Cuando tenía 13 años, Ahmed Saba entró en el centro Moona, una iniciativa sociotecnológica en el parque alto de Majd al-Krum, en Galilea, y simplemente pidió aprender. Seis años después, como estudiante de 19 años en el prestigioso Technion – Instituto de Tecnología de Israel, Saba ha construido un prototipo del respirador estándar más barato del mundo.
Ahmed se asoció con un médico de su barrio, que trabaja en el Centro Médico Rambam de Haifa, y le pidió ayuda para entender mejor la función de los respiradores. Utilizando impresiones en 3D, Saba pudo crear componentes para un respirador estándar. El sueño de Saba es colaborar con los países africanos y en vías de desarrollo para luchar contra la pandemia de coronavirus y las enfermedades respiratorias, creando y ensamblando respiradores con tecnología de impresión 3D, y salvar la vida de cientos de miles de personas que, de otro modo, no tienen acceso al tratamiento médico disponible en los países desarrollados.
Saba explicó a Israel Hayom que tuvo la idea y la inspiración para su respirador de bajo coste tras el estallido de la pandemia en todo el mundo y en Israel, cuando surgió la necesidad urgente de contar con estas máquinas que salvan vidas.
“Hubo una inmensa presión de los países de todo el mundo, que necesitaban respiradores”, dijo. “Los países con dinero pudieron comprarlos, pero a muchos países del Tercer Mundo no les fue posible adquirirlos, y la gente simplemente murió. No acepté como predestinación que la gente tuviera que morir porque no hay suficientes respiradores”.
Moona es una organización sin ánimo de lucro fundada por el antiguo piloto de la Fuerza Aérea israelí Assaf Brimer. La asociación trabaja principalmente en comunidades árabes, como Kfar Qassem, Kuseife, Rahat y Majd al-Krum, y se esfuerza por hacer más accesible la industria de la alta tecnología a los niños, jóvenes y adolescentes del sector árabe. Los jóvenes estudiantes adquieren experiencia y pericia trabajando con los sofisticados equipos que proporciona Moona, que cuestan millones de dólares, lo que les prepara para incorporarse a las mayores empresas de alta tecnología del mercado con experiencia consolidada.
En declaraciones a Israel Hayom, Brimmer dijo: “Ahmed Saba forma parte de un equipo de jóvenes que quieren avanzar en el campo de la alta tecnología y la tecnología. Su avance en la fabricación del prototipo de respirador podría salvar muchas vidas en todo el mundo”.