En un infructuoso trato entre bastidores, el ex asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, John Bolton, lo acusó de delitos graves que incluían la búsqueda explícita de la ayuda del presidente chino, Xi Jinping, para ganar la reelección.
Bolton, un antiguo halcón de la política exterior que Trump despidió en septiembre por diferencias políticas, también mencionó que el presidente de los Estados Unidos había expresado su voluntad de detener las investigaciones criminales para dar “favores personales a los dictadores que le gustaban”, según un extracto del libro publicado en el New York Times.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre esos extractos mencionados en el escrito “La Habitación donde ocurrió: Unas memorias de la Casa Blanca” publicadas el miércoles en el Wall Street Journal, el New York Times y el Washington Post.
Las acusaciones forman parte de un libro que el gobierno estadounidense demandó el martes para bloquear la publicación de Bolton, argumentando que contenía información clasificada y que comprometería la seguridad nacional.
Juntos, retratan a un presidente de los Estados Unidos burlado por sus principales asesores que se expuso a acusaciones mucho más extensas de incorrección que las que llevaron a la Cámara de Representantes dirigida por los demócratas a impugnar a Trump el año pasado. El Senado dirigido por los republicanos absolvió a Trump a principios de febrero.
“Si los defensores del juicio político demócrata no hubieran estado tan obsesionados con su blitzkrieg en Ucrania en el 2019, si se hubieran tomado el tiempo de preguntar más sistemáticamente sobre el comportamiento de Trump en toda su política exterior, el resultado del juicio político bien podría haber sido diferente”, escribió Bolton, según extractos de su libro publicados en el Wall Street Journal.
Los críticos de Bolton señalan que se negó a testificar ante la investigación de la Casa Blanca cuando sus revelaciones podrían haber sido críticas, adhiriéndose en cambio a la orientación de la Casa Blanca.
El representante Adam Schiff, el demócrata de California que lideró el proceso de Trump Republicano, criticó a Bolton por decir en ese momento que “demandaría si se le citara”.
“En cambio, lo guardó para un libro”, mencionó Schiff en Twitter. “Bolton puede ser un autor, pero no es un patriota”.
Aun así, las alegaciones de Bolton proporcionan nuevas municiones a los críticos antes de las elecciones presidenciales del tres de noviembre, incluyendo sus relatos entre bastidores de las conversaciones de Trump con el Xi de China, que, en un caso, abordaron el tema del voto de los Estados Unidos.
“Trump entonces, sorprendentemente, dirigió la conversación a las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, aludiendo a la capacidad económica de China y suplicando a Xi que se asegurara de que ganaría”, escribió Bolton.
“Destacó la importancia de los agricultores y el aumento de las compras chinas de soja y trigo en el resultado electoral”, mencionó Bolton en el más profundo y perjudicial retrato de un interno de la administración de Trump hasta la fecha, y solo días después de que el ex secretario de defensa, Jim Mattis, acusara al presidente de intentar dividir a Estados Unidos.
TRIUNFAR SOBRE LA PRESIDENCIA ‘EROSIONADA’
Aunque la administración de Trump había criticado fuertemente la detención masiva en China de la minoría Uighur, en su mayoría musulmana, y de otros grupos musulmanes, Trump dio luz verde a Xi en esa misma reunión, afirmó Bolton.
“Según nuestro intérprete, Trump dijo que Xi debería seguir adelante con la construcción de los campamentos, lo que Trump pensó que era exactamente lo correcto”, indicó Bolton, añadiendo que otro alto funcionario de la Casa Blanca declaró que Trump hizo comentarios similares durante su viaje a China en noviembre del 2017.
Bolton citó una cantidad innumerable de conversaciones en las que Trump demostró “un comportamiento fundamentalmente inaceptable que erosionó la propia legitimidad de la presidencia”.
Ex embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas y comentarista de televisión de Fox News, el enfoque halcón de Bolton había llevado a un presidente cansado de los enredos militares extranjeros, mencionaron los funcionarios.
Trump a veces regañaba a Bolton en las reuniones, presentándole a los líderes extranjeros visitantes alegando: “Todos ustedes conocen al gran John Bolton. Te bombardeará. Él acabará con todo tu país”.
En extractos publicados en el Washington Post, Bolton escribe que Trump mencionó que invadir Venezuela sería “genial” y que era “realmente parte de los Estados Unidos”.
El gobierno estadounidense ha dicho públicamente que no está a favor del uso de la fuerza para derrocar al presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro.
El libro también expuso la visión a veces poco favorable que los asesores de Trump tienen de él. Durante una reunión en el 2018 con el líder norcoreano Kim Jong Un, Bolton argumenta que recibió una nota del Secretario de Estado, Mike Pompeo, burlándose de Trump.
“Está tan lleno de mierda”, se leía en la nota, según un extracto de Bolton en el Washington Post.
Aunque Trump critica públicamente a los periodistas, el libro de Bolton cita al presidente de los Estados Unidos haciendo algunos de sus comentarios más alarmantes hasta la fecha. En una reunión en el verano del 2019 en Nueva Jersey, Trump supuestamente señaló que los periodistas deben ser encarcelados cuando no divulguen sus fuentes: “Estas personas deben ser ejecutadas. Son unos cabrones”, se leía en otro extracto del Post.