A finales de 2022, el Reino Unido, Japón e Italia publicaron una declaración conjunta en la que revelaban su plan para cooperar en el desarrollo de un caza de combate de sexta generación. Se espera que el plan conjunto, denominado Programa Aéreo de Combate Global (Global Combat Air Program, GCAP), estrene un fuselaje en 2035.
Si el proyecto se desarrolla según lo previsto, el GCAP se convertirá en la mayor colaboración japonés-europea jamás emprendida en el ámbito de la aviación de combate.
Según la BBC, el Tempest de sexta generación que surja acabará sustituyendo a la flota británica de viejos cazas FGR4 Typhoon.
Al igual que el programa Next Generation Air Dominance de las Fuerzas Aéreas de EE. UU., el programa Tempest pretende ofrecer una plataforma mucho más capaz y letal que los cazas de quinta generación que surcan los cielos en la actualidad.
El origen del GCAP
Aunque la decisión final de combinar los esfuerzos italianos, japoneses y británicos para diseñar un fuselaje de sexta generación se ultimó en 2022, la plataforma para un nuevo reactor se concibió años antes.
El Ministerio de Defensa británico publicó sus prioridades de estrategia aérea en 2018, destacando el estudio de programas de sustitución del Typhoon, así como la posibilidad de colaboraciones extranjeras y el recorte de costes.
Según la Estrategia Aérea de Combate del Reino Unido, es necesario alinear “una aeronave, tripulada o no, cuya función principal sea llevar a cabo operaciones de combate aire-aire y/o aire-superficie en un entorno hostil y/o disputado, al tiempo que tenga la capacidad de realizar simultáneamente tareas de vigilancia, reconocimiento, guerra electrónica y mando y control”.
En 2021, se cerró un acuerdo por casi 350 millones de dólares entre el Reino Unido, Japón e Italia para el desarrollo del caza Tempest.
India y Suecia también podrían unirse al esfuerzo de colaboración. Aunque la británica BAE Systems es la principal contratista del caza de sexta generación, Leonardo UK, Rolls-Royce y MBDA UK también participan en el desarrollo y la producción.
Lo que sabemos de la plataforma Tempest
Se espera que los pilotos de la cabina virtual de IA piloten el avión Tempest con la ayuda de un copiloto virtual. Al parecer, los pilotos podrán personalizar cada centímetro de la cabina a su alrededor, de forma similar a las pantallas de realidad virtual del F-35 Lightning II. Además, la nueva célula volaría acompañada de una flota de aviones no tripulados, denominados wingman drones, similar al plan ruso para el caza Su-57. Estos aviones no tripulados podrían proporcionar a los Tempest una mayor autonomía de vuelo.
Estos aviones no tripulados podrían dar a los cazas Tempest un mayor alcance de sensores e incluso podrían atacar objetivos en nombre del avión.
También se espera que el Tempest cuente con una nueva tecnología de radar, incluido un sistema multifunción de radiofrecuencia diseñado para recoger y rastrear grandes cantidades de datos.
No es la única colaboración
Aunque el esfuerzo de colaboración para diseñar e implementar un caza de vanguardia pueda parecer único, ya se está trabajando en un programa similar de cazas de nueva generación. Alemania, España y Francia ya están trabajando en su Future Combat Air System.
Se espera que en 2027 se realice un vuelo de prueba de un prototipo de caza.
Si el Programa Aéreo de Combate Global quiere producir el primer caza formidable de sexta generación en los cielos, necesita acelerar el calendario de producción del Tempest.