Muchos de los sistemas de armamento más avanzados de Rusia siguen sin probarse en combate, mientras que los que se han desplegado en Ucrania no han impresionado precisamente. Tal es el caso del carro de combate principal T-90M, que aparentemente es tan vulnerable a las armas antitanque como los antiguos T-72; mientras que el Moskva, el buque insignia de la Armada rusa en el mar Negro, fue hundido por una nación que no tiene capacidades navales.
Sin embargo, a pesar de los reveses que el Kremlin ha sufrido en Ucrania, ha seguido promocionando algunos de sus sistemas aún en desarrollo. Tal ha sido el caso del misil balístico intercontinental Sarmat (ICBM), que tuvo su primer lanzamiento de prueba desde el cosmódromo de Plesetsk, en la región de Arkhangelsk, el mes pasado.
Según Tass, el Sarmat cumplió las expectativas y alcanzó el objetivo designado en el campo de pruebas de Kura, en la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso.
“El nuevo misil es capaz de alcanzar objetivos a gran distancia, utilizando diferentes trayectorias de vuelo. El Sarmat presenta características únicas que le permiten romper de forma fiable cualquier defensa de misiles antibalísticos existente y futura”, dijo el Ministerio de Defensa ruso a través de un comunicado al medio de comunicación estatal. “Se está trabajando en la formación de misiles Uzhursky para preparar un regimiento de misiles avanzado para su rearme con el nuevo sistema de misiles”.
Sarmat – Un ICBM avanzado
El misil intercontinental superpesado de combustible líquido, equipado con MIRV (vehículo de reentrada con objetivos múltiples independientes), ha estado en desarrollo en la Oficina de Diseño de Cohetes de Makeye desde 2009. Es una de las seis nuevas armas estratégicas que se están desarrollando y que fue presentada por el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, en su discurso sobre el estado de la nación de 2018. El Sarmat está destinado a sustituir al actual R-35M ICMB (SS-18 “Satán”).
Según se informa, el nuevo misil pesa 208,1 toneladas y tiene una carga útil que se acerca a las 10 toneladas, mientras que puede contener 178 toneladas de combustible. El Sarmat tiene un alcance de 18.000 kilómetros, es decir, algo más de 11.000 millas, y puede volar por rutas imprevisibles mientras es capaz de eludir las zonas de defensa antimisiles. También tiene la capacidad de sobrevolar el Polo Norte y el Polo Sur e incluso acercarse a objetivos desde direcciones no previstas para su interceptación. De este modo, prácticamente cualquier lugar del planeta está al alcance del misil.
Lo más preocupante para el ejército estadounidense es que el Sarmat puede ser equipado para llevar una serie de vehículos de reentrada, incluidos los planeadores hipersónicos Avangard. Los informes han llegado a sugerir que el Sarmat podría ser capaz de “arrasar zonas del tamaño de Inglaterra y Gales”.
Se dice que el Sarmat recibe su nombre de las tribus nómadas sármatas que vivieron entre los siglos VI y IV a.C. en el territorio de lo que hoy es Rusia, Ucrania y Kazajistán. La plataforma y sus avanzadas capacidades ya se han ganado los elogios de Putin, que incluso ha proclamado que las defensas más avanzadas contra los misiles antibalísticos resultarían inadecuadas contra ella.