La tormenta más intensa del invierno en Israel causó estragos el lunes en todo el país, derribando árboles y postes eléctricos, provocando incendios e inundaciones generalizadas y causando al menos un accidente de tráfico mortal.
Al menos un muerto y varios heridos fueron causados por las lluvias y el viento de la tormenta Carmel, así como por las temperaturas casi gélidas, en todo el país.
La tormenta se intensificó a lo largo del lunes y se prevé que continúe durante la noche y la mañana del martes. Las temperaturas más frías se dejaron sentir en el Hermón, donde también se produjo una de las nevadas más intensas del inicio de la temporada invernal.
Entre los incidentes relacionados con el clima:
- Una mujer de 30 años que conducía entre Migdal Haemek y Yafia, en el norte de Israel, perdió el control de su vehículo bajo la lluvia torrencial y se estrelló contra un poste de tráfico. Salió despedida del coche y los paramédicos se vieron obligados a declarar su muerte poco después de llegar al lugar.
- En el cercano Consejo Regional de Bustan al-Marj, una mujer de 58 años fue encontrada desorientada en la calle tras haber sufrido hipotermia. Fue evacuada a un hospital cercano para recibir tratamiento.
- En el norte de Tel Aviv, un taxista se metió en un socavón creado por la tormenta. La mitad de su vehículo se hundió en el agujero, pero el conductor salió ileso.
- Dos personas fueron atendidas por el servicio de ambulancias Magen David Adom por heridas leves después de que la tormenta derribara una torre de electricidad en Jerusalén y golpeara el camión en el que viajaban.
- Cerca de Majdal Shams, en la frontera norte de Israel, las fuertes lluvias provocaron la caída de grandes rocas en la ruta 98, dañando varios coches.
- En Rishon Lezion, los fuertes vientos provocaron un pequeño incendio en el restaurante Loft, según las autoridades, aunque no explicaron exactamente cómo la tormenta provocó el fuego.
- En Nahariya, las autoridades temían el lunes por la noche que la tormenta en curso provocara una inundación del río Ga’aton de la ciudad, que había aumentado su capacidad. Hace dos años, inundaciones mortales inundaron la ciudad, y aunque los funcionarios prometieron instalar nuevas salvaguardias, los críticos dicen que aún no se ha hecho lo suficiente.
A primera hora del lunes, un hombre sufrió una grave lesión en la cabeza cuando el tiempo tormentoso hizo volar un árbol que le cayó encima en la ciudad costera de Netanya. Los paramédicos que llegaron al lugar de los hechos atendieron al hombre, de 49 años, sedándolo e intubándolo antes de trasladarlo al Centro Médico Beilinson, donde se estabilizó desde entonces, aunque sigue en estado grave.
Al parecer, el hombre pasaba por delante del árbol, en la calle Raziel, cuando este se partió de raíz y se desplomó sobre la acera, golpeándolo.
La velocidad del viento en la zona alcanzó los 60 km/h, según los medios de comunicación hebreos.
Otro árbol se desplomó en Haifa, cayendo sobre un coche, pero sin causar ningún herido.
Las Fuerzas de Defensa de Israel interrumpieron todos los ejercicios de navegación, debido a las condiciones meteorológicas, e impusieron restricciones a las actividades de ocio al aire libre de los soldados en el norte del país.
En las ciudades costeras del norte, Nahariya y Acre, en las que se preveían lluvias y vientos especialmente intensos, las autoridades locales cerraron las escuelas y ordenaron que las clases se impartieran a distancia por Internet.
La ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton, ordenó que se cancelaran todas las actividades fuera de las instalaciones de las escuelas de todo el país desde el lunes hasta el miércoles, como medida de precaución.
La Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel cerró muchos lugares en todo el país, entre ellos la antigua fortaleza del desierto de Masada y las excursiones acuáticas en el desierto de Judea. En la ciudad costera de Cesarea, los restos del antiguo hipódromo también fueron cerrados al público.
Un vídeo compartido en las redes sociales mostraba cómo poderosas olas se estrellaban contra el muro del mar en Cesarea.
La Compañía de Preservación de Acantilados Costeros del Mediterráneo, propiedad del gobierno, advirtió que los acantilados de la costa podrían derrumbarse, dejando caer rocas por las caras del acantilado, y aconsejó al público que se mantuviera alejado de esas zonas.
En Jerusalén se preveía una temperatura diurna de 8° Celsius (46,4° F); en Tel Aviv de 14° C; en Haifa de 12° C, y en Eilat, el lugar más cálido del país, de 20° C, aunque se esperaba un descenso de 14° C por la noche.
Los preparativos para la tormenta comenzaron el domingo con los servicios de emergencia preparándose para diversas tareas de rescate, mientras las autoridades locales preparaban generadores de reserva y recortaban la vegetación cercana a los tendidos eléctricos para evitar cortes cuando la tormenta tocara tierra.
La policía y los servicios de bomberos advirtieron al público que se abstuviera de realizar viajes innecesarios durante la tormenta, que se espera que dure hasta el miércoles. También instaron a los israelíes a evitar los aparcamientos subterráneos y otras zonas que pudieran sufrir inundaciones, dadas las expectativas de hasta 150 milímetros (casi seis pulgadas) de lluvia en algunos lugares.
Los preparativos del domingo se produjeron durante una pausa en el clima tormentoso después de que las lluvias y los fuertes vientos azotaran partes de Israel el sábado. El clima fue el responsable de la muerte de un indigente, que falleció de hipotermia.