MOSCÚ, RUSIA – El Su-57 Felon ya no solo ataca más allá del alcance visual. El caza ruso participó en un combate aéreo, según informan los medios occidentales, en su mayoría británicos. Los Su-27 y Su-24 ucranianos han sido víctimas del “criminal” ruso.
Ya en octubre del año pasado empezaron a llegar señales de que el Su-57 estaba combatiendo en el aire. Y no se trata de atacar objetivos terrestres, sino de destruir aviones enemigos mientras están en vuelo. Según las fuentes, los aviones ucranianos que atacaron la región de Belgorod el año pasado fueron derribados por Su-57. Los impactos de los cazas rusos se produjeron a una distancia de 217 km utilizando misiles más allá del alcance visual.
La confirmación de los hechos del pasado octubre llegó este mes de enero. Un informe de los servicios de inteligencia británicos apunta al uso de misiles aire-aire. Es decir, efectivamente, los Su-57 participaron en los disparos contra objetivos aéreos ucranianos. Los informes indican que la participación de los Su-57 en combates aéreos es a partir de finales de 2022. Los mismos informes indican que los Su-57 han atacado objetivos terrestres desde al menos principios de junio de 2022.
Los Su-57 utilizan misiles aire-aire R-37M. Este misil tiene un alcance de 400 km. Por el momento, no se conoce ningún otro misil en el mundo [excepto tal vez en China, pero no se sabe] que pueda alcanzar objetivos aéreos de maniobra en el aire a una distancia de 200 km.
En febrero, llegó de nuevo la confirmación desde Gran Bretaña de que el Su-57 derribó un avión ucraniano en el aire. La información fue publicada en el periódico británico The Conversation. El periódico da más detalles. Según su fuente, el Su-57 asumió las funciones del Su-35 específicamente para esta misión. Es decir, el Su-57 escoltó al MiG-31, que debía destruir un objetivo terrestre usando un misil hipersónico. El Su-57 cubrió las acciones del MiG-31 interceptando un avión ucraniano y disparando el mismo misil aire-aire: el R-37M.
El R-37M es un arma aérea altamente impactante, supersónica, que se desplaza a una velocidad de Mach 5 o Mach 6. Como ya se ha mencionado, el alcance más efectivo del misil se sitúa entre 150 km y 398 km de distancia aérea. El misil dispone de un sistema de guiado Inercial con actualización a mitad de curso, semiactivo y activo por radar.
Se trata de un punto de inflexión en la aviación rusa, incluso en la mundial. El Su-57 es el primer caza furtivo utilizado en operaciones militares de alta intensidad en el aire, y en tierra, contra un sistema de defensa aérea existente. Hay pruebas de que el F-35 Lightning II ha tenido ataques, pero han sido en operaciones militares especializadas dirigidas contra instalaciones terrestres pobres en defensas aéreas.
La participación del Su-57 en la guerra en Ucrania, así como el uso del misil R-37M, supone un serio impulso en el desarrollo del programa y para la aviación rusa en general. Esta participación es una especie de golpe a la imagen de los cazas estadounidenses y chinos de quinta generación. El F-35 existe desde hace 17 años y hasta ahora no puede presumir de los éxitos del Su-57 construido en pocos meses.
No es de extrañar que en los últimos meses se haya informado desde Moscú de que el Su-57 se está convirtiendo en un programa cada vez más importante para la aviación rusa. Muchos medios de comunicación occidentales abandonaron el pragmatismo y el realismo y calificaron el Su-57 de fracaso, supeditado a sus preferencias. Sin embargo, resulta que el Su-57 empezó muy pronto a escalar una cima que sus competidores ya habían superado.
Se espera que para finales de 2023, las Fuerzas Aeroespaciales rusas dispongan de 22 Su-57 listos para operar. Ese número se duplicará a finales de 2024, según los informes rusos. Rusia ha invertido cientos de millones de dólares en nuevas instalaciones de producción. La planta aeronáutica de Komsomolsk-on-Amur es la receptora de las inversiones de producción.
La flota rusa de Su-57 crece a un ritmo muy lento. Sin embargo, Rusia nunca ha querido construir enormes flotas de cazas furtivos como China y Estados Unidos. Moscú comprimirá la cantidad integrando nuevas tecnologías. El Su-57 ya puede volar y operar el avión no tripulado de ataque Su-70 Okhotnik, cuya producción se ha retrasado por razones obvias. Los nuevos radares AESA del Su-57, su gran maniobrabilidad y su armamento letal han llevado hasta hace poco a los críticos a calificarlo de “agradable sorpresa” y “super caza”.
Más experiencia en combate
Recordemos: el Su-57 se retrasó cinco años. Ahora, sin embargo, este tiempo transcurrido plantea otra pregunta: ¿no necesitaban los ingenieros rusos este tiempo para garantizar su preparación operativa? Eso nunca lo sabremos.
En el contexto de los éxitos del Su-57 ruso en la guerra en Ucrania, consideremos los éxitos de sus competidores en la batalla aire-aire. El F-22 Raptor tiene una batalla en el aire que apenas califica de logro: el derribo de un globo de reconocimiento chino hace semanas. El F-35 también tiene una batalla en el aire, también difícil de definir como significativa: el derribo de un dron en Oriente Medio. Ambos casos carecen de combates intensos.
Todo lo ocurrido con el Su-57 en Ucrania ha abierto la puerta a Moscú para negociar con Nueva Delhi el desarrollo conjunto del Su-57. De momento, son solo repeticiones y el resultado final no está claro. Pero sin duda da confianza a Sukhoi de que pueden ofrecer a los indios algo que los otros cazas F-35, F-22 y J-20 no pueden: experiencia de combate.