La NASA ha lanzado el martes su nuevo orbitador llamado Experimento de Navegación y Operaciones Tecnológicas del Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar (CAPSTONE) en una misión muy esperada que ayudará a preparar el futuro de los viajes espaciales y las misiones lunares.
El satélite es un paso importante para probar una órbita planificada que, con suerte, podrá albergar el puesto avanzado Gateway de la NASA, una parte vital del eventual regreso a la Luna en la misión Artemis. Cislunar significa la región que se encuentra fuera de la atmósfera terrestre hasta justo después de la órbita de la Luna.
Además, CAPSTONE también probará importantes e innovadoras tecnologías de navegación espacial, que ayudarán a las naves espaciales a determinar su propia ubicación en una especie de GPS cósmico.
Misión a la Luna
La misión CAPSTONE es un gran negocio, pero se llevará a cabo con un satélite relativamente pequeño conocido como CubeSat, que tiene el tamaño de un horno microondas medio y pesa algo menos de 25 kilogramos.
Pero tiene un gran trabajo que hacer.
Fue lanzado a bordo del cohete Electron de Rocket Lab desde su Complejo de Lanzamiento 1 en Mahia (Nueva Zelanda). Dentro de unos seis días, el satélite será lanzado al espacio por sí mismo y comenzará su viaje de cuatro meses previsto a la Luna.
Después, comenzará su verdadera misión: Probar la órbita halo casi rectilínea.
La NRHO es una trayectoria orbital en forma de halo alargado que se fija en un punto muy preciso entre las atracciones gravitatorias de la Tierra y la Luna. Esta órbita debería, en teoría, proporcionar un cierto grado de estabilidad y equilibrio.
Esto es importante porque hace que la órbita sea el lugar ideal para el plan más grande de la NASA: La puerta de entrada.
La puerta al más allá
Gateway es una parte clave de la misión Artemis. Esencialmente, se trata de una pequeña estación espacial que orbitará alrededor de la Luna y podrá servir como una especie de puesto de avanzada espacial.
El plan es que esta pequeña estación espacial en la órbita lunar pueda proporcionar amplias capacidades de apoyo para la misión Artemis y para futuros esfuerzos de exploración del espacio profundo.
El plan es que Gateway cuente con puertos de acoplamiento de naves espaciales, alojamientos para la tripulación e investigaciones científicas a bordo para estudiar una serie de campos que van desde la salud hasta la heliofísica. Esto es importante porque sería en Gateway donde se podrían desarrollar muchas tecnologías, capacidades e innovaciones clave para apoyar las exploraciones previstas de la Luna y Marte.
Pero la creación de Gateway es más fácil de decir que de hacer. Lo más importante es comprender mejor el NRHO para poder lanzarlo y ponerlo en marcha.
Y eso es lo que está haciendo CAPSTONE.
El CubeSat pasará unos seis meses explorando la órbita y probando su dinámica. Esto, a su vez, nos dará más datos que ayudarán a reducir el riesgo al que se enfrentan las futuras naves espaciales.
Además, CAPSTONE también probará la tecnología de navegación entre naves y la capacidad de alcance.
Esta prueba se realizará con la ayuda de otra nave espacial que orbita la Luna, el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA, que lleva allí desde 2009. Utilizando el ordenador de vuelo y la radio de CAPSTONE, el CubeSat debería ser capaz de comunicarse con el LRO y utilizar los datos para precisar las distancias entre ambos y calcular la rapidez con la que cambia la distancia entre ellos.
En pocas palabras, el LRO será un punto de referencia para determinar la ubicación de CAPSTONE en el espacio.
Esta prueba es una importante evaluación del software de navegación autónoma de CAPSTONE, conocido como Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar (el CAPS en CAPSTONE). Si tiene éxito, el CAPS permitirá a las naves espaciales determinar su ubicación en el espacio sin necesidad de depender exclusivamente de la comunicación y el seguimiento desde la Tierra, como una especie de GPS cósmico.
Esto es importante porque actualmente se dedican muchos esfuerzos y equipos de antena al seguimiento y la comunicación con las naves espaciales, que en teoría podrían utilizarse para dar prioridad a los datos científicos. Si todo este equipo ya no es necesario para el seguimiento, puede centrarse en la ciencia y la recopilación de datos.
“CAPSTONE es un ejemplo de cómo la colaboración con socios comerciales es clave para los ambiciosos planes de la NASA de explorar la Luna y más allá”, dijo Jim Reuter, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial, en un comunicado.
“Estamos encantados con el exitoso comienzo de la misión y esperamos con interés lo que CAPSTONE hará una vez que llegue a la Luna”.
Siga el lanzamiento
Los que quieran seguir a CAPSTONE en su viaje pueden utilizar el programa interactivo de visualización de datos en 3D en tiempo real de la NASA, Eyes on the Solar System (Ojos en el Sistema Solar).
Una semana después del lanzamiento, también será posible viajar virtualmente junto a CAPSTONE con una vista simulada del sistema solar.