La Federación de Autoridades Locales de Israel revela que cerca de 9.000 ciudadanos abandonaron sus hogares tras el inicio de la operación militar contra Irán. Este desplazamiento masivo responde a los intensos enfrentamientos que han alterado la vida cotidiana en varias regiones del país.
Numerosas familias encontraron refugio en hoteles, mientras que otras optaron por instalarse en casas de amigos o parientes. La búsqueda de seguridad llevó a muchos a dejar atrás sus pertenencias y reorganizar sus vidas en lugares temporales.
Irán lanzó múltiples salvas de misiles hacia territorio israelí, con varios proyectiles que impactaron directamente en áreas residenciales. Estos ataques provocaron destrucción significativa en barrios civiles, lo que dejó un rastro de daños materiales y afectó gravemente la infraestructura local.