Como AWACS, el E-3 Sentry aporta vigilancia y enlaces de datos que convierten la detección en decisiones, coordinan fuerzas y sostienen operaciones conjuntas.
El E-3 como nodo de mando y control para la batalla aérea de la USAF
El E-3 Sentry, dentro del sistema aerotransportado de alerta temprana y control (AWACS) de la USAF, funciona como plataforma integrada de vigilancia, detección y seguimiento de objetivos. Su papel central consiste en actuar como nodo de mando y control para la gestión de la batalla aérea. Desde altura, entrega una imagen precisa y en tiempo real del espacio de combate al Centro Conjunto de Operaciones Aéreas y proporciona alerta temprana ante acciones enemigas, en cualquier meteorología.
La contribución al mando y control nace de su capacidad para convertir la vigilancia en decisiones operativas. El avión observa, integra y distribuye información para que los responsables de la conducción asignen misiones, ajusten prioridades y coordinen fuerzas en curso. La ficha técnica de la USAF indica que el sistema opera de forma autónoma o dentro de una integración horizontal con elementos de mando y control y de inteligencia, vigilancia y reconocimiento del Sistema de Control Aéreo del Teatro.
Esa conciencia situacional llega a la cabina de misión mediante un proceso de recopilación, organización y presentación de datos. Además de la tripulación de vuelo, el E-3 lleva un equipo de misión que trabaja en consolas con información procesada en formatos gráfico y tabular. Los especialistas asumen funciones de vigilancia, identificación, control de armas, gestión de la batalla y comunicaciones. Con ese trabajo sostienen el control del área asignada y mantienen la alerta temprana con fuerzas propias, neutrales u hostiles.
El elemento más visible es el radomo rotatorio sobre el fuselaje, que aloja el subsistema de radar. Según la USAF, ese radar ofrece vigilancia desde la superficie terrestre hasta la estratosfera, sobre tierra o sobre agua. La institución sitúa su alcance en más de 250 millas y señala que, junto con el subsistema de identificación amigo o enemigo, permite detectar, identificar y seguir aeronaves a baja cota. Para ello reduce los retornos de ruido terrestre que degradan otros radares.
Datos técnicos clave del radomo, el radar y la autonomía del E-3
- Radomo rotatorio de 30 pies (9,1 metros) de diámetro, seis pies (1,8 metros) de espesor y situado a 11 pies (3,33 metros) sobre el avión con dos soportes.
- Vigilancia del radar desde la superficie terrestre hasta la estratosfera, sobre tierra o agua, con un alcance de más de 250 millas (375,5 kilómetros).
- Con identificación amigo o enemigo, el radar detecta y sigue aeronaves a baja cota al filtrar retornos de ruido terrestre.
- Conjunto de comunicaciones con radios de alta, muy alta y ultra alta frecuencia, comunicaciones por satélite y enlaces de datos tácticos Link 16 y Link 11.
- Perfil de misión de alrededor de ocho horas sin reabastecimiento, alcance de más de 5.000 millas náuticas (9.250 kilómetros) y techo por encima de 29.000 pies (8.788 metros).
Conectividad y enlaces de datos que sostienen operaciones conjuntas aéreas
La mejora del mando y control también depende de la conectividad, y el E-3 se diseñó para intercambiar datos con otros sistemas y con plataformas ejecutoras. La USAF afirma que el avión detecta amenazas y controla medios por debajo y más allá de la cobertura del mando y control en tierra, con apoyo de enlaces de datos. DOT&E detalla un conjunto de comunicaciones con radios de alta, muy alta y ultra alta frecuencia, satélite y enlaces tácticos Link 16 y Link 11.
Esa red de intercambio convierte al E-3 en un centro aerotransportado de coordinación de medios. DOT&E asocia su empleo a operaciones contra amenazas aéreas y marítimas y a misiones de ataque. En ese marco, el sistema facilita la asignación dinámica de objetivos, el apoyo aéreo cercano, la supresión de defensas antiaéreas enemigas y el ataque estratégico. Al operar en altura con amplia cobertura, reduce la dependencia de radares terrestres para la gestión del espacio aéreo.
El mismo informe añade misiones que amplían la coordinación más allá del combate aire-aire. El E-3 apoya la gestión de operaciones de reabastecimiento en vuelo, misiones de búsqueda y rescate en combate y tareas de operaciones especiales. Esa función de coordinación facilita la asignación de interceptores y escoltas en tiempo real y mejora la continuidad del control cuando el mando en tierra no cubre el área. Así, la situación aérea llega a centros en tierra, unidades navales y otras aeronaves.
La movilidad y la permanencia en zona completan ese refuerzo del mando y control al sostener ciclos largos de vigilancia y dirección. La USAF indica que el E-3 vuela alrededor de ocho horas sin reabastecimiento y amplía alcance y tiempo en estación con reabastecimiento en vuelo y un área de descanso a bordo. La ficha técnica cita una velocidad de crucero óptima de 360 millas por hora (Mach 0,48), y fija una tripulación de vuelo de cuatro personas y una tripulación de misión de 13 a 19 especialistas.
Modernización RSIP y Block 40/45 para actualizar el estándar E-3G
Las mejoras en mando y control se apoyaron en programas de modernización que reforzaron el rendimiento del radar y actualizaron la informática de misión y las pantallas de trabajo. La USAF sitúa en 1999 el inicio del Radar System Improvement Program (RSIP), un esfuerzo conjunto de Estados Unidos y la OTAN. La institución señala que RSIP introdujo cambios intensivos en equipos y programas del radar existente, con mejoras en contramedidas electrónicas, fiabilidad, mantenibilidad y disponibilidad del sistema.
Sobre esa base, la modernización Block 40/45 supuso el salto principal en informática de misión. La USAF afirma que el programa sustituyó equipos y pantallas de la década de 1970 por una arquitectura abierta y por equipo y programas comerciales. El objetivo consistió en ofrecer herramientas de cálculo actuales a las tripulaciones. El estándar recibió la designación E-3G y buscó un procesamiento más moderno para apoyar la gestión táctica de la batalla y el trabajo en las consolas.
DOT&E explica que Block 40/45 reemplazó el sistema de cálculo de misión por una arquitectura abierta basada en servidores comerciales y 15 puestos interactivos conectados por una red de área local. La interfaz persona-máquina se apoya en Windows y utiliza un entorno de presentación táctica de Raytheon Solipsys. El sistema fusiona entradas de sensores a bordo y externas para generar una traza única por cada entidad aérea, marítima o terrestre mediante un algoritmo de integración multisensor.
DOT&E añade que el diseño pretendió mejorar Link 16 y las comunicaciones por satélite, automatizar la actualización de bases de datos a bordo y mejorar herramientas de seguimiento del estado del sistema. También buscó reforzar la planificación y la revisión posterior a la misión, con apoyo de un sistema en tierra desplegable. AFOTEC completó la evaluación operativa inicial en 2010 y calificó el sistema como eficaz, aunque no adecuado, y DOT&E citó después problemas de fiabilidad, integración y ciberseguridad.
Empleo operativo, marco OTAN y transición parcial al E-7 Wedgetail
El historial operativo que recoge la USAF muestra escenarios en los que el E-3 actuó como plataforma de mando y control en combate y en apoyo civil. La ficha técnica cita Desert Storm, Allied Force, Enduring Freedom, Iraqi Freedom y Odyssey Dawn/Unified Protector, además de Northern Watch, Southern Watch y Noble Eagle. En Estados Unidos, el avión apoyó operaciones de socorro tras los huracanes Rita y Katrina, al coordinar rescates entre autoridades militares y civiles, y registró por primera vez una guerra aérea completa.
La función de alerta temprana aerotransportada se proyecta en marcos multinacionales con el programa AWACS de la OTAN. La Alianza lo describe como un esfuerzo colaborativo bajo la Organización de Gestión del Programa de Alerta Temprana Aerotransportada y Control (NAPMO), con rendición de cuentas ante el Consejo del Atlántico Norte. La Agencia de Gestión del Programa (NAPMA), con sede en Brunssum, gestiona el día a día. La OTAN sitúa su cuartel general en Geilenkirchen y opera 14 E-3A con tripulaciones internacionales.
El marco institucional estadounidense vinculó la modernización del E-3 con un horizonte de sustitución parcial. En abril de 2022, el Departamento de la Fuerza Aérea comunicó que, tras una investigación de mercado, decidió reemplazar parte de la flota E-3 por el E-7 Wedgetail. El comunicado sostuvo que esa plataforma era la única capaz de cumplir los requisitos del Departamento de Defensa en gestión táctica de la batalla, mando y control e indicación de objetivos móviles dentro del plazo requerido.
En esa misma comunicación, la Fuerza Aérea incluyó en el presupuesto del año fiscal 2023 una solicitud de $227 millones para investigación, desarrollo, pruebas y evaluación, con el fin de apoyar la adquisición de un prototipo rápido. El plan también propuso una desinversión parcial de 15 de 31 aeronaves E-3 para redirigir financiación hacia el sustituto. Con esa decisión, la institución reconoció el envejecimiento de la flota y fijó un camino de transición para las capacidades AWACS.