La Fuerza Aérea Sueca opera JAS 39 Gripen desde carreteras para acortar respuestas a incursiones rusas. Ejercicios 2024 y misiones 2025 confirmaron doctrina BAS 90.
Operaciones de Gripen en carreteras y respuesta rápida aliada en Europa
El Ejército del Aire sueco mantiene en servicio los JAS 39 Gripen, diseñados para despegar y aterrizar en carreteras civiles. Esa capacidad acorta la respuesta ante incursiones aéreas rusas cerca del espacio de la OTAN, tal como demostraron ejercicios de 2024 y misiones de 2025. La fuerza practicó aterrizajes en autopistas próximas a Gotemburgo el 21 de mayo de 2024 y, en abril de 2025, dos Gripen interceptaron un IL-20 ruso sobre el Báltico.
Los Gripen integran despegue y aterrizaje cortos, con operación desde tramos de 16 metros de ancho y 500 metros para el despegue, además de 600 metros para el aterrizaje. Fabricados por Saab, incorporan canards delanteros que elevan el ángulo de ataque y la sustentación a baja velocidad. A la vez, alerones y timones de ala aportan carga aerodinámica adicional que mejora el frenado, con maniobras precisas sobre superficies no preparadas como caminos rurales o autopistas civiles.
En ejercicios recientes, los Gripen efectuaron aterrizajes en carreteras estrechas y realizaron después virajes de hasta 9G, lo que confirma la adaptación del sistema a condiciones exigentes. La Fuerza Aérea Sueca repitió estas prácticas en mayo de 2024 con aterrizajes en autopistas civiles cerca de Gotemburgo, con el objetivo de sostener la actividad operativa en caso de daños en bases aéreas, aeropuertos o pistas auxiliares y de reducir la dependencia de infraestructuras complejas.
Esta característica forma parte de una estrategia nacional que prioriza operaciones dispersas para disminuir la probabilidad de pérdida de bases aéreas convencionales ante un conflicto con Rusia. Gracias a esa doctrina, la fuerza puede lanzar salidas con rapidez desde posiciones improvisadas y sostener vigilancia en el Báltico y en el entorno de la OTAN, con activaciones inmediatas frente a vuelos militares rusos próximos al espacio aéreo aliado en periodos de tensión prolongada.
Datos clave sobre operaciones desde carreteras y misiones aliadas
- El 21 de mayo de 2024, la Fuerza Aérea Sueca practicó aterrizajes en autopistas próximas a Gotemburgo.
- El 24 de abril de 2025, dos Gripen interceptaron un IL-20 ruso desde Malbork bajo coordinación de Uedem.
- Operación desde tramos de 16 m de ancho, 500 m para despegue y 600 m para aterrizaje.
- Equipos de cuatro o cinco técnicos rearman y repostan un Gripen en quince minutos.
- Gripen E eleva el peso máximo al despegue a 16.000 kg y aumenta un 40 % el combustible interno.
BAS 90 y la dispersión sueca desde la Guerra Fría hasta hoy operativa
El sistema de bases dispersas BAS 90 nació en la década de 1950 como respuesta a la tensión con la Unión Soviética. A partir de esa doctrina, los cazas suecos J-35 Draken, J-37 Viggen y JAS 39 Gripen se concibieron para operar desde carreteras. Las operaciones dispersas buscan ubicar aeronaves en sitios ocultos o remotos y reducir la detección y el riesgo de ataques con armas de precisión de largo alcance contra pistas y aeródromos convencionales.
Un equipo reducido de cuatro o cinco técnicos puede rearmar y repostar un Gripen en quince minutos. Ese rendimiento se apoya en repostaje en caliente, en el reemplazo rápido de unidades sustituibles en línea y en sensores internos que notifican al piloto necesidades de mantenimiento. Con esos procesos, la fuerza mantiene un ritmo alto de salidas durante semanas sin instalaciones fijas ni redes clasificadas, lo que facilita despliegues en el exterior y en entornos geográficos diversos.
La versión Gripen E eleva el peso máximo al despegue hasta 16.000 kilogramos y aumenta en un cuarenta por ciento la capacidad de combustible interno, con mayor autonomía. En una guerra, la dispersión de aeronaves reduce la concentración en puntos vulnerables y permite respuestas inmediatas desde posiciones improvisadas. La Fuerza Aérea Sueca incorporó esa táctica a sus entrenamientos regulares, entre ellos los de 2024 con aterrizajes en carreteras civiles para simular activaciones ante amenazas aéreas.
Además, la República Checa empleó Gripen en misiones de la OTAN durante dos décadas. Ese empleo en un país aliado sostuvo la interoperabilidad y respaldó la adopción de procedimientos comunes. Con ese precedente, Suecia consolidó una doctrina que no depende de grandes infraestructuras y que permite mantener actividad operativa con recursos limitados. El resultado apuntala despliegues en Europa y fuera de ella con capacidad de reacción y mantenimiento sencillo cerca de la línea de frente.
Suecia en la OTAN y misiones 2025 de policía aérea reforzada en el Báltico
La adhesión de Suecia a la OTAN se formalizó el 7 de marzo de 2024 tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, un hecho que llevó a Suecia y Finlandia a abandonar su neutralidad histórica. Como miembro de la Alianza, Suecia aporta fuerzas terrestres y aéreas con interoperabilidad, entre ellas las funciones de combate aéreo y vigilancia de los Gripen, con integración en comunicaciones y procedimientos aliados para misiones de defensa en el flanco.
En enero de 2025, Suecia desplegó quinientos cincuenta efectivos en el batallón multinacional de la OTAN en Letonia, bajo liderazgo de Canadá y con tropas de más de una docena de países, para disuadir una invasión rusa en territorio aliado. En ese marco, los Gripen participaron en misiones de apoyo aéreo convencional, como los ejercicios nucleares de la OTAN de octubre de 2025, donde proporcionaron cobertura aérea junto con aviones F-35 dentro del dispositivo aliado.
El 24 de abril de 2025, dos JAS 39 Gripen desplegados en la base aérea de Malbork, en Polonia, realizaron la primera intercepción bajo mando de la OTAN tras identificar visualmente un IL-20 ruso de reconocimiento electrónico en espacio aéreo internacional al norte de la costa polaca. El Centro de Operaciones Aéreas Combinadas en Uedem coordinó la misión. En marzo de 2025, Suecia ya había enviado Gripen a una misión de defensa antiaérea en Polonia.
Ese hito supuso la primera ocasión en la que cazas suecos operaron desde una base extranjera dentro de una misión aliada. Las acciones respondieron a vuelos de aeronaves militares rusas cerca del espacio aéreo de la OTAN, con un aumento observado desde la invasión de Ucrania. Con despliegues fuera de su territorio, Suecia pasó de una defensa centrada en su país a la protección directa de fronteras aliadas, en coordinación con mandos aéreos de la Alianza.
Industria de defensa sueca y proyección en climas y mares bálticos duros
El mar Báltico concentra interés estratégico por su proximidad a Rusia, y la ubicación de Suecia facilita el empleo de medios aéreos y la posible instalación de radares, sistemas de defensa antiaérea y sistemas antibuque en la isla de Gotland. Ese contexto duplicó la frontera terrestre de la OTAN con Rusia y aportó nodos logísticos para refuerzos, además de ampliar opciones de comunicación mediante conexiones este-oeste que complementan los ejes tradicionales norte-sur en el teatro europeo.
En septiembre de 2024, Suecia se comprometió a actuar como nación marco de las fuerzas terrestres avanzadas de la OTAN en Finlandia, con despliegues previstos en uno o dos años a partir de la cooperación militar bilateral. Asimismo, Suecia aportó tres buques de guerra para aumentar la presencia aliada en el Báltico y proteger infraestructuras submarinas dentro de la operación Nordic Warden, iniciada en enero de 2025 por la Fuerza Expedicionaria Conjunta bajo liderazgo del Reino Unido.
Los Gripen, competidores del F-35 estadounidense, ofrecen opciones de personalización y reducen la dependencia de un único proveedor; además, las exportaciones a países de la OTAN contribuyen a la interoperabilidad. La industria de defensa sueca, con Saab como actor central, produce radares aerotransportados de alerta temprana, el sistema de artillería Archer, vehículos de combate de infantería CV-90 y submarinos de ataque convencionales, entre otros sistemas, que completan una gama industrial amplia.
Dos A26 Blekinge avanzan en Kockums con adaptación al Báltico somero y salobre, un entorno con límites para submarinos estadounidenses. Esas capacidades complementan medios aéreos. En ejercicios de noviembre de 2025, los Gripen operaron desde carreteras con nieve. Tailandia evaluó en febrero de 2025 operaciones desde autopistas improvisadas con Gripen. En el marco de la OTAN, esas prácticas refuerzan la disuasión en el Alto Norte y el Ártico, donde Suecia aporta experiencia en climas extremos.