El martes, tras los ataques con cohetes desde Gaza contra el centro y el sur de Israel, el embajador israelí ante las Naciones Unidas (ONU) Danny Danon exigió al Consejo de Seguridad de la ONU que condenara los ataques contra Israel.
“Estos ataques con cohetes de organizaciones terroristas amenazan la vida de nueve millones de civiles”, enfatizó Danon.
“En lugar de pedir a todas las partes que actúen con moderación, esperamos que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condene clara e inequívocamente a los terroristas responsables. Es hora de que la comunidad internacional se dé cuenta de que su silencio es un premio para el terrorismo”.
Danon añadió que “Israel no está interesado en la escalada, sino que contrarrestará su campaña contra el terrorismo con determinación y fuerza”.
La Jihad Islámica, la organización terrorista responsable de los ataques con cohetes, ha dicho explícitamente que no está interesada en la calma. En cambio, la organización ha prometido “golpear al enemigo sionista hasta que pida un alto el fuego”, en represalia por la eliminación selectiva de un terrorista clave de la Jihad Islámica responsable de ataques contra civiles israelíes, que estaba planeando ataques adicionales en el momento de su muerte.
El martes, la Jihad Islámica y Hamás prometieron vengar el asesinato de un comandante de la Jihad Islámica en la Franja de Gaza durante la noche, incluso cuando Israel pidió a Hamás que permaneciera fuera del conflicto.
Una declaración conjunta de dos grupos terroristas de Gaza indicó que Hamás contribuiría a cualquier respuesta a la muerte de Baha abu al-Atta.
“Israel tiene toda la responsabilidad por el atroz crimen y no quedará sin respuesta”, dijeron los grupos.
Israel ha instado a Hamás a que se abstenga de unirse a la Jihad Islámica en el lanzamiento de cohetes contra su población civil tras el asesinato selectivo de Baha Abu al-Atta por las FDI.
Una fuente israelí dijo que Israel transmitió el claro mensaje a través de Egipto y del enviado de la ONU Nikolai Mladenov.