Un estudio descubrió que el 42% de las encuestadas declararon tener un sangrado más abundante de lo habitual durante sus ciclos menstruales después de haber sido inoculadas con la vacuna COVID-19.
En este estudio, publicado en la revista científica Science Advances, los investigadores encuestaron a casi 40.000 mujeres que habían recibido la vacuna COVID y descubrieron que el 42% declaraba tener un sangrado más abundante de lo habitual durante los tres primeros meses después de ser vacunadas.
Si bien el 44% de las encuestadas no informó de ningún cambio, también se registraron cambios entre las mujeres que no menstrúan: el 71% de las personas que toman anticonceptivos reversibles de acción prolongada, el 39% de las que toman hormonas de afirmación del género y el 66% de las mujeres posmenopáusicas informaron de sangrados intermitentes.
Además, el 14,3% de las encuestadas observó una mezcla de ausencia de cambios o flujo más ligero, informan los investigadores.
Actividad menstrual y vacunas
La vacuna COVID no es la primera que provoca ciclos menstruales irregulares en las personas inoculadas: un estudio de 1913 citado en la investigación descubrió que la vacuna contra la fiebre tifoidea estaba asociada a irregularidades menstruales, como menstruaciones irregulares, molestias y sangrados abundantes en más de la mitad de la muestra femenina estudiada. Las vacunas contra la hepatitis B y el VPH (virus del papiloma humano) también provocaron ciclos menstruales irregulares.
“Sospechamos que, para la mayoría de las personas, los cambios asociados a la vacunación contra la COVID-19 son de corta duración, y animamos a cualquiera que esté preocupado a ponerse en contacto con su médico para recibir más atención”, dijo uno de los investigadores. “Queremos reiterar que vacunarse es una de las mejores formas de prevenir que se enferme mucho de COVID, y sabemos que tener COVID en sí mismo puede conducir no sólo a cambios en los períodos sino también a la hospitalización, a una COVID de larga duración y a la muerte”.