Las potencias mundiales probablemente volverán a reunirse para negociar el acuerdo nuclear con Irán tras el viaje del presidente estadounidense Joe Biden a la región a finales de este mes, incluso después de una improductiva ronda de conversaciones a principios de esta semana en Doha.
Es probable que los contactos continúen hasta julio, a pesar de que el organismo de control nuclear de la ONU ha advertido que no podrá verificar eficazmente si la actividad nuclear de Irán está dentro de los parámetros del acuerdo original, según dijeron el viernes a Bloomberg News dos diplomáticos europeos familiarizados con el asunto.
No obstante, es probable que las partes vuelvan a Doha después del viaje de Biden a Israel y Arabia Saudita del 13 al 16 de julio, según dijo una tercera fuente a Bloomberg.
Los negociadores se reunieron en Qatar a principios de la semana después de meses sin reunirse debido a las diferencias entre Estados Unidos e Irán. La decisión de volver a la mesa de negociaciones llevó a algunos a creer que el progreso era inminente. Pero EE.UU. dijo, tras varios días de conversaciones indirectas, que Irán no acudió con propuestas serias.
El Departamento de Estado dijo que Irán “planteó cuestiones totalmente ajenas al JCPOA y aparentemente no está dispuesto a tomar una decisión fundamental sobre si quiere revivir el acuerdo o enterrarlo”.
Aun así, el embajador de Irán ante la ONU, Majid Takht Ravanchi, dijo el jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “el equipo negociador iraní está dispuesto a participar de nuevo de forma constructiva para concluir y alcanzar [un] acuerdo”.
A pesar de las advertencias del Organismo Internacional de la Energía Atómica sobre su capacidad de aplicación, Estados Unidos no parece dispuesto a renunciar a su esfuerzo por revivir el acuerdo conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, convencido de que las alternativas son mucho menos eficaces y probables.
Las conversaciones de esta semana en Doha se centraron en las sanciones petroleras, con Irán presionando para que se le permita acceder a los fondos bloqueados por Corea del Sur, así como para que se eliminen las sanciones impuestas a sus aerolíneas y a las operaciones comerciales del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, informó Bloomberg.
Una fuente dijo a la agencia de noticias que es improbable que se cumplan las demandas relativas al CGRI, pero que otras están dentro de lo razonable.
El gobierno de Biden ha estado trabajando para revivir el acuerdo, que puso límites al programa nuclear de Irán a cambio de miles de millones de dólares en alivio de sanciones, que Irán insiste en que nunca ha recibido.
Las conversaciones nucleares con sede en Viena habían llegado a una “pausa” en marzo. Desde el fracaso del acuerdo, Irán ha puesto en marcha centrifugadoras avanzadas y ha aumentado rápidamente sus reservas de uranio enriquecido hasta el 60% de pureza, un breve paso técnico que le separa de los niveles de armamento.
Sin embargo, Teherán sigue sufriendo intensas sanciones económicas mientras Occidente espera que Irán detenga su programa nuclear.
Aunque el Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU no ha podido verificar las existencias de uranio enriquecido de Irán, estima que éstas son más de 15 veces superiores a las permitidas por el JCPOA, incluyendo uranio enriquecido al 20% y al 60%.
Además, el OIEA informó esta semana al Consejo de Seguridad de que Irán ha comenzado a instalar más centrifugadoras avanzadas en las plantas de enriquecimiento de Natanz y Fordo.