en el campo de batalla.
Peter Suciu, un experimentado analista de defensa y experto en hardware militar estadounidense, se hace eco de esta preocupación. Según Suciu, los críticos argumentan que el MiG-35 es más un producto de marketing que un competidor real de los cazas occidentales, como el F-35. Esto ha generado dudas sobre su eficacia y su futuro en el ámbito militar. En términos directos, lo que podría presentarse como una estrategia de marketing en realidad podría ser simplemente un eufemismo para describir algo ineficaz o incluso engañoso.
A pesar de las afirmaciones sobre su radar avanzado y su rendimiento superior, el MiG-35 sigue siendo en gran medida una incógnita. Se han producido pocas unidades y su despliegue operativo ha sido limitado, concluye Suciu en su análisis. “Rusia está teniendo dificultades para encontrar compradores extranjeros y no se ha confirmado la introducción del MiG-35 en Ucrania”, señala.
En comparación con el Su-57, el MiG-35 ha enfrentado una fuerte competencia interna por parte de otros aviones rusos, especialmente los fabricados por Sukhoi. Los modelos Su-30, Su-35 y Su-57 han sido preferidos sobre el MiG-35, principalmente debido a sus capacidades superiores y los beneficios logísticos que ofrece una flota más homogénea.
Otro aspecto relevante es la falta de interés por parte de compradores internacionales. Aunque algunos analistas mencionan factores como la guerra en Ucrania o la CAATSA (Ley de Estados Unidos para Contrarrestar a los Adversarios a través de Sanciones), Suciu señala que esto no es lo más significativo. Rusia ha logrado encontrar compradores para su armamento incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, a diferencia del Su-57, que ha despertado gran interés en países como India y Vietnam, el MiG-35 no ha captado la atención, ni siquiera dentro de la propia Fuerza Aérea rusa. En resumen, no hay ningún interés en este avión.
El MiG-35 enfrenta falta de demanda y problemas técnicos en Rusia
El MiG-35 ha enfrentado dificultades significativas para asegurar pedidos importantes, tanto en el mercado nacional como en el internacional. La Fuerza Aérea rusa ha preferido otros modelos como el Su-35 y el Su-57, que ofrecen superioridad en alcance, capacidad de carga y versatilidad, dejando al MiG-35 en una posición desventajosa. Esta carencia de interés pone en riesgo la viabilidad del programa MiG-35.
El gobierno ruso está sintiendo los efectos de esta situación. Con una economía bajo presión debido a las operaciones militares en curso, como la invasión de Ucrania, el Kremlin se enfrenta a serios desafíos financieros. Estas restricciones presupuestarias han llevado a recortes en el gasto de defensa, lo que ha complicado la justificación para continuar con el desarrollo de un avión que no ha demostrado ofrecer ventajas claras sobre las opciones existentes. Como resultado, la producción de nuevas unidades del MiG-35 se ha visto considerablemente reducida.
A pesar de ser promocionado como un caza de generación “4++” con sistemas de aviónica y radar avanzados, el MiG-35 no ha logrado cumplir con las expectativas. El avión ha sufrido varios problemas técnicos, especialmente en relación con su radar y motores, lo que lo ha hecho menos competitivo frente a cazas modernos como el F-35 estadounidense. Esta brecha tecnológica, en particular en capacidades de sigilo y rendimiento del motor, ha disminuido su atractivo tanto en Rusia como en el extranjero.
No obstante, sobre el papel, el MiG-35 presenta características impresionantes, según los ingenieros y medios rusos. Oficialmente, el MiG-35 tiene una longitud de 17,3 metros, una envergadura aproximada de 12 metros y una altura de 4,73 metros. Está equipado con dos motores turbofán Klimov RD-33MK con postcombustión, cada uno capaz de generar 19.800 libras de empuje, lo que promete un rendimiento sobresaliente en términos de velocidad y agilidad.
El MiG-35: Capacidades avanzadas, pero producción limitada en Rusia
El MiG-35 está equipado con el radar Zhuk-AE de matriz activa de barrido electrónico (AESA), que permite rastrear hasta 30 objetivos de manera simultánea y atacar hasta 6 al mismo tiempo. Además, el sistema fly-by-wire del avión mejora tanto su maniobrabilidad como su estabilidad, proporcionando a los pilotos un conjunto de aviónica avanzado, que incluye una cabina de cristal con pantallas multifuncionales y una pantalla de visualización frontal (HUD) para mostrar información crítica del vuelo.
Este caza se destaca por su capacidad de detección pasiva y seguimiento de objetivos aéreos, utilizando un sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST) y una variedad de sensores integrados. Su sistema de guerra electrónica (EW) aumenta la capacidad de supervivencia al incluir receptores de advertencia de radar (RWR), sistemas de advertencia de aproximación de misiles (MAWS) y dispensadores de contramedidas.
En cuanto a su armamento, el MiG-35 es extremadamente versátil, con nueve puntos de anclaje que permiten transportar una amplia gama de armas, entre ellas misiles aire-aire, misiles aire-superficie, bombas guiadas, bombas no guiadas y cohetes. Para enfrentamientos cercanos, también puede ser equipado con un cañón GSh-30-1 de 30 mm.
El alcance operativo del MiG-35 depende del perfil de la misión y la carga útil que transporte. Con solo el combustible interno, el avión tiene un radio de combate de aproximadamente 1.000 kilómetros (620 millas). No obstante, la adición de tanques de combustible externos o el reabastecimiento en vuelo pueden ampliar significativamente este alcance, permitiendo al caza realizar misiones más largas y mantener su presencia en áreas de conflicto aéreo.
A pesar de cumplir con las expectativas en cuanto a sus capacidades técnicas, el MiG-35 enfrenta un problema significativo: la incapacidad de Moscú para producir suficientes unidades. Harrison Kass, de The National Interest, afirmó que “solo se han entregado alrededor de media docena de MiG-35 a las fuerzas rusas”. El año pasado, Sergei Korotkov, diseñador jefe de United Aircraft Corporation (UAC), informó que el MiG-35 había sido enviado a Ucrania. Sin embargo, según Defense-Blog.com, no existen pruebas sólidas que respalden esta afirmación, más allá de los reportes de los medios rusos.
Rusia continúa presumiendo de sus armas “avanzadas”, pero a menudo no proporciona evidencia concreta que lo respalde, lo que hace difícil considerar al MiG-35 como algo más que una versión modificada del MiG-29K.