Los medios de comunicación estatales de Irán informaron el viernes de que se había producido una explosión durante la noche en una importante refinería de petróleo de la ciudad de Abadán, en la provincia meridional del país, Juzestán.
Según la agencia estatal de noticias IRNA, “uno de los hornos de la unidad de fabricación de azufre de la refinería de Abadan explotó”, provocando la explosión.
El informe también indica que el incidente “no causó ningún herido” y que las operaciones normales en la refinería continuaron sin interrupción.
La fábrica “suministra el 25 % de las necesidades de combustible del país”, según la agencia de noticias, y ha sido calificada como “el complejo de refinería más antiguo y uno de los mayores de Irán”.
El incendio masivo de una refinería de petróleo en el sur de Teherán fue uno de los muchos accidentes industriales ocurridos en Irán el año pasado.
Mientras que algunos en la República Islámica atribuyen la responsabilidad a Israel, otros apuntan a las sanciones de Estados Unidos, que efectivamente han aislado a Irán del resto del mundo y han hecho más difícil mantener su infraestructura industrial.
Después de que un ciberataque en octubre de 2017 cerrara todos los puntos de distribución de petróleo en todo el país, los funcionarios iraníes arremetieron, culpando a Estados Unidos e Israel.
En Abadán, en la provincia de Juzestán, se produjo una gran catástrofe en la que murieron muchas personas.
El 23 de mayo se derrumbó un edificio de 10 plantas en construcción en la ciudad, causando la muerte de 43 personas y desencadenando una ola de protestas en todo el país contra lo que los manifestantes consideran autoridades corruptas e incompetentes.