A primera hora del viernes, Irán dijo que había respondido a la propuesta de EE. UU. de renovación del acuerdo nuclear de 2015 con la potencia mundial, añadiendo que buscaba finalizar un acuerdo días después de que el máximo diplomático de la UE indicara que podría alcanzarse uno en breve.
Según la agencia de noticias oficial iraní ISNA, Nasser Kanaani, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, declaró el jueves que la respuesta había sido redactada y entregada a un coordinador que sirve de enlace entre los dos oponentes en las discusiones.
No se facilitaron más detalles, pero calificó la reacción de Irán de “constructiva” y afirmó que estaba dirigida a sellar un acuerdo.
Tras los comentarios realizados el miércoles por el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, en los que afirmaba que su país buscaba garantías más sólidas para un acuerdo que restableciera el histórico Plan de Acción Integral Conjunto que levantó las sanciones a cambio de límites al enriquecimiento nuclear, el organismo de control nuclear de la ONU emitió un comunicado el jueves en el que afirmaba que continuaría su investigación.
Amir-Abdollahian declaró el jueves a su colega emiratí Abdullah bin Zayed Al Nahyan que Irán se tomaba en serio la posibilidad de alcanzar un acuerdo.
El miércoles, Josep Borrell, responsable de la política exterior de la Unión Europea, expresó su optimismo ante la posibilidad de que se firme un nuevo acuerdo con Irán “en los próximos días”.
En cuanto a la política exterior, el máximo responsable de la UE declaró que “es evidente que hay un terreno común, que tenemos un acuerdo que tiene en cuenta, creo, las preocupaciones de todos”.
Según el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, “estamos más cerca ahora de lo que hemos estado en las últimas semanas y meses” de alcanzar un acuerdo con Irán, y Estados Unidos “sigue esperando” un resultado positivo de las conversaciones.
Tras meses de negociaciones intermitentes en Viena, Teherán y Washington han comenzado a negociar revisando e intercambiando una última propuesta ofrecida por la Unión Europea el 8 de agosto.
Un alto funcionario de la administración habló bajo condición de anonimato para discutir los esfuerzos en curso para resucitar el acuerdo nuclear con Irán, pero dijo que el optimismo se vio reforzado por la última respuesta de Irán el 16 de agosto, en la que abandonó las demandas de que los EE. UU. eliminen una designación terrorista del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos y pareció dar un paso atrás en la demanda de que el Organismo Internacional de Energía Atómica cierre su investigación sobre rastros inexplicables de uranio en tres sitios no declarados.
Estados Unidos insistió en que Teherán, la capital de Irán, colaborara con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para disipar las preocupaciones sobre las actividades anteriores en tres instalaciones no reveladas.
Pero Irán ha dejado claro que cree que la investigación del OIEA será abandonada. El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, ha rechazado categóricamente la propuesta formulada el lunes por el presidente iraní, Ebrahim Raisi, de reactivar el pacto atómico a menos que el organismo de control nuclear de la ONU detenga la investigación.
En una conferencia de prensa celebrada el miércoles en Moscú, Amir-Abdollahian y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, dijeron: “Queremos reafirmar en el texto la idea de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica se concentre en su misión científica y se aleje de su función política”.
“En lo que respecta a las garantías, también nos preocupa mucho resolver las preocupaciones pendientes en relación con el OIEA”, dijo Amir-Abdollahian.
Se alcanzará un acuerdo “si podemos reforzar la redacción existente”, dijo.
A los dirigentes israelíes les preocupa que un acuerdo solo sirva para reforzar a los terroristas financiados por Irán mientras se retrasa unos años el desarrollo de una bomba nuclear. La subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Barbara Leaf, llegó a Israel el jueves para mantener conversaciones con funcionarios israelíes sobre el incipiente tratado, cuyo objetivo es impedir que Teherán desarrolle armas nucleares, según Estados Unidos. El gobierno iraní sostiene que su programa nuclear no tiene fines militares.
Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo de 2015 en 2018 bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump y volvió a imponer severas sanciones, porque Teherán no cumplía sus propias obligaciones.
Yair Lapid, primer ministro de Israel, se reunió el miércoles con Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos, sobre los esfuerzos en curso para negociar un acuerdo con Irán “y su compromiso compartido para detener el avance de Irán hacia las armas nucleares”.
Según un resumen israelí de su llamada, los dos líderes también hablaron de “las acciones terroristas de Irán en Oriente Medio y más allá”.
La llamada duró unos 45 minutos, según fuentes de los medios de comunicación hebreos. Funcionarios israelíes afirman que Biden dio a Lapid garantías de que Estados Unidos no cedería en áreas irrelevantes para los términos del acuerdo, como la exclusión de la lista de la CGRI o la detención de la investigación del OIEA.
Además, los dos líderes supuestamente acordaron que Israel mantendrá su capacidad de tomar medidas defensivas contra la agresión de Irán. En las últimas semanas, los dirigentes israelíes han insistido en que su país no es signatario del pacto y no está limitado en modo alguno por los términos del acuerdo.