El jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirma en un discurso televisado a todo el país que todo Líbano quedaría expuesto si su grupo terrorista no reaccionara ante el presunto asesinato israelí del líder adjunto de Hamás, Saleh al-Arouri, en Beirut.
Nasralá aprovecha su discurso para repetir muchas de sus amenazas contra Israel de principios de semana, prometiendo de nuevo vengar el asesinato de Arouri, aunque sin concretar los detalles.
“No podemos quedarnos quietos ante un asesinato en medio de la guerra, y el asesinato no quedará impune”, afirma.
“La respuesta está en camino. La decisión ya está tomada. El asunto depende ahora de lo que se desarrolle sobre el terreno y de Alá”, afirma Nasralá.
“No podemos permanecer en silencio ante una acción de este tipo porque esto expondría a todo Líbano a las operaciones de las FDI”, afirma, y añade que permitir que Israel tenga éxito en sus operaciones en Gaza llevaría a que las FDI siguieran su ejemplo en Líbano.
Destacando los miles de residentes en el norte de Israel que se han visto obligados a evacuar sus hogares desde el 7 de octubre, Nasralá dice que deben ponerse en contacto con el gobierno de Jerusalén si quieren regresar, sugiriendo que estaría supeditado al cese de la campaña militar de las FDI en Gaza.
Añade que los residentes del norte de Israel serán los primeros en pagar el precio de una guerra con Hezbolá.