El pasado lunes 24 de julio, la Asociación Americana de Antropología (AAA) adoptó una resolución de boicot hacia las instituciones académicas israelíes, tras una votación de 2.016 contra 835 votos entre sus miembros.
Contradicciones en la resolución de la AAA
Esta decisión de la AAA despierta varias ironías y contradicciones. En primer lugar, se argumentó que el boicot es parte de un “profundo compromiso con la libertad académica y el debate abierto”, a pesar de que el boicot en sí mismo es una barrera a estos valores fundamentales. Esto se debe a que el boicot dificulta la cooperación efectiva entre académicos, estudiantes y profesores con sus homólogos en las instituciones objeto del boicot.
Por otra parte, el campo de la Antropología, caracterizado por buscar la comprensión de diferentes sociedades, culturas y experiencias, se encuentra ahora aislado de las perspectivas y experiencias de los antropólogos israelíes. De esta manera, los miembros de la AAA pueden tener dificultades para entender mejor la sociedad israelí, dada la ausencia de colaboración con sus instituciones.
Desafortunadamente, la resolución puede tener un impacto negativo en los estudiantes de posgrado y los profesores noveles. Las oportunidades de participar en programas de estudios en el extranjero, proyectos de investigación, conferencias académicas, simposios, talleres, exposiciones en museos y proyectos arqueológicos, ahora se ven amenazadas.
La resolución y su impacto en Israel y Estados Unidos
En tercer lugar, la resolución se centra únicamente en Israel, omitiendo las acciones realizadas por otros países. Esta postura acusa a la academia israelí de ser cómplice de acciones contra los palestinos, aunque muchos académicos israelíes han sido críticos con las políticas de su gobierno y han trabajado arduamente para promover la coexistencia árabe-judía.
Es importante mencionar que esta resolución probablemente no cambiará las políticas del gobierno israelí, pero sí podría tener un impacto negativo en los profesores y estudiantes judíos y sionistas en Estados Unidos. Al respaldar una de las principales tácticas utilizadas por el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), la AAA puede hacer que los académicos judíos y sionistas se alejen de sus campos de estudio y que los estudiantes se sientan desalentados para estudiar antropología.
Implicaciones de la resolución de boicot
Aunque aún están por verse todas las implicaciones prácticas de la aplicación de la resolución, la AAA ya ha autorizado una serie de medidas que pueden perjudicar a académicos y estudiantes, tanto en Israel como en otros países. Entre ellas, se incluye la prohibición a las instituciones académicas israelíes de figurar en los materiales publicados por la AAA, anunciarse en sus revistas, utilizar las instalaciones de conferencias de la AAA para entrevistas de trabajo, y participar en sus programas y eventos.
La AAA ha sufrido un daño potencialmente irreparable a su reputación como institución académica debido a las acciones de un pequeño grupo de ideólogos. Si el boicot se lleva a cabo, la AAA se transformaría de una asociación académica comprometida con la investigación abierta a un grupo de defensa que impone ortodoxias políticas e ideológicas.
Alternativas para los antropólogos en pro de la libertad académica
Los antropólogos que deseen tomar una postura en pro de la libertad académica y contra el doble rasero tienen varias opciones. Podrían ponerse en contacto con los administradores superiores de sus campus para asegurar la cooperación con instituciones israelíes. Asimismo, podrían realizar presentaciones sobre Israel contemporáneo, la identidad judía y el antisemitismo en conferencias, ofreciendo nuevas perspectivas a los miembros de la AAA.
Además, pueden incentivar a sus campus a desafiliarse de la AAA y a renunciar como miembros, mientras persista la política de boicot a las instituciones israelíes. Por desgracia, la aprobación del boicot en la AAA podría servir de inspiración para que otros grupos inicien campañas similares.