El aumento de los precios del gas natural, un invierno frío y la reapertura de los viajes aéreos internacionales podrían llevar el precio del petróleo a 100 dólares por barril y desencadenar la próxima crisis económica, según Bank of America.
El mes pasado, el banco ya dijo que los precios del petróleo podrían alcanzar los 100 dólares por barril en los próximos seis meses si se produce un invierno más frío de lo habitual, que podría ser el motor más importante de los mercados energéticos mundiales en los próximos meses.
Ahora, Bank of America afirma que la posible subida del petróleo hasta los 100 dólares podría ser el detonante de una crisis mundial debido a la elevada presión inflacionista.
En una nota publicada el viernes por Bloomberg, BofA afirma que el cambio de gas a petróleo, con precios récord del gas natural, podría estimular una gran demanda adicional de petróleo, especialmente de gasóleo. Además, un invierno más frío de lo habitual también impulsaría la demanda de energía y los precios al alza, mientras que la reapertura de las fronteras estadounidenses para los viajes internacionales impulsaría la demanda de combustible para aviones.
“Si todos estos factores confluyen, los precios del petróleo podrían dispararse y provocar una segunda ronda de presiones inflacionistas en todo el mundo”, escribieron los analistas de BofA en la nota.
“Dicho de otro modo, podríamos estar a una sola tormenta del próximo macrohuracán”, afirma el banco, según recoge Bloomberg.
Cuando los precios del petróleo superaron brevemente los 80 dólares por barril a principios de esta semana, los temores de una inflación persistente en todo el mundo han aumentado a medida que los precios de las materias primas se disparan. Los elevados precios de las materias primas energéticas, incluido el crudo, van a aumentar aún más la inflación, que ya es superior a los objetivos de la Fed y de los bancos centrales. Actualmente, las presiones inflacionistas se consideran en su mayoría transitorias. Sin embargo, unos precios del petróleo elevados y sostenidos ejercerían una mayor presión sobre los precios.
BofA es optimista con respecto al petróleo no solo a corto plazo, sino también a largo plazo, debido a la escasa inversión crónica en nueva oferta, impulsada por la crisis del año pasado y los compromisos netos de las empresas energéticas y los gobiernos.
“Se prevé una subida de varios años en los precios del crudo”, señala Bank of America.