Yair Lapid acudió el jueves al museo conmemorativo del Holocausto Yad Vashem, en Jerusalén, después de que la Knesset votara a favor de su disolución y antes de su ascenso formal al cargo de primer ministro.
Lapid rompió con la práctica de sus predecesores, que optaron por ir al Muro Occidental para, según explicaron, dar gracias a Dios y rezar para que les guíe.
Lapid dijo que acudió al monumento para prometer a su difunto padre, superviviente del Holocausto, que mantendrá la fortaleza de Israel.
“Vine a prometer a papá que siempre preservaría un Israel fuerte, capaz de defenderse y de defender a sus hijos”, dijo.
Lapid asistirá a una pequeña ceremonia de traspaso de poderes en el despacho del primer ministro con el primer ministro saliente, Naftali Bennett.
La modesta ceremonia fue descrita como un mensaje de que el trabajo del gabinete saliente continuará sin problemas en el gobierno provisional dirigido por Lapid.
Bennett y Lapid se reunirán entonces para transferir información, lo que, según Bennett, se hará de forma exhaustiva, a diferencia de la breve media hora que Benjamin Netanyahu se tomó para informar a su sucesor el año pasado, tras fracasar en la formación de un gobierno de coalición.
A medianoche, Lapid recibirá oficialmente su nombramiento de manos del presidente Issac Herzog.
Lapid encabezará su primera reunión de gabinete el domingo y se dispone a realizar su primer viaje al extranjero el martes, cuando se reunirá en París con el presidente francés Emmanuel Macron, en una visita planificada por Bennett con anterioridad.
También recibirá al presidente estadounidense Joe Biden en su primera visita oficial desde que asumió el cargo, a finales de mes.
Lapid tiene la intención de residir en Jerusalén y, dado que los residentes oficiales están siendo renovados, pretende vivir en una casa vecina utilizada anteriormente por el destacamento de seguridad que protegía a Netanyahu durante su mandato.
Bennett optó por permanecer en su casa de Ra’anana durante las renovaciones, que se retrasaron debido a un conflicto laboral, lo que suscitó la condena de los opositores, que alegaron una renuncia a los fondos públicos y una perturbación de la vida de los vecinos.
También criticaron al primer ministro saliente por no hacer de Jerusalén su hogar, sin tener en cuenta su importancia simbólica como capital.
Lapid será el primer Primer Ministro que tome posesión de su cargo en plena campaña electoral. Esto supone un reto especial para el dirigente, que se verá inmerso en asuntos de Estado junto a sus esfuerzos por ganar unas elecciones.
Dijo que la campaña pasará a un segundo plano y que su papel al frente del gobierno recibirá la mayor parte de su tiempo y atención.
Al entrar en la Oficina del Primer Ministro, Lapid será seguido por un grupo cercano de asesores y ayudantes, pero no sustituirá al secretario del gabinete ni a los altos cargos de seguridad designados por Bennett.