A principios de febrero, Irán reveló imágenes de su nueva base de la Fuerza Aérea apodada “Eagle 44”. A juzgar por las imágenes publicadas, los analistas creen que la nueva base albergará un cargamento de cazas rusos Sukhoi Su-35.
El gobierno iraní detalló que el nuevo emplazamiento se utilizaría como plataforma de lanzamiento para responder a cualquier posible ataque futuro de Israel u otros adversarios.
Según un informe del New York Times, en el vídeo propagandístico difundido por funcionarios del régimen se mostraban siluetas de cazas almacenados en Eagle 44. Aunque la mayoría de las siluetas representaban cazas iraníes conocidos, una parecía ser un avión de combate avanzado de Rusia.
Dado que Teherán ha proporcionado a Moscú aviones no tripulados asesinos para su uso en Ucrania, es probable que se produzca un envío de Su-35 a cambio.
Los dos Estados canallas han estado colaborando más estrechamente a la luz de las sanciones que les impuso la mayoría de la comunidad internacional.
La historia del caza Su-35 de Sukhoi
Designado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte como “Flanker-E”, el Su-35 es el nombre dado a dos variantes mejoradas de su predecesor Su-27.
El avión monoplaza, supermaniobrable y bimotor realizó su primer vuelo en 1988 con el nombre de Su-27.
Tras la disolución de la Unión Soviética, la plataforma fue rebautizada como Su-35 para atraer clientes de exportación.
Durante la Guerra Fría, el Kremlin quería fabricar un avión de combate autóctono similar al F-15 Eagle, de fabricación estadounidense, y el Su-35 era la solución.
El fuselaje ha sido objeto de múltiples actualizaciones a lo largo de los años y hoy posee capacidades bastante avanzadas.
¿Qué hace del Flanker-E una plataforma de cuarta generación “plus”?
De hecho, el Flanker-E podría compararse exactamente con el F-15 en cuanto a electrónica y armamento.
Sin embargo, a Moscú le gusta presumir de que el Su-35 es de “cuarta generación plus”. Dado que el reactor es supermaniobrable, puede realizar maniobras controladas que no serían posibles mediante mecanismos aerodinámicos normales.
El Flanker-E puede alcanzar velocidades de aproximadamente 1.500 millas por hora (Mach 2,25), lo que equivale al F-22 Raptor estadounidense y, de hecho, es más rápido que el F-35 Lightning II estadounidense. Con una autonomía de vuelo de más de 2.000 millas y un techo de servicio de casi 60.000 pies, el Su-35 puede volar alto y durante mucho tiempo.
Como resume la United Aircraft Corporation (UAC), el Flanker-E “combina las cualidades de un caza moderno (supermaniobrabilidad, ayudas de adquisición activas y pasivas superiores, alta velocidad supersónica y largo alcance, capacidad de gestionar acciones de grupos de combate, etc.) y de un buen avión táctico (amplia gama de armas que puede portar, moderno sistema de guerra electrónica multicanal, firma de radar reducida y alta capacidad de supervivencia en combate)”.
El caza avanzado está armado con un cañón Gryazev-Shipunov GSh-30-1 de 30 mm con 150 cartuchos y puede transportar además hasta 17.000 libras de munición aire-tierra. Aunque las fuerzas rusas no posean actualmente una gran cantidad de municiones guiadas de precisión, sigue existiendo la posibilidad de utilizar estas armas a gran escala.
Irán quiere Su-35 para revivir sus escasas capacidades de la Fuerza Aérea
Una afluencia de cazas avanzados Su-35 mejoraría enormemente las capacidades de la Fuerza Aérea de Irán.
El régimen sigue dependiendo en gran medida de tecnología anticuada y robada, incluidos los cazas F-14 Tomcat y F-4 Phantom.
La incorporación de una plataforma de cuarta generación “plus” sería sin duda una ventaja para Teherán.
Los expertos del sector sospechaban desde hace tiempo que el Kremlin tendría que pagar en algún momento el precio de los envíos de drones de combate letales que el régimen iraní entregó para su invasión de Ucrania.
Combinado con las últimas pistas proporcionadas por las imágenes recientemente publicadas del Eagle 44, es probable que el Su-35 ruso sea el reembolso del Kremlin.