El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, advirtió que derrocar al gobierno durante la guerra actual representa un “peligro existencial” para Israel. La declaración surge antes de una votación preliminar que busca disolver la Knéset, programada para hoy.
Desde la tribuna de la Knéset, el líder del partido Sionismo Religioso afirmó: “La historia no perdonará a nadie que arrastre al Estado de Israel a elecciones durante una guerra y conduzca a una pérdida en la guerra”. Smotrich subrayó la gravedad de desestabilizar el gobierno en un momento crítico.
El ministro destacó la urgencia de integrar a la comunidad haredí en el servicio militar. “Necesitamos que nuestros hermanos haredíes sean parte de la gran mitzvá del servicio militar con nosotros. Es una gran mitzvá y también es una necesidad existencial, nacional y de seguridad”, expresó. Aclaró que esta meta debe alcanzarse sin comprometer la estabilidad del gobierno.
Smotrich calificó la posibilidad de elecciones en este contexto como “una terrible irresponsabilidad nacional”. Insistió en que convocar comicios ahora pone en riesgo el futuro del Estado de Israel, al considerarlo un acto que podría debilitar la unidad y la seguridad del país.
La propuesta para disolver la Knéset enfrenta hoy su primera prueba. Si supera la votación preliminar, requerirá tres rondas adicionales de aprobación para hacerse efectiva. En caso de fracasar, los partidos de oposición deberán esperar seis meses antes de presentar un nuevo proyecto de disolución.