Durante la Mesa Redonda Anual de Gobiernos Económicos celebrada esta semana en Grecia, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, mostró imágenes de satélite que ilustran la presencia de buques de guerra iraníes en el mar Rojo. Refiriéndose a la presencia de los buques como la actividad militar marítima “más importante” de la República Islámica de Irán en la masa de agua en casi una década, Gantz advirtió a sus homólogos griegos y chipriotas de la amenaza que supone este comportamiento escalador.
En los últimos años, Israel e Irán han sido acusados de participar en una “guerra en la sombra” en el Golfo Pérsico, intercambiando ataques a los buques del otro en perpetua represalia. También se ha acusado a Irán de atacar a petroleros internacionales y de provocar a los barcos de la marina estadounidense en las aguas persas. Los funcionarios iraníes han justificado su presencia naval en el mar Rojo como una medida necesaria para proteger sus propios petroleros.
Lo que sabemos
En las imágenes de satélite mostradas por Gantz en Atenas, aparecen cuatro buques iraníes patrullando los mares. El buque de desembarco “Hengam”, la fragata “Mowsk” y dos buques auxiliares “Bandar Abbas” fueron mostrados por The Times of Israel. Gantz expresó su preocupación en la mesa redonda, señalando que “Irán está ampliando sus actividades en el ámbito marítimo. En el último año, Irán ha secuestrado petroleros internacionales y ha atacado buques. Hoy podemos confirmar que Irán se está asentando metódicamente en el mar Rojo, con buques de guerra que patrullan la región sur”.
El ministro de Defensa añadió que “en los últimos meses, nosotros (Israel) hemos identificado la presencia militar iraní más significativa en la zona, en la última década. Es una amenaza directa para el comercio internacional, el suministro de energía y la economía mundial. También es una amenaza directa para la paz y la estabilidad en el ámbito marítimo, que puede afectar al Mediterráneo y más allá”. Según el Jerusalem Post, Irán está ampliando su arsenal naval. Los Estados del Golfo informaron por primera vez de que se está construyendo un nuevo barco de misiles en un astillero de la isla de Qeshm. Dado que tanto la Armada iraní como la del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) poseen buques relativamente anticuados en sus respectivos arsenales menores, la construcción de un barco más moderno con capacidad para lanzar misiles es preocupante.
El mes pasado, funcionarios de la Marina de Estados Unidos informaron de que tres embarcaciones de ataque iraníes hostigaron a dos buques estadounidenses en el Estrecho de Ormuz. En un vídeo ampliamente difundido en las redes sociales, se ve a un pequeño buque Boghammar del IRGC girando de frente hacia el USS Sirocco. El USNS Choctaw County también se situó peligrosamente cerca de los buques de guerra que se aproximaban durante el incidente. Aunque Irán ha mantenido una presencia en estas aguas durante mucho tiempo, su Armada comenzó a realizar operaciones más agresivas en los últimos años.
En 2019, las explosiones paralizaron dos petroleros en el Golfo de Omán. Estados Unidos acusó a Irán de llevar a cabo el ataque, haciendo públicas las pruebas de que una patrullera del CGRI retiró las pruebas de uno de los petroleros justo después de la descarga. Unos meses antes de este incidente, cuatro buques comerciales propiedad de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos fueron atacados frente al puerto de Fujairah. El año pasado, se sospechó que Irán había perpetrado un ataque contra un petrolero gestionado por Israel en el Golfo de Omán. El asalto causó la muerte de dos miembros de la tripulación y provocó una fuerte condena internacional. El historial de ataques de Irán a buques adversarios en el Golfo Pérsico está relacionado con el deseo del régimen de proyectar poder e infligir inestabilidad en el mercado energético mundial. El Estrecho de Ormuz es una vía de agua estratégica por la que pasa cada año casi un tercio del suministro mundial de petróleo. Aunque la Armada iraní no posee armamento muy sofisticado, sus provocaciones y el acoso a otros buques tienen el potencial de interrumpir el suministro mundial de petróleo.
La amenaza de Irán crece
Además de su comportamiento cada vez más agresivo en el Golfo, Irán ha ampliado su arsenal de misiles y drones. A principios de esta semana, Hezbolá confirmó que había lanzado tres aviones no tripulados contra el yacimiento de gas de Karish, en Israel, sobre el Mediterráneo. La organización respaldada por Irán con sede en Líbano es la autodenominada “Fuerza de Resistencia Islámica” del país. Funcionando como el apoderado más vital de Teherán en la región, Hezbolá incita frecuentemente a la tensión entre Líbano e Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) interceptaron los drones, indicando que no había ninguna amenaza o peligro para los bienes del país. La provocación apoyada por Irán en el Levante coincidió con un hecho preocupante en Teherán. Irán llevó a cabo una segunda prueba de su lanzador de satélites Zuljanah a finales de junio, mostrando sus avanzadas capacidades espaciales. El ministro de Defensa Gantz se refirió a esta prueba en su intervención en la mesa redonda de Grecia, advirtiendo que “esta prueba demuestra que el régimen iraní tiene la capacidad de desarrollar misiles balísticos intercontinentales que pueden llegar hasta el centro de Europa”.
Aunque Irán afirma que su programa de misiles balísticos es únicamente defensivo, los expertos industriales y militares lo consideran difícil de creer. Si Irán moderniza su arsenal naval para incluir buques que puedan lanzar con éxito misiles de largo alcance, sus adversarios de todo el mundo se verán amenazados. La colocación de los cuatro buques en el mar Rojo se produce después de los informes de que las negociaciones nucleares conjuntas entre Estados Unidos e Irán en Viena se reanudarán de forma inminente.