De los 31 tanques M1A1 Abrams entregados a Ucrania, la mayoría han sido destruidos por drones kamikaze rusos desde febrero de 2024.
Tanques M1A1 Abrams enfrentan drones en Ucrania
En la guerra en Ucrania, los tanques M1A1 Abrams entregados por Estados Unidos han sufrido pérdidas significativas desde su despliegue en febrero de 2024. De los 31 tanques proporcionados en septiembre de 2023, informes de fuentes rusas y occidentales indican que al menos 26 han sido destruidos, dañados o capturados para junio de 2025. Los drones kamikaze, combinados con misiles antitanque y artillería, han demostrado ser una amenaza letal para estos vehículos blindados, considerados entre los más avanzados del arsenal estadounidense.
El primer caso documentado de un M1A1 Abrams destruido ocurrió el 26 de febrero de 2024 en Berdychi, al noroeste de Avdiivka, una ciudad clave en el Donbás. Según la revista Military Watch, un dron kamikaze impactó el tanque, seguido por un ataque con un lanzagranadas antitanque portátil. Imágenes de drones mostraron que el compartimiento del motor y la munición del tanque se incendiaron, dejándolo inoperable. Este evento marcó la primera pérdida confirmada, apenas tres días después de que los Abrams comenzaran a operar en primera línea el 23 de febrero de 2024.
En marzo de 2024, canales militares rusos en Telegram reportaron la destrucción de varios tanques Abrams adicionales en la misma región. El 7 de marzo, una publicación en la red social X afirmó que tres tanques M1A1 Abrams fueron destruidos en menos de una semana, probablemente por misiles guiados antitanque. Dos días después, el 10 de marzo, otro informe señaló un cuarto tanque destruido, con un total de seis tanques y dos vehículos de ingeniería dañados o destruidos. Videos que acompañaban estos informes mostraban tanques en llamas o abandonados.
En abril de 2024, The New York Times reportó que cinco de los 31 tanques Abrams se perdieron en dos meses de combate activo, y otros tres sufrieron daños no críticos. Como resultado, las fuerzas ucranianas retiraron temporalmente los tanques de la zona de Avdiivka el 26 de abril de 2024, según Associated Press, debido al uso generalizado de drones de reconocimiento y ataque. A pesar de su redistribución en el verano de 2024, las pérdidas continuaron.
Pérdidas de tanques Abrams en Ucrania: Datos clave
- 26 de febrero de 2024: Primer tanque M1A1 Abrams destruido en Berdychi por un dron kamikaze y un lanzagranadas.
- Marzo de 2024: Tres tanques adicionales destruidos en una semana, según publicaciones en X.
- Abril de 2024: Cinco tanques perdidos y tres dañados, según The New York Times.
- Junio de 2024: Fuentes rusas afirman que 26 de los 31 tanques fueron destruidos.
- Marzo de 2025: Un tanque Abrams capturado en Kursk y enviado a Uralvagonzavod para estudio.
Impacto de los drones y limitaciones de los Abrams
En junio de 2024, fuentes rusas afirmaron que 26 de los 31 tanques Abrams habían sido destruidos desde febrero de 2024. Además, un tanque fue abandonado en el este de Ucrania por falta de combustible y capturado por las fuerzas rusas. Según Military Watch, el 30 de diciembre de 2024, al menos un tanque Abrams fue enviado a la planta de Uralvagonzavod para su análisis, tras ser abandonado por la 47ª Brigada Mecanizada ucraniana en la región de Kursk en marzo de 2025.
Fuentes occidentales, como The National Interest el 5 de enero de 2025, indicaron que más de 20 tanques Abrams habían sido destruidos, dañados o capturados desde septiembre de 2024. La combinación de drones baratos, con costos tan bajos como 10.000 dólares según Newsweek, y el gran perfil del Abrams, junto con su complejo mantenimiento y altos requisitos de combustible, lo convierten en un blanco vulnerable en el campo de batalla ucraniano.
Los tanques M1A1 Abrams entregados a Ucrania en septiembre de 2023 fueron modificados para exportación, y eliminaron el blindaje de uranio empobrecido, un componente clave de su protección en las versiones del Ejército de EE. UU. Este blindaje, introducido en 1988 en la variante M1A1HA, ofrece una resistencia equivalente a 960 mm contra proyectiles perforantes y 1600 mm contra municiones de carga moldeada. En su lugar, se utilizó un blindaje compuesto de cerámica y acero, similar al de modelos anteriores, lo que redujo su capacidad de resistir ataques de drones kamikaze y misiles antitanque como el Kornet.
La ausencia de blindaje de uranio, motivada por la política estadounidense de proteger tecnologías sensibles, aumentó la vulnerabilidad de los tanques. Además, la falta de sistemas avanzados de control de fuego y comunicaciones encriptadas limitó su integración en redes de combate ucranianas, y complicó la coordinación con otras unidades.
Comparación con otros tanques en la guerra
El T-90M Proryv ruso, utilizado ampliamente en Ucrania, ha demostrado ser un competidor formidable. Equipado con blindaje reactivo Relikt y el sistema de control de tiro Kalina, el T-90M dispara proyectiles perforantes y misiles guiados con alta precisión, incluso en movimiento. Su sistema de protección activa Arena-M neutraliza proyectiles entrantes, una capacidad ausente en los Abrams de exportación. Además, su motor diésel facilita el mantenimiento en comparación con el motor de turbina de gas del Abrams.
Por el lado ucraniano, el T-84 Oplot, aunque limitado en número, ofrece ventajas en maniobrabilidad y adaptabilidad al terreno local. Su sistema de protección activa Zaslon contrarresta misiles y drones, y su diseño más ligero lo hace más adecuado para las condiciones del este de Ucrania. Sin embargo, su producción limitada reduce su impacto en la guerra.
En el ámbito global, el Leopard 2A7+ alemán y el K2 Black Panther surcoreano superan al M1A1 en aspectos clave. El Leopard 2A7+ cuenta con blindaje modular y un cañón L55 de mayor alcance, mientras que el K2 integra carga automática y suspensión hidroneumática.
Otros tanques occidentales, como el Leopard 2 y el Challenger 2 británico, también han sufrido pérdidas en Ucrania. El primer Leopard 2 fue destruido en la primavera de 2023, y el primer Challenger 2 en septiembre de 2023, según informes de Forbes.
Contexto tecnológico del campo de batalla
la guerra en Ucrania, iniciado con la invasión rusa en febrero de 2022, ha servido como un laboratorio para probar tecnologías militares modernas. Los drones kamikaze, combinados con reconocimiento satelital y sistemas de guerra electrónica, han transformado el campo de batalla. La transparencia proporcionada por los datos satelitales permite identificar rápidamente columnas blindadas, mientras que los sistemas de interferencia complican la coordinación de unidades mecanizadas.
Los drones, con costos significativamente menores que los tanques, han demostrado ser capaces de neutralizar equipos pesados. Esta dinámica, junto con la captura de un tanque Abrams para su estudio en Uralvagonzavod. La combinación de tecnologías emergentes y la eliminación de características clave en los Abrams de exportación ha limitado su efectividad en Ucrania, lo que marca un punto de inflexión en la evolución de la guerra mecanizada.