En un esfuerzo por competir con el caza estadounidense Next Generation Air Dominance, o NGAD, China está preparando un avión de guerra de sexta generación.
El público vio una maqueta del diseño en el Salón Aeronáutico de Zhuhai, en la provincia de Guangdong, a principios de este mes. El avión de nueva generación de China tiene un diseño sin cola y sería el caza más rápido y avanzado de Pekín.
Utilizando toda la última tecnología de sigilo que China puede reunir, el diseño y sus motores buscan producir más empuje y menos resistencia para hacerlo lo más maniobrable posible.
China va por buen camino
China parece ir por buen camino con el caza, según el jefe del Mando de Combate Aéreo, el general Mark Kelly, que cree que un trabajo diligente y rápido en el NGAD es esencial para contrarrestar el avance de las capacidades de sexta generación de China.
Aunque se sabe poco sobre el caza de próxima generación de China, se espera que tenga inteligencia artificial, aprendizaje automático, realidad aumentada y láseres.
También debería tener la capacidad de dirigir manadas de lobos leales a los drones de combate, e incluso podría contar con una opción no tripulada.
Al igual que el NGAD, Kelly cree que la aeronave será un caza con sistema de sistemas que podrá evadir los radares de forma exponencial.
Contará con sofisticados sensores y radares. La arquitectura de misión abierta le proporcionará rápidas actualizaciones de software, y sus motores tendrán capacidad de vectorización del empuje.
China ya tiene un caza furtivo de quinta generación: El J-20 Mighty Dragon se ha desplegado en todas las regiones de combate del país, y cada mes se incorporan más cazas a las fuerzas aéreas. Se espera que China utilice las tecnologías desarrolladas en el J-20 para maximizar las capacidades del caza de sexta generación.
Por ejemplo, China está tomando medidas para mejorar los motores del J-20 sustituyendo los propulsores AL-31F, de fabricación rusa, por los motores turbofan WS-15, de fabricación nacional. El WS-15 podría ser la base de la propulsión de su caza de sexta generación.
El NGAD estadounidense tiene competencia
China podría estar preparada para el primer vuelo de un caza de sexta generación entre 2026 y 2028, y podría introducir el avión en su fuerza aérea en 2035. Por tanto, Estados Unidos tendrá que trabajar rápido en el NGAD para adelantarse a los chinos. China tiene menos obstáculos en su empeño, ya que no tiene que pasar por un debate político entre legisladores, generales y responsables civiles del Pentágono sobre la necesidad de un caza de nueva generación. Por el contrario, está avanzando con las tecnologías necesarias para hacer realidad el nuevo caza, sin recortes presupuestarios ni controles políticos que lo obstaculicen.
Kelly reiteró que Estados Unidos debe ir por delante de los chinos al menos un mes, lo que significa que ambos países pueden estar yendo a la par hacia las capacidades de próxima generación. China está empezando a destacar en la investigación, el desarrollo y las pruebas para la adquisición de aviones, y está gastando más dinero en programas de adquisición avanzados en toda su fuerza aérea.
China da prioridad a los aviones que le ayudarán a controlar su vecindario. En particular, quiere dominar el Estrecho de Taiwán para mantener su dominio sobre él, y los Mares de China Oriental y Meridional para mantener su dominio sobre varias islas, rocas y arrecifes en esas aguas.
Matar portaaviones y lanzar hipersónicos
Los cazas de sexta generación de China también podrían desplegar misiles aire-superficie para matar portaaviones con el fin de llevar a cabo tácticas de antiacceso/denegación de área. A Pekín probablemente le gustaría que su caza de próxima generación fuera transportado en portaaviones, listo para volar desde su cuarto portaaviones, que está en fase de desarrollo. El caza de sexta generación probablemente también lanzaría misiles hipersónicos.
China está dispuesta a igualar a Estados Unidos avión por avión en las próximas décadas. La Fuerza Aérea y la Armada de Estados Unidos no pueden avanzar lo suficientemente rápido en lo que respecta a los NGAD, ya que China está acortando distancias. Antes, Estados Unidos se adelantaba años o incluso décadas a sus adversarios con cazas como el F-22 y el F-35. Ahora debe enfrentarse a la realidad de que Pekín es capaz de mantener el ritmo.
Los generales y almirantes deben seguir dando la alarma sobre los nuevos aviones chinos.