Las tasas de producción de aviones de combate rusos varían, afectadas por sanciones y desafíos logísticos. Se estima que se produjeron entre 22 y 50 unidades en 2023.
Rusia mantiene reservas sobre las tasas de producción de aviones
Determinar la cantidad de aviones de combate que Rusia produce es más complicado que hacerlo para las tasas de producción de aviones de combate de países occidentales. Empresas como Boeing, Lockheed Martin y Dassault divulgan públicamente sus cifras de producción, mientras que Rusia es más reservada al respecto. Cabe destacar que Rusia ha reducido sus exportaciones de aviones de combate, lo cual, aunque puede afectar a su industria a largo plazo, permite concentrar la capacidad de producción en satisfacer las necesidades internas. A pesar de que las sanciones internacionales detuvieron abruptamente la producción de aviones civiles rusos, el país sigue fabricando aviones de combate. Esto se debe a que, en una economía de guerra, se prioriza la producción de aviones de combate sobre la de aeronaves civiles.
Las sanciones internacionales, aunque no han detenido completamente la producción de aviones de combate en Rusia, han contribuido a ralentizarla. Estas restricciones han creado cuellos de botella en el suministro de componentes, lo que ha dificultado la producción y, en ocasiones, ha obligado a comprometer la calidad de los aviones fabricados. Según datos del canal de análisis militar Binkov’s Battlegrounds, Rusia produjo entre 22 y 26 aviones de combate en 2022 y entre 29 y 50 en 2023. Entre estos aviones se incluyen unidades del bombardero estratégico Tu-160M. Según Binkov, esta producción sería suficiente para mantener el nivel de pérdidas de aviones como el Su-27 Flanker y sus derivados, observadas en la guerra actual.
La producción de aviones de combate rusos en 2022 incluyó entre 4 y 6 unidades del Su-30SM, entre 8 y 10 del Su-34/M, 3 del Su-35, y 6 del Su-57. En 2023, las cifras aumentaron ligeramente, con la producción de entre 4 y 8 Su-30SM, entre 8 y 10 Su-34/M, entre 8 y 10 Su-35, y entre 8 y 11 Su-57. También se produjeron uno o más bombarderos estratégicos Tu-160M en ambos años. No obstante, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) estima que la Fuerza Aérea rusa recibió al menos 18 aviones de combate en 2023, además de un número no especificado de Su-57 Felons.
Comparativa con la producción de aviones de combate occidentales
En comparación, Lockheed Martin produce anualmente alrededor de 156 aviones de combate de quinta generación, la mayoría destinados a la exportación. La producción conjunta de aviones de combate occidentales, que incluye modelos como los F-35, F-16, F-15EX, Dassault Rafale, Typhoon Eurofighter y Gripen suecos, ronda los 260 aviones anuales. Según el IISS, la producción rusa de aviones de combate en 2023 incluyó dos Su-30SM2 navales, al menos seis bombarderos Su-34M y diez aviones de combate Su-35. Además, se reporta la entrega de un número indeterminado de cazas multifunción Su-57. Las proyecciones rusas de producir 70 Su-57 para el año 2027 son inciertas, dadas las circunstancias actuales.
El IISS también destaca que las altas tasas de utilización de ciertos tipos de aeronaves tácticas están aumentando la demanda de mantenimiento y soporte, lo que añade más presión a la industria aeronáutica rusa. Los aviones Su-34 recibidos en los últimos años forman probablemente parte del último lote de 24 unidades encargadas en junio de 2020. Este modelo parece estar en una fase de transición entre el diseño original del Su-34M y una modernización más extensa del avión. Por su parte, los Su-35 producidos incluyen dos variantes de cabina biplaza.
El IISS ofrece una evaluación crítica de la Fuerza Aérea Rusa en el contexto de la guerra actual: “La VKS no ha logrado obtener superioridad aérea contra un oponente numéricamente inferior. Carece de suficientes aviones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, así como de un número adecuado de armas guiadas con precisión. Además, ha sufrido pérdidas significativas de aviones y helicópteros de ataque. En resumen, la VKS ha sido ineficaz, no inactiva”.
Capacidades actuales y desafíos de la Fuerza Aérea Rusa
El IISS estima que la Fuerza Aérea Rusa cuenta con una flota operativa de solo ocho aviones A50U Mainstay, lo cual afecta negativamente sus capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR). Las pérdidas significativas de aeronaves, tanto de aviones como de helicópteros, han reducido considerablemente la capacidad operativa de la Fuerza Aérea Rusa. A esto se suman las restricciones impuestas por las sanciones internacionales, que han limitado el acceso a componentes y tecnologías críticas para el mantenimiento y modernización de su flota aérea.
Un informe del Royal United Services Institute (Rusi) de febrero de 2024 indica que las fuerzas rusas cuentan con el apoyo de 290 helicópteros, de los cuales 110 son helicópteros de ataque. Además, disponen de 310 aviones rápidos, junto con 2.080 tanques, 1.130 sistemas de lanzacohetes múltiples (MLRS) y 7.080 otros vehículos blindados de combate. Esta capacidad de fuerza se ha visto mermada por las pérdidas sufridas en la guerra en curso.
Según el blog de inteligencia de fuentes abiertas Oryx, Rusia ha perdido 121 aviones militares en la guerra de Ucrania hasta la fecha. La mayoría de estas pérdidas corresponden a aviones Su-25 (33 unidades), Su-24 (14 unidades) y aviones de la familia Su-27 Flanker (51 unidades, incluidos Su-34, Su-30 y Su-35). Además, se han perdido al menos dos aviones de alerta temprana y control aéreo (AWACS) Beriev A50U, varios aviones de transporte y algunos bombarderos estratégicos.
La resiliencia de Rusia frente a las pérdidas de aeronaves en combate
Es importante señalar que las cifras de pérdidas proporcionadas por Oryx probablemente subestiman la realidad, ya que solo incluyen las pérdidas confirmadas visualmente. Además, estas cifras no contemplan los aviones derribados por fuego amigo ni aquellos que se han estrellado por desgaste. Tampoco se mencionan las aeronaves que han quedado inoperativas debido a la falta de piezas de repuesto.
Rusia tiene un considerable número de aviones almacenados y retirados, lo que le permite reactivar algunas de estas unidades para compensar las pérdidas. Esto ya ha sido observado en otras ocasiones; por ejemplo, Ucrania, según Forbes, ha logrado poner en servicio más aviones Su-24 Fencer a principios de 2024 de los que tenía al inicio de la guerra, a pesar de las pérdidas sufridas. La capacidad de Rusia para soportar las pérdidas de aviones en la guerra es significativa, aunque las restricciones económicas y logísticas imponen desafíos considerables.