Israel lanzó una ofensiva militar contra Irán, con ataques a instalaciones nucleares y militares en una campaña sin precedentes iniciada el viernes.
Operación León Naciente: Ataques a instalaciones nucleares de Irán
El viernes 13 de junio de 2025, Israel comenzó la Operación León Naciente, una serie de ataques aéreos dirigidos contra sitios nucleares y militares en Irán. La ofensiva apuntó al principal centro de enriquecimiento de uranio en Natanz, donde se destruyó la planta de enriquecimiento piloto ubicada en la superficie, según informó el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, el viernes. Además, los ataques alcanzaron instalaciones militares clave, incluida la sede de la Guardia Revolucionaria Islámica en Teherán, que resultó gravemente dañada por un incendio, según reportes de la televisión estatal iraní. La operación también destruyó aproximadamente el 30% de los lanzamisiles superficie-superficie de Irán, según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Effie Defrin.
Los ataques incluyeron el uso de activos de inteligencia del Mossad, que había establecido una base de drones dentro de Irán. Estos drones se activaron para atacar lanzamisiles cerca de Teherán, mientras que armas de precisión fueron colocadas cerca de sistemas de defensa antiaérea en el centro del país. Videos difundidos por el Mossad mostraron comandos que operaban en suelo iraní, con ataques a sistemas de defensa y misiles de largo alcance. La operación, que involucró más de 200 aviones, marcó la mayor acción militar contra Irán desde la Guerra Irán-Irak en la década de 1980.
En respuesta, Irán lanzó cientos de misiles balísticos contra Israel el viernes y sábado, con impactos en ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa. Según el servicio de emergencia israelí Magen David Adom, los ataques iraníes causaron la muerte de al menos 14 personas, incluidos civiles, y dejaron más de 100 heridos. Un misil iraní impactó un edificio residencial en Petah Tikva, con un saldo de tres personas muertas, mientras que otro ataque cerca de Haifa causó cinco muertos. Las defensas antiaéreas de Israel, incluida la Cúpula de Hierro, interceptaron la mayoría de los proyectiles, pero algunos lograron evadir los sistemas.
El lunes 16 de junio, Israel aumentó su ofensiva al atacar la sede de la emisora estatal iraní IRIB en Teherán durante una transmisión en vivo, lo que provocó la interrupción del programa y daños significativos al edificio. El ataque dejó escombros y un incendio visible, según imágenes de la televisión iraní. Ese mismo día, las FDI bombardearon centros de mando de la Fuerza Quds, un brazo de la Guardia Revolucionaria, con un saldo de cuatro oficiales muertos, incluido el jefe de la Organización de Inteligencia de la Guardia.
Datos clave de la Operación León Naciente
- Inicio: 13 de junio de 2025, con ataques aéreos en Teherán, Natanz y otras ciudades iraníes.
- Objetivos: Instalaciones nucleares en Natanz, bases militares y lanzamisiles balísticos iraníes.
- Daños en Irán: 224 muertos, 1,481 hospitalizados, según el Ministerio de Salud iraní al domingo.
- Daños en Israel: 14 muertos, más de 100 heridos por misiles iraníes, según Magen David Adom.
- Activos del Mossad: Base de drones en Irán y armas de precisión cerca de defensas antiaéreas.
- Impacto nuclear: Planta de enriquecimiento en Natanz destruida; Fordow permanece intacta, según el OIEA.
Conflicto Israel-Irán: Escalada militar y antecedentes
Los ataques de Israel se producen tras meses de tensiones crecientes con Irán, exacerbadas por la neutralización de los aliados regionales de Teherán. En septiembre de 2024, Israel detonó miles de beepers y walkie-talkies de Hezbolá en Líbano, con un saldo de miles de combatientes heridos en una operación de inteligencia planeada durante años. Ese mismo mes, un ataque aéreo israelí mató al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en Beirut, con un debilitamiento significativo de la milicia respaldada por Irán. En octubre, Israel eliminó al líder de Hamás, Yahya Sinwar, considerado el arquitecto de los ataques del 7 de octubre de 2023 en Israel.
El 1 de octubre de 2024, Irán lanzó aproximadamente 180 misiles balísticos contra Israel en represalia por las acciones contra Hezbolá y Hamás. La mayoría de los misiles fueron interceptados con apoyo de Estados Unidos y aliados europeos, pero el ataque marcó el segundo asalto directo desde territorio iraní contra Israel. En respuesta, Israel llevó a cabo tres oleadas de ataques aéreos en octubre, con la destrucción de sitios militares iraníes y sistemas de defensa antiaérea, lo que allanó el camino para la Operación León Naciente.
Los enfrentamientos directos entre Israel e Irán rompieron con décadas de una guerra en la sombra, caracterizada por ataques a través de proxies, asesinatos selectivos y operaciones encubiertas. Desde la Revolución Islámica de 1979, Irán ha apoyado a grupos como Hezbolá en Líbano y Hamás en Gaza, mientras que Israel ha realizado ataques aéreos contra objetivos iraníes en Siria y ha asesinado a científicos nucleares iraníes. En 2018, las fuerzas israelíes atacaron directamente a las fuerzas iraníes en Siria, lo que marcó un punto de inflexión en la guerra.
El programa nuclear de Irán ha sido un foco de preocupación para Israel, que considera que representa una amenaza existencial. El OIEA ha informado que los ataques israelíes probablemente destruyeron miles de centrifugadoras en Natanz, aunque el sitio de Fordow, ubicado bajo tierra, permanece en gran parte intacto. Irán insiste en que su programa nuclear es para fines pacíficos, pero las acusaciones occidentales de enriquecimiento de uranio a niveles aptos para armas han alimentado las tensiones.
Impacto regional y global de la guerra Israel-Irán
La Operación León Naciente ha generado repercusiones significativas en la región y más allá. En Irán, los ataques han causado daños a instalaciones energéticas, incluida una refinería de petróleo y un depósito de gas en Teherán, según medios estatales iraníes. Los bombardeos también alcanzaron el hospital Farabi en Kermanshah, con daños al edificio y estructuras cercanas. La capacidad de Irán para responder con sus proxies regionales, como Hezbolá y los Hutíes en Yemen, se ha visto reducida tras las pérdidas sufridas por estos grupos en 2024.
En Israel, los misiles iraníes han causado evacuaciones y cierres temporales de embajadas, incluida la de Estados Unidos en Jerusalén y su sucursal en Tel Aviv. Un misil disparado desde Yemen, alineado con los Hutíes, impactó en Hebrón, en Judea y Samaria, con un saldo de tres niños palestinos heridos, según la Media Luna Roja Palestina. La ofensiva israelí ha recibido respaldo de aliados occidentales, quienes han afirmado el derecho de Israel a la autodefensa, aunque han instado a la desescalada.
En el ámbito internacional, la cancelación de las negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, previstas para el 15 de junio en Omán, marcó un revés diplomático. Irán impuso restricciones generalizadas a internet tras los ataques, lo que dificultó la evaluación del daño. La Unión Europea y países como Reino Unido, Francia y Australia expresaron preocupación por la escalada, mientras que Rusia y China condenaron las acciones de Israel. La sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU y la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA concluyeron sin resoluciones contra Israel.
La Operación León Naciente ha resaltado la destreza de Israel en operaciones clandestinas, como la infiltración de comandos y el uso de drones en suelo iraní. Sin embargo, la continuidad de los ataques plantea riesgos de una guerra prolongada, especialmente si Irán opta por reconstruir su capacidad nuclear o intensificar sus represalias.