Documentos recientes de las FDI revelan el compromiso de la Fuerza Aérea israelí en refinar estrategias post-Guerra del Yom Kippur.
Lecciones duraderas del Yom Kippur
En conmemoración del medio siglo de la Guerra del Yom Kippur, las FDI han sacado a la luz el abordaje meticuloso de la Fuerza Aérea de Israel para capitalizar enseñanzas del conflicto.
El coronel Eli Cohen destacó en 1982 la persistente relevancia de las lecciones obtenidas, tanto en la configuración de la fuerza como en su operatividad.
Asimismo, durante la Operación Paz para Galilea, se percibió la necesidad de reevaluar el impacto del Yom Kippur en la aviación militar.
Reformas y ajustes en la Fuerza Aérea
Tras identificar fallos operativos de la guerra, la Fuerza Aérea adoptó varias medidas correctivas. Sin embargo, en situaciones específicas, debido a restricciones de recursos, se dieron prioridades a temas más cruciales.
Por ejemplo, se creó una ala especializada en transporte y se incrementó el parque de aeronaves. En una década, las obsoletas unidades Nord Noratlas fueron reemplazadas por modernos Boeing 707 y Lockheed C-130 Hércules, estos últimos todavía en uso.
Respuesta a amenazas tierra-aire
Las baterías de misiles tierra-aire (SAM) presentaron un desafío significativo para Israel durante la guerra. Como respuesta, se reformuló el entrenamiento y equipamiento de la IAF para contrarrestar estas amenazas.
Entre las acciones destacadas, se capacitó a los pilotos en técnicas de evasión, se equiparon las aeronaves con vainas chaff y sistemas de alerta SAM. Además, se priorizó la adquisición de armamento que permitiera atacar desde fuera del alcance de las defensas enemigas.
Fortalecimiento de defensas antiaéreas
Post conflicto, Israel intensificó sus esfuerzos en defensas antiaéreas, adquiriendo cañones antiaéreos y sistemas SAM de avanzada tecnología, mejorando significativamente su capacidad defensiva.
Adicionalmente, tras la retirada de la península del Sinaí, se instaló un sistema de detección radar más robusto. Actualmente, con sistemas como la Cúpula de Hierro, Israel se ha posicionado como líder en tecnologías de defensa antiaérea.
Preparación contra amenazas no convencionales
Después de la Guerra de Yom Kippur, surgió una creciente preocupación por posibles ataques con armas químicas y biológicas. Esto llevó a la protección de instalaciones militares y la dotación de equipos especializados para las tropas.
Con la cooperación de las fuerzas terrestres de las FDI, se reforzaron diversos puestos y posiciones avanzadas, garantizando una defensa integral ante distintos tipos de amenazas.
Expansión y modernización de bases aéreas
Entre 1973 y 1982, Israel incrementó su infraestructura aérea, estableciendo nuevas bases y campos de aterrizaje. Aeronaves como los F-15 Eagles y F-16 Fighting Falcons se convirtieron en pilares de la flota, evidenciando el compromiso continuo de Israel con la modernización y preparación militar.
La evolución y resilencia de las Fuerzas Aéreas de Israel
Israel refuerza su defensa aérea tras las lecciones de la Guerra del Yom Kippur, invirtiendo en tecnología, estrategia y entrenamiento.
Mejoras en las comunicaciones aéreas
Para fortalecer las comunicaciones entre aviones y comandos, Israel incorporó radios encriptadas a reactores modernos y antiguos. Sin embargo, en 1982, había un déficit de estos dispositivos. A pesar de tener jets avanzados como los F-15 y Kfir, enfrentaron desafíos para interceptar aeronaves de alta altitud, especialmente el Mikoyan-Gurevich MiG-25.
El objetivo principal de la IAF era reforzar su capacidad ofensiva. Esto llevó a la adquisición de F-16, F-15 y aviones para reabastecimiento en pleno vuelo. Asimismo, se optimizaron aviones existentes como el F-4 Phantom para que pudieran repostar en el aire. Israel no solo fortaleció su flota, sino que también invirtió en armamento avanzado para atacar blancos estratégicos.
“El alcance de esta capacidad quedó patente en el ataque al núcleo [del reactor de Osirak] en Irak”, señaló Cohen.
Reconocimiento y tecnología UAV de vanguardia
Para un mejor reconocimiento estratégico, Israel incrementó su uso de fotografía aérea de alta resolución con el F-4 Phantom. Este enfoque en inteligencia aérea llevó al desarrollo y producción de vehículos aéreos no tripulados, como el Scout de IAI. Gracias a estas inversiones tempranas, Israel es ahora un referente mundial en tecnología UAV.
La IAF también expandió su ala de combate terrestre, estableciendo un ala especializada en helicópteros. Esta ala contaba con tres escuadrones y múltiples bases para albergar las aeronaves. Con el objetivo de mejorar las operaciones nocturnas, se incorporaron nuevos visores y sensores a los helicópteros. Además, se renovó la flota, reemplazando helicópteros más antiguos por modelos más modernos y versátiles.
En cuanto a las operaciones aire-tierra, las FDI exploraron soluciones misilísticas para enfrentar a infanterías fortificadas. Sin embargo, para 1982 aún estaban en búsqueda de la opción óptima.
Reestructuración y enfoque en el personal
La Fuerza Aérea realizó cambios organizativos, introduciendo departamentos especializados para mejorar la eficiencia y la colaboración entre las distintas áreas. A raíz de los desafíos enfrentados en combate, en 1976 se estableció una Unidad de Personas Desaparecidas (MPU) dedicada a localizar y honrar a los soldados caídos.
El General de División Tomer Bar destacó la resiliencia y el aprendizaje continuo del Ejército del Aire: “A lo largo de los años, la Fuerza Aérea aprendió y adaptó las lecciones de cada conflicto, reforzando sus procesos y tácticas con cada generación”. Bar enfatizó la importancia de la confianza y la dedicación, recordando la valentía de los combatientes durante la Guerra del Yom Kippur.
El compromiso y la determinación fueron evidentes en el conflicto, donde las Fuerzas Aéreas israelíes perdieron más de cien aviones. Esta guerra tuvo un alto coste, con 2.689 militares de las FDI caídos, miles heridos y cientos capturados.