El grupo terrorista Hezbolá del Líbano ha hecho preparativos para un colapso total del Estado fracturado, emitiendo tarjetas de racionamiento para alimentos, importando medicinas y preparando el almacenamiento de combustible de su mecenas Irán, dijeron a Reuters tres fuentes familiarizadas con los planes.
Las medidas, que responden a una grave crisis económica, supondrían una ampliación de los servicios prestados por el movimiento armado a su gran base de apoyo chiíta, con una red que ya cuenta con organizaciones benéficas, una empresa de construcción y un sistema de pensiones.
Las medidas ponen de relieve el creciente temor a una implosión del Estado libanés, en el que las autoridades ya no pueden importar alimentos o combustible para mantener las luces encendidas. Subrayan el creciente papel de Hezbolá para hacer frente a la emergencia con servicios que, de otro modo, proporcionaría el gobierno.
El plan coincide con la preocupación en el Líbano de que la gente tenga que depender de las facciones políticas para obtener alimentos y seguridad, de la misma manera que muchos lo hicieron en los días de las milicias de la guerra civil de 1975-1990.
En respuesta a una pregunta sobre los planes de Hezbolá, Leila Hatoum, asesora del primer ministro interino, dijo que el país “no está en condiciones de rechazar la ayuda”, independientemente de la política.
Las fuentes del bando pro-Hezbolá, que declinaron ser nombradas, dijeron que el plan para el peor de los casos se ha acelerado a medida que se avecina el fin de los subsidios en los próximos meses, aumentando el espectro del hambre y los disturbios.
La moneda libanesa se ha desplomado a medida que el país se queda sin dólares, sin que haya un rescate estatal a la vista. Los precios de los alimentos se han disparado un 400%.
Las peleas en los supermercados son ya habituales, así como la gente rebuscando en la basura. Esta semana, una pelea por paquetes de comida mató a una persona e hirió a otras dos.
El plan de Hezbolá ayudaría a proteger a sus comunidades -no solo a sus miembros, sino también a los residentes, principalmente chiíes, de los distritos que domina- de lo peor de la crisis, dijeron las fuentes. También podría contener cualquier inquietud entre sus principales partidarios, según los analistas.
Hezbolá, que con sus aliados tiene mayoría en el parlamento y el gobierno, no respondió a una solicitud de comentarios.
“Han comenzado los preparativos para la siguiente etapa… Se trata, en efecto, de un plan de batalla económico”, dijo una de las fuentes, un alto funcionario.
UNA RED DE GRAN ENVERGADURA
La nueva tarjeta de racionamiento, vista por Reuters, ya ayuda a cientos de personas a comprar productos básicos en la moneda local, en su mayoría artículos iraníes, libaneses y sirios más baratos con un descuento de hasta el 40%, subvencionado por Hezbolá, dijeron las fuentes.
La tarjeta -que lleva el nombre de un imán chiíta- puede utilizarse en las cooperativas, algunas de ellas recién inauguradas, de los suburbios del sur de Beirut y de las zonas del sur del Líbano donde Hezbolá ejerce su influencia. Las fuentes no dieron detalles sobre el presupuesto o los beneficiarios.
Hezbolá, una fuerza paramilitar financiada por Irán que los críticos calificaron en su día como “un Estado dentro del Estado”, se ha ido involucrando cada vez más en los asuntos del Estado libanés en los últimos años.
Washington, que considera a Hezbolá un grupo terrorista, ha intensificado las sanciones para cortar sus fuentes de financiación, entre las que se encuentran los cientos de millones de dólares que, según sus cálculos, recibe de Teherán cada año.
La financiación iraní mantiene a Hezbolá en mejor situación que muchos de los partidos del país, incluidos los que se oponen a su arsenal. Algunas facciones han entregado cestas de ayuda a sus comunidades de patrocinio, pero la red respaldada por Irán sigue siendo muy grande en comparación.
“Todos lo están haciendo… Pero el alcance de Hezbolá es mucho mayor y más poderoso, con más recursos para hacer frente a la crisis”, dijo Joseph Daher, un investigador que escribió un libro sobre la economía política de Hezbolá. “Se trata más bien de limitar la catástrofe para su base popular. Significa que la dependencia de Hezbolá en particular aumentará”.
Y mientras Hezbolá da tarjetas de racionamiento, el Estado, vaciado por décadas de injertos y deudas, lleva casi un año hablando de la idea de una tarjeta de este tipo para los libaneses pobres sin actuar.
Los ministros han dicho que la necesidad de la aprobación parlamentaria ha estancado el plan del gabinete para las tarjetas.
OSCURIDAD Y HAMBRE
La semana pasada se difundieron por el Líbano fotos en las redes sociales de estantes apilados con productos enlatados, al parecer procedentes de una de las cooperativas de Hezbolá.
Fatima Hamoud, de 50 años, dijo que la tarjeta de racionamiento le permite comprar una vez al mes granos, aceite y productos de limpieza para un hogar de ocho personas. “Ellos saben que estamos en mala situación”, dijo. “Sin ellos, qué habríamos hecho en estos tiempos difíciles”.
Una segunda fuente chiíta dijo que Hezbolá ha llenado los almacenes y ha lanzado las tarjetas para ampliar los servicios fuera del partido y tapar las lagunas del mercado libanés, donde las alternativas baratas son más comunes que antes de la crisis.
Dijo que la tarjeta ofrece una cuota, basada en el tamaño de la familia, para necesidades como el azúcar y la harina.
Los productos son respaldados por Hezbolá, importados por empresas aliadas o introducidos sin tasas aduaneras a través de la frontera con Siria, donde las fuerzas de Hezbolá tienen un pie desde que se unieron a la guerra para respaldar a Damasco junto a Irán.
La fuente añadió que Hezbolá tenía planes similares para la importación de medicamentos. Algunos farmacéuticos de los suburbios del sur de Beirut dijeron que habían recibido formación sobre las nuevas marcas iraníes y sirias que aparecieron en los estantes en los últimos meses.
Dos de las fuentes dijeron que el plan incluía el almacenamiento de combustible procedente de Irán, ya que el Ministerio de Energía libanés advierte de un posible apagón total. El alto funcionario dijo que Hezbolá estaba despejando el espacio de almacenamiento de combustible en la vecina Siria.
“Cuando lleguemos a una etapa de oscuridad y hambre, verás que Hezbolá recurrirá a su opción de respaldo… y esa es una decisión grave. Entonces Hezbolá sustituirá al Estado”, dijo el alto funcionario. “Si llegara el caso, el partido habría tomado sus precauciones para evitar un vacío”.