EL-ARISH, Egipto – Las autoridades médicas y de seguridad de Egipto dijeron el sábado que una explosión en una ciudad en el restablecido norte de la Península del Sinaí había matado al menos a nueve personas de la misma familia.
Los funcionarios dijeron que la explosión en Bir al-Abd también hirió a seis personas. No quedó claro de inmediato quién estaba detrás del bombardeo y no hubo detalles adicionales.
Por otra parte, las autoridades dijeron que siete miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en dos ataques militantes en Bir al-Abd y en la ciudad fronteriza de Rafah.
La ciudad fue escenario de un horrible ataque en 2017 contra una mezquita por parte de extremistas islámicos que causó la muerte de más de 300 personas.
Egipto está luchando contra una insurgencia liderada por el Estado Islámico en el Sinaí que se intensificó después de que los militares derrocaron a un presidente islamista elegido pero divisivo en 2013. Los militantes han llevado a cabo decenas de ataques, principalmente contra las fuerzas de seguridad y los cristianos.
La violencia se ha centrado en la península del Sinaí, donde se ha producido un levantamiento islamista contra el gobierno egipcio en los últimos años, y donde se encuentra una rama del Estado Islámico. En el pasado, algunos clanes beduinos se dedicaban a la trata de personas y a secuestros masivos con fines de rescate en el centro de la península.
En febrero de 2018, el ejército egipcio lanzó una operación nacional contra las fuerzas islamistas, centrada principalmente en el norte del Sinaí y en el desierto occidental, a lo largo de la porosa frontera con Libia.
No se dispone de estadísticas independientes y las regiones en las que ha tenido lugar gran parte de los combates están aisladas para los periodistas, lo que dificulta enormemente la verificación de las cifras de víctimas.
El 27 de septiembre, una emboscada terrorista en Bir al-Abd mató a siete soldados y un civil.
El Estado Islámico alegó el ataque mortal, informó Reuters, citando fuentes de seguridad.
Dos soldados egipcios también resultaron heridos en el ataque. IS afirmó en su agencia de noticias Amaq que 15 de sus miembros habían sido asesinados.
Horas más tarde, un proyectil disparado desde el Sinaí explotó en la comunidad israelí de Bnei Netzarim, en lo que parecía ser un caso de lucha interna entre las fuerzas egipcias y los militantes que se derramaban por la frontera.
No hubo víctimas, aunque la sinagoga de la comunidad sufrió daños leves. El parabrisas trasero de un coche aparcado se rompió.