MOSCÚ, RUSIA – Los cazas rusos Su-35 Flanker-E y Su-57 Felon tendrán nuevos sistemas de vuelo incorporados. Así lo afirma un comunicado de la United Aircraft Corporation [UAC] difundido en su cuenta de Telegram. Los nuevos sistemas de vuelo han sido desarrollados e implementados por la oficina de diseño de Sukhoi.
El éxito de la integración afectará a toda la flota rusa de Su-35 y Su-57. Según la UAC, los nuevos equipos de a bordo están desarrollados según el principio de la arquitectura de red abierta. “Esto abre la posibilidad de pasar a un nuevo nivel cualitativo de resolución de problemas funcionales y de intelectualización de los sistemas de aviación”, dice el comunicado.
La declaración deja claro que las generaciones actuales y anteriores del Su-35 y el Su-57 han tenido elementos de la nueva estructura del ordenador de vuelo. Pero hasta ahora no se han detallado, según la empresa. Una vez detallados, el Su-35 y el Su-57 podrán realizar diferentes tareas. Por ejemplo, decisiones automáticas en todas las fases del vuelo relacionadas con el “entorno dinámicamente cambiante”.
Con las innovaciones, los pilotos podrán utilizar las recomendaciones del sistema informático del avión. Por ejemplo, qué arma aérea emplear, tanto en misiones en solitario como participando en misiones de grupo. El nuevo equipo de a bordo recomendará al piloto qué defensas antiaéreas y defensas debe seleccionar para el avión. Otra característica mencionada por la UAC es el control automático de los modos de los sistemas de a bordo con
El apoyo intelectual consiste en emitir las recomendaciones necesarias al piloto para el uso de armas de aviación, en acciones de grupo, superación del sistema de defensa antiaérea y protección de la aeronave. También proporciona control automático de los modos de los sistemas de a bordo con “reconfiguración del complejo en caso de fallo de sus elementos individuales”.
En el ámbito de la intelectualización de los complejos aeronáuticos, pueden distinguirse tres componentes principales del proceso. En primer lugar, se trata de la introducción de nuevas funciones del complejo de equipos de a bordo. Permiten mejorar las propiedades de combate de la aeronave, reducir la carga intelectual y de información del piloto al realizar operaciones de control y gestión, y proporcionarle herramientas adicionales para informar, evaluar y predecir situaciones.
La peculiaridad de estas tareas es que deben resolverse con cierta incertidumbre de los datos de entrada que describen la situación actual [tácticos externos, de navegación y técnicos internos], en presencia de efectos aleatorios de factores ambientales externos. Un ejemplo de este tipo de tareas es el reconocimiento de objetos, que actualmente se resuelve con éxito mediante tecnologías de redes neuronales.
Además, se ha hecho posible utilizar un nuevo aparato matemático más avanzado. Antes, al tener ciertas limitaciones los recursos de las instalaciones informáticas de a bordo, se podían aplicar modelos matemáticos algo simplificados, se imponían restricciones y se introducían suposiciones. En la actualidad, los nuevos ordenadores de a bordo permiten eliminar estas limitaciones e introducir algoritmos más complejos y que requieren más recursos.
En cuanto a la inteligencia artificial [IA], sigue siendo un concepto amplio. Usamos este término con cuidado. Más a menudo utilizamos el término “tecnologías de inteligencia artificial”. Entre estas tecnologías se incluyen las tecnologías de redes neuronales, los sistemas expertos y la lógica difusa.
Hay otro problema con la instalación de IA en los aviones. El concepto de “inteligencia artificial” implica, entre otras cosas, el autoaprendizaje. Es posible hacerlo en una muestra. Pero cuando se trata de la producción en serie, se plantea la cuestión de si el nivel de autoaprendizaje de cada sistema cumple las especificaciones del cliente. Y cómo llevar a cabo la adopción de dicha tecnología.
Hasta ahora, no existen documentos normativos que regulen los sistemas de autoaprendizaje. Por lo tanto, la inteligencia artificial en su forma más pura en los aviones no es una cuestión de un futuro próximo.