Las salas de coronavirus de cuatro de los hospitales más grandes de Israel están llenas, con un quinto que se acerca a la capacidad total, según el Ministerio de Salud, a medida que el número de casos graves de COVID-19 en el país sigue aumentando, lo que supone una carga para el sistema de salud.
El Ministerio de Salud también registró una sobrecarga general en los hospitales, con dos importantes centros médicos de Jerusalén y los mayores hospitales de Tel Aviv y de la cercana Ramat Gan operando cerca o por encima de su capacidad total.
Según el Ministerio de Salud, más de 700 pacientes de COVID-19 están actualmente hospitalizados en todo el país, incluidos 317 que figuran en la lista de enfermedades graves, de los cuales alrededor de un tercio están con respiradores.
El Ministerio dijo que el Hospital Hadassah de Jerusalén, Ein Kerem, estaba operando al 120% de su capacidad, mientras que su departamento de tratamiento de virus estaba al 152% de su capacidad. En el Centro Médico Shaare Zedek, también en la capital, los pabellones estaban al 104% de su capacidad y el departamento de virus al 106%, dijo el ministerio.
En Tel Aviv, el Centro Médico Ichilov estaba al 104% de capacidad, con un 110% para su departamento de virus, y el Centro Médico Sheba, el hospital más grande del país, estaba al 99,56% de capacidad con el 90% de su departamento de coronavirus lleno.
Otro hospital, el Centro Médico Assaf Harofeh, cerca de Tel Aviv, estaba al 66.89% de su capacidad máxima pero su sala de virus estaba al 110%.
El lunes, el Centro Médico Hadassah Ein Kerem de Jerusalén dijo que ya no podía recibir a los recién llegados en su sala de emergencias y los envió a su campus del Monte Scopus. Más tarde anunció que estaba aceptando de nuevo a los recién llegados y no estaba claro si el incidente se debía a la carga de coronavirus.
A la carga de los hospitales se añade el número de personal que se ve obligado a entrar a aislamiento después de estar expuesto al virus. Hadassah Ein Kerem tiene 103 miembros del personal en cuarentena, Shaare Zedek 93, Assaf Harofeh 86, e Ichilov 78, según las cifras del ministerio.
Según los datos, en total hay 3.069 miembros del personal médico en aislamiento, de los cuales 468 son médicos, 861 enfermeras y los restantes 1.740 son otros trabajadores médicos.
Había 738 pacientes hospitalizados con el coronavirus, según las cifras del Ministerio de Salud. De ellos, 317 estaban en estado grave, incluidos 104 con respiradores. El domingo, 1.039 nuevos pacientes fueron diagnosticados con COVID-19, la enfermedad causada por el virus.
El número de muertes por el coronavirus subió a 473 el lunes, cuando el ministerio anunció tres muertes más desde la actualización de la noche anterior.
“Cada día recibimos 14 nuevos pacientes con coronavirus y publicamos un número similar para mantener el ritmo”, dijo la profesora Galia Rahav, jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico de Sheba, a las noticias del Canal 12.
Dijo que tanto las salas de coronavirus como las salas regulares estaban sobrecargadas. “Constantemente tenemos que pensar en nuevas formas de encontrar espacio para todos. La sensación es que nos estamos burlando del trabajo”, dijo.
Rahav dijo que a medida que se acerque el invierno, habrá un mayor número de pacientes de gripe hospitalizados con neumonía, lo que se suma a las dificultades.
“De un día para otro ya podemos ver que no tenemos espacio – y junto con eso tenemos personal médico en cuarentena, lo cual es otro desafío”, dijo.
Rahav dijo que, aunque el Ministerio de Salud había cambiado las definiciones de un paciente curado, permitiendo que algunos fueran liberados antes de la cuarentena si no mostraban síntomas durante varios días, todavía había “un gran desorden” en el terreno.
“Nosotros, como equipo médico que se preocupa por la salud pública, no nos sentimos cómodos liberando del aislamiento a un paciente cuyo resultado de prueba es positivo y puede infectar a otros y eventualmente llevar a un aumento de la carga de trabajo en las salas”, dijo.
Rahav dijo que la solución era crear más puestos para que los médicos y las enfermeras se ocuparan de la carga de trabajo.
El subdirector del Centro Médico Shaare Zedek, Sefi Mendlovicz, dijo a la estación que algunos pacientes con virus fueron enviados a otros hospitales porque no había espacio.
“No hay un momento de descanso”, dijo.
El hospital está esperando la aprobación para crear una nueva unidad de coronavirus, que se construirá sin utilizar los recursos del hospital principal, según el informe.
El director de Assaf Harofeh, Osnat Levtzion-Korach, dijo que si otros 30 pacientes con virus llegan al hospital, esto creará un serio desafío. El hospital tiene actualmente 60 pacientes de COVID-19, pero si el número se eleva por encima de 90 será necesario trasladar a algunos de los pacientes a otros departamentos.
Eso, dijo, “tendrá implicaciones de aplazar la cirugía en otras áreas médicas”.
Dijo que los hospitales gubernamentales, como el suyo, necesitan un aumento presupuestario inmediato.
“El dinero debe ser transferido al sistema para que podamos hacer frente al aumento de las infecciones [de virus]”, dijo.
Israel ha estado luchando para contener un resurgimiento del virus que comenzó después de que se levantara gradualmente el bloqueo nacional aplicado a principios de año.