La población israelí de más de 75 años aumentará un 48% de aquí a 2030, lo que creará una necesidad urgente de reforzar el sistema sanitario, según un nuevo estudio.
En los próximos siete años, este grupo de edad pasará de 500.000 a 740.000 personas, según los modelos. Las cifras proceden de un estudio del Instituto Myers-JDC-Brookdale, una organización de investigación con sede en Jerusalén.
“Los hijos de la generación del baby boom, los nacidos poco después de la Segunda Guerra Mundial, están llegando a la vejez, y es una tendencia demográfica a la que debemos prestar atención”, declaró a The Times of Israel Yitschak Shnoor, investigador del estudio.
Afirmó que los retos para el sistema sanitario son importantes, ya que los ancianos requieren un nivel de atención médica desproporcionadamente alto.
El estudio, publicado sólo en hebreo, incluye un análisis estadístico de las necesidades hospitalarias. Para esta parte de la investigación, Shnoor estudió la franja de edad de más de 65 años y descubrió que representa el 63% de las hospitalizaciones en salas internas, el 59,6% en salas de cuidados intensivos COVID, el 58,6% en salas pulmonares y el 49,4% en salas COVID-19.
Estas estadísticas indican el aumento de la carga que tendrá que soportar el sistema sanitario, dijo Schnoor, comentando: “Habrá más tensión en el sistema, pero no estamos viendo los aumentos necesarios en la infraestructura, el número de médicos y la oferta de camas de hospital”.
“Tenemos que contratar más médicos, y tenemos que trabajar en ello ahora; ya es tarde”.
Las preocupaciones de Schnoor encuentran eco en muchos expertos ajenos a su estudio. El profesor Gabi Bin-Nun, economista de la salud que fue uno de los artífices de la Ley Nacional de Seguros de Israel, declaró a The Times of Israel: “Durante muchos años se consideró que Israel era un país muy joven y la población de ancianos era mucho menor que en otros países de la OCDE, pero esto está cambiando.
“Se espera un aumento espectacular de los ancianos de aquí a 2030 y ello repercutirá en los sistemas sanitarios de muchas maneras, incluidos los servicios en los hospitales, en la comunidad, etc.”.
Bin-Nun, profesor de la Universidad Ben Gurion que trabajó durante 30 años en el Ministerio de Sanidad, incluso como subdirector general de Economía de la Salud y Seguros Sanitarios, dijo que le preocupa la situación actual, incluso antes del importante crecimiento previsto de la población anciana.
“Desgraciadamente, el servicio de salud en Israel ahora mismo, antes de este cambio previsto, está en un estado de necesidad y estrés”, dijo. “Así que creo que en el futuro será mucho más difícil satisfacer las necesidades de la población.
“Necesitamos más camas de hospital, más médicos y enfermeras, y más equipos para tratar a la población. En realidad, no se trata sólo de las necesidades del sistema sanitario: los demás servicios sociales también tendrán que cambiar y adaptarse”.