Una persona muere a causa de la COVID-19 cada siete minutos en Irán, informó la televisión estatal el lunes, ya que el Ministerio de Salud informó de 215 nuevas muertes por la enfermedad y los medios de comunicación estatales advirtieron de la falta de un adecuado distanciamiento social.
El portavoz del Ministerio de Salud, Sima Sadat Lari, fue citado por la televisión estatal diciendo que las 215 muertes en las últimas 24 horas elevaron la cifra total de muertos a 17 405 en Irán, y el número de casos confirmados aumentó en 2 598 a 312 035.
La televisión estatal mostró a varios iraníes en una concurrida calle de Teherán sin llevar mascarilla ni distanciamiento social.
Algunos expertos han dudado de la exactitud de los peajes oficiales del coronavirus de Irán. Un informe del centro de investigación del Parlamento iraní en abril sugirió que los peajes por coronavirus podrían ser casi el doble de los anunciados por el Ministerio de Salud.
El informe señalaba que las cifras oficiales del coronavirus de Irán se basaban únicamente en el número de muertes en los hospitales y en las personas que ya habían dado positivo en las pruebas del coronavirus.
El lunes, la emisora británica BBC informó que, basándose en datos de una fuente anónima, el número de muertes en Irán podría ser tres veces mayor que el comunicado oficialmente. Las autoridades sanitarias iraníes negaron el informe e indicaron que no había habido encubrimiento.
Con las muertes por coronavirus aumentando desde que las restricciones se relajaron a mediados de abril, las autoridades iraníes han manifestado que las medidas para frenar la propagación del coronavirus se reimpondrán si no se observan las regulaciones de salud. Desde el mes pasado, el uso de mascarillas faciales en lugares públicos y espacios cubiertos es obligatorio.
Se esperaba que el Grupo de Trabajo Nacional de Combate contra el Coronavirus de Irán anunciara más tarde el lunes si los exámenes de ingreso a las universidades nacionales, con más de un millón de participantes, se llevarán a cabo en agosto. Muchos iraníes han pedido a los medios de comunicación social que se pospongan los exámenes.