Israel llevó a cabo el sábado por la mañana un inusual ataque aéreo a la luz del día en la costa del sur de Siria, según informó la emisora estatal siria SANA, en el que resultaron heridas dos personas.
Las Fuerzas de Defensa de Israel no hicieron ningún comentario, en línea con su política de no comentar generalmente los ataques aéreos en el país.
Citando una fuente militar, SANA dijo que los misiles fueron lanzados por aviones de combate israelíes sobre el mar Mediterráneo, al oeste de la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, contra la ciudad siria de al-Hamidiyah, al sur de Tartus.
Según SANA, las “granjas avícolas” fueron el objetivo del ataque aéreo, y dos civiles resultaron heridos. Su estado no estaba claro de inmediato. También se produjeron daños en el lugar.
Siria suele afirmar que los objetivos de los ataques israelíes no son militares.
Israel ha llevado a cabo cientos de ataques contra objetivos en Siria a lo largo de los años, pero rara vez reconoce o discute estas operaciones. Afirma que sus objetivos son las bases de las milicias aliadas de Irán, como el grupo terrorista libanés Hezbolá, que tiene combatientes desplegados en Siria, así como los envíos de armas que se cree que van dirigidos a varios apoderados.
Mientras que los presuntos ataques israelíes en Siria suelen tener lugar al amparo de la oscuridad, el ataque del sábado se llevó a cabo supuestamente sobre las 6:30 de la mañana mientras salía el sol, según SANA.
Los ataques israelíes han continuado en el espacio aéreo sirio, controlado en gran medida por Rusia, incluso cuando los lazos con Moscú se han deteriorado en los últimos meses. Israel se ha encontrado en desacuerdo con Rusia, ya que ha apoyado cada vez más a Ucrania al tiempo que trataba de mantener la libertad de movimiento en los cielos de Siria.
El ataque del sábado fue el primero atribuido a Israel bajo el mandato del primer ministro Yair Lapid, que asumió el cargo el viernes por la mañana.
El último ataque en Siria atribuido a Israel fue el 10 de junio, cuando el aeropuerto internacional de Damasco fue blanco de un gran ataque y se vio obligado a cerrar durante dos semanas, tras las acusaciones de Israel de que Irán había estado contrabandeando armamento al grupo terrorista libanés Hezbolá, a través de vuelos civiles a Siria.