Durante la Guerra Fría, el B-52 Stratofortress siguió siendo el caballo de batalla de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, pero ya a finales de la década de 1950 se pensó en desarrollar un bombardero que pudiera volar más alto e incluso más rápido.
Esto llevó al desarrollo del North American XB-70 Valkyrie, concebido por el Mando Aéreo Estratégico (SAC) como un bombardero de gran altitud capaz de volar a tres veces la velocidad del sonido.
Tal y como se concibió, el XB-70 Valkyrie de seis motores era capaz de recorrer miles de kilómetros a Mach 3+ mientras volaba a 70.000 pies (21.000 m), lo que debía hacerlo prácticamente inmune a los aviones interceptores.
Según lo previsto inicialmente, el XB-70A, propulsado por seis General Electric YJ93 de 30.000 libras de empuje cada uno con postcombustión, debía alcanzar una velocidad máxima de Mach 3,1 (2.056 millas por hora o 3.309 kilómetros por hora).
Volando a 35.000 pies (10.668 metros), podía alcanzar Mach 1,90 (1.254 millas por hora, o 2.018 kilómetros por hora), mientras que en su techo de servicio de 75.550 pies (23.012 metros), tenía una velocidad máxima de Mach 3,00 (1.982 millas por hora, o 3.190 kilómetros por hora).
La autonomía de combate prevista del XB-70 era de 5.502 kilómetros (3.419 millas), con un alcance máximo de 6.904 kilómetros (4.290 millas).
Sin embargo, a principios de la década de 1960, el desarrollo de misiles tierra-aire (SAM) mejorados supuso una nueva amenaza. Mientras se desarrollaba el bombardero, empezaron a entrar en servicio misiles balísticos intercontinentales (ICBM) menos costosos y dotados de armas nucleares. Como resultado, el programa del bombardero B-70 se canceló antes de que se hubiera completado o volado un solo Valkyrie.
Ese debería haber sido el final de la historia.
Plataforma de pruebas de alta velocidad
Aunque resultó no ser el bombardero que necesitaban las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, el servicio seguía viendo cierto potencial en la plataforma, en este caso para probar la aerodinámica, la propulsión y otras características de los grandes aviones supersónicos. El diseño del XB-70 Valkyrie resultó ser un banco de pruebas perfecto para la investigación del SST, que llevaban a cabo conjuntamente la NASA y las Fuerzas Aéreas. Tenía el mismo tamaño que los diseños de SST proyectados y utilizaba materiales estructurales similares, como el panal de acero inoxidable soldado y el titanio.
Sin embargo, debido a las limitaciones de financiación, sólo se construyeron dos prototipos como aviones de investigación, y sólo uno sobrevive en la actualidad.
El segundo de los dos prototipos Valkyrie fue destruido en junio de 1966, justo un año después de su fabricación, tras una colisión accidental en pleno vuelo en la que murió el copiloto, el mayor Carl Cross. Posteriormente se canceló el proyecto de un tercer Valkyrie.
Sin embargo, el primer XB-70A tuvo mucho más éxito. Completó su vuelo inaugural desde la Planta 42 de la Fuerza Aérea, en Palmdale, California, a la Base Aérea Edwards en septiembre de 1964, con el piloto jefe de Pruebas Alvin S. White y el Coronel Joseph F. Cotton, de la Fuerza Aérea de EE. UU., a los mandos.
Retirado de servicio
El avión alcanzó el vuelo Mach 3 en octubre de 1965, y el prototipo siguió volando y generando valiosos datos de prueba en el programa de investigación hasta que fue retirado tras realizar su último vuelo de investigación el 4 de febrero de 1969. Lo que hace que ese vuelo sea especialmente impresionante es que el XB-70 “Valkyrie”, de aspecto futurista, surcó los cielos apenas seis décadas después de que los hermanos Wright realizaran su primer vuelo.
El prototipo original, Valkyrie AV-1 (AF Ser. No. 62-0001) se exhibe ahora en la Galería de Investigación y Desarrollo del Museo Nacional de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos en la Base Wright-Patterson de las Fuerzas Aéreas (AFB), Dayton, Ohio.
Es uno de los aviones más grandes de la colección actual del museo y un testimonio de los esfuerzos de las Fuerzas Aéreas por ampliar los límites de la aviación.