Publicado en YouTube por Korea Defense Blog, el vídeo de este post presenta una grabación de mayor calidad del prototipo KF-21 Boramae en fase de prueba en tierra. Está previsto que el KF-21 realice su primer vuelo este mes. Un total de 6 prototipos ejecutarán diversas pruebas de vuelo hasta que el KF-21 sea declarado operativo en 2026.
Como ya hemos explicado, los prototipos del KF-21 Boramae están siendo sometidos a diversas pruebas en tierra en las instalaciones de Korea Aerospace Industries (KAI) en Sacheon.
El Boramae (Hawk) es un avión de combate de 4,5 generaciones.
KAI dijo que se ha completado el 95 % de las pruebas en tierra previas al vuelo. Además de los 6 prototipos volables, dos modelos de prueba en tierra están siendo probados en KAI.
El KF-21 fue presentado el 9 de abril de 2021.
Según KAI, el avión está diseñado para poder volar a una velocidad máxima de Mach 1,81, con una autonomía de vuelo de 2.900 kilómetros.
Con unas dimensiones de 16,9 m x 4,7 m x 11,2 m, el KF-X es mayor que el F-16 y tiene un tamaño similar al F-18. El desarrollo del KF-21 comenzó en serio en enero de 2016 y el proceso de ensamblaje se inició en 2019 después de que se completara la Revisión Crítica de Diseño (CDR) en 2018. Se espera que el KF-21 sustituya a los cazas F-4 y F-5 de la Fuerza Aérea de la República de Corea (ROKAF) (y eventualmente incluso a los F-15K y KF-16) y que opere junto al más avanzado F-35A en el inventario de la ROKAF.
El KF-21 es un proyecto conjunto entre Corea del Sur e Indonesia, en el que Seúl posee el 80 % de las acciones y Yakarta el 20 %.
Lockheed Martin es socio oficial del programa KF-X. Cuando la ROKAF adquirió 40 cazas F-35A de LM, una de las principales cláusulas del contrato incluía la transferencia de tecnología, cuatro de las cuales se clasificaron como «tecnologías básicas» necesarias para el desarrollo del KF-21.
Las cuatro «tecnologías básicas» eran El radar de exploración electrónica activa (AESA), el inhibidor de radiofrecuencia (RF), la cápsula de puntería electro-óptica (EO-TGP) y el sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST).
Sin embargo, como el Congreso de los Estados Unidos las consideró demasiado sensibles y la transferencia de tecnología no prosperó, estas tecnologías se están desarrollando de forma autóctona.