El presidente ruso, Vladimir Putin, considera que las consecuencias energéticas para Europa son catastróficas si continúan las sanciones contra su país.
“Sabemos que los europeos intentan sustituir los recursos energéticos rusos. Sin embargo, esperamos que el resultado de tales acciones sea un aumento de los precios del gas en el mercado al contado y un incremento del coste de los recursos energéticos para los consumidores finales”, dijo Putin en una reunión televisada con altos funcionarios el viernes.
El resultado, según Putin, es que las sanciones se notarán más en Europa que en Rusia. “Un mayor uso de las sanciones puede llevar a consecuencias aún más graves -sin exagerar, incluso catastróficas- en el mercado energético mundial”, dijo Putin.
Europa se ha esforzado por encontrar una forma segura de castigar a Rusia por su invasión de Ucrania sin sentir el dolor, dado que Europa ha dependido de Rusia para aproximadamente el 40% de sus necesidades de gas natural. Las principales economías europeas, como Alemania, ya están lidiando con las quiebras de las compañías eléctricas, ya que se abastecen de gas natural de alto coste de fuentes distintas a Rusia. Europa se apresura a reponer el gas natural almacenado antes de que comience la temporada de calefacción de 2022, pero se encuentra con que esas reservas tienen un precio muy alto.
Rusia ya ha cortado la espita del gas natural a los países “no amigos” que no han llegado a un acuerdo para pagar el gas ruso con una cuenta en rublos en Gazprombank. A Bulgaria, Finlandia y Polonia se les ha cortado el flujo de gas procedente de Rusia, junto con numerosos compradores como Orsted y Shell.
Europa está estudiando la posibilidad de limitar el precio del petróleo ruso para castigar a Rusia restringiendo sus ingresos y manteniendo su suministro de crudo, pero los detalles son complejos y requerirían la participación de otros países, como China e India. Los críticos del plan sugieren que tal plan no tiene sentido y tiene pocas posibilidades de funcionar.