El cuartel general de la marina rusa del Mar Negro en Sebastopol fue atacado recientemente, el 20 de agosto, por fuerzas ucranianas con un dron suicida. Un vídeo tomado a primera hora de la mañana mostraba cómo salía humo de la zona de Sebastopol donde está estacionada la flota del Mar Negro.
Poco después del ataque, se reveló que el dron fue comprado al gigante del comercio chino Alibaba por sólo 8000 dólares. Las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) ucranianas volaron el UAV que había sido modificado con una gran ojiva e hizo un impacto directo en el techo del edificio.
Justo cuando una columna de humo ascendía desde el centro de mando de la flota, el avión no tripulado de ala fija de doble cola sobrevolaba el edificio. Los funcionarios rusos restaron importancia al ataque y declararon que el dron fue derribado y que no hubo víctimas en el lugar.
Este es el segundo ataque confirmado con un dron contra el cuartel general de la Flota del Mar Negro en menos de un mes. Un avión no tripulado ha llevado a cabo al menos una vez un ataque “kamikaze” contra un objetivo ruso oculto tras las líneas enemigas.
En aquella ocasión, una refinería de la región rusa de Rostov, cercana a la frontera ucraniana, fue atacada con lo que parecía un UAV modificado y armado.
Un día después del ataque de Sebastopol, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el teniente general Igor Konashenkov, declaró que los sistemas de defensa aérea rusos habían destruido nueve drones ucranianos e interceptado un misil disparado desde los lanzacohetes múltiples Olkha.
Sin embargo, el papel de estas defensas aéreas ha quedado en entredicho tras los repetidos ataques ucranianos dentro del territorio ruso. Anteriormente, un importante ataque contra la base aérea de Saky, en Crimea, destruyó muchos aviones de combate de la marina rusa.
Además, hace unos días, Rusia afirmó haber derribado un dron en la cercana base aérea de Belbek.
Más recientemente, el 16 de agosto, una base aérea rusa y un almacén de municiones en la península controlada por Rusia ardieron en llamas.
Frente a estas ofensivas ucranianas, el patrón indica que el territorio de Crimea ocupado por Rusia, que antes estaba fuera de los límites de Ucrania, es el nuevo objetivo elegido. Y a falta de misiles de largo alcance, los ucranianos utilizan drones armados.
Armado de drones chinos para atacar a Rusia
El dron llamado “Sky Eye” empleado en el último ataque a la base de la Flota del Mar Negro rusa es significativo.
Demuestra que Ucrania está utilizando drones suicidas de fabricación local contra objetivos estratégicos, como hizo en un ataque contra un complejo petrolero en Novoshakhtinsk el pasado mes de junio, mucho más allá de la frontera del país con Rusia.
El dron empleado recientemente es un avión no tripulado de ala fija fabricado en China que puede transportar una carga sustancial a largas distancias, transformándolo en un lento misil de crucero. Estos drones comerciales, que cuestan entre 5.000 y 10.000 dólares, han sido modificados por Ucrania para que funcionen como drones kamikaze.

Irónicamente, un dron chino fue utilizado para atacar un objetivo ruso, dada la bonhomía entre Pekín y Moscú. Pekín ha respaldado silenciosamente la política muscular de Moscú en Ucrania y ha aumentado el volumen de petróleo que importa de Moscú en medio de la presión de las sanciones.
Es posible que estos aviones no tripulados armados utilicen simplemente el GPS para apuntar lo mejor posible, pero también es posible que naveguen hasta un objetivo por sí solos antes de ser “recogidos” por un operador cercano y dirigidos en su carrera de ataque final.
El fracaso de las defensas aéreas rusas en la región para protegerse del último ataque plantea nuevas preocupaciones sobre su capacidad. Los drones viajan a velocidades y altitudes muy bajas, y eliminarlos para un país como Rusia no debería haber sido una tarea muy difícil.
Los sistemas modernos de defensa aérea están diseñados para hacer frente a estas amenazas, como descubrieron Arabia Saudita y otras naciones en su detrimento. Por ejemplo, Irán y sus apoderados han atacado supuestamente instalaciones petrolíferas saudíes con drones y misiles, con repercusiones ocasionalmente catastróficas.
Ucrania ha desplegado una gran cantidad de drones armados desde los primeros días del conflicto, incluidos los drones turcos Bayraktar TB2.
Ucrania también ha recibido drones kamikaze Switchblade estadounidenses. EE.UU. también está enviando 15 drones de vigilancia ScanEagle para ayudar a los ucranianos a identificar y tomar ataques precisos de artillería y cohetes.
Los diminutos drones son maniobrables en el campo de batalla y serán cruciales en el esfuerzo previsto para recuperar Kherson en el sur.
Anteriormente, se creía que Ucrania no atacaría Crimea por la falta de armas de largo alcance además de los HIMARS y los Harpoons que tampoco pueden cubrir esa distancia. Sin embargo, estos aviones no tripulados de largo alcance pueden ser modificados para actuar como aviones no tripulados suicidas y pueden alcanzar objetivos en el interior del territorio ruso.
Además, Ucrania podría recibir pronto el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) de Estados Unidos. Este arma tiene un alcance de 300 kilómetros y puede golpear rápidamente en las profundidades de Rusia. Sin embargo, hasta que eso llegue, estos drones armados pueden causar estragos.