China ha hecho sorprendentes afirmaciones sobre el ensayo de “comunicaciones fiables” durante múltiples pruebas de vuelo hipersónico, más de un año después de propulsar su primer misil hipersónico que dio la vuelta al mundo en julio de 2021.
China probó un vehículo hipersónico con capacidad nuclear que dio la vuelta al mundo antes de dirigirse a un objetivo en julio del año pasado, una prueba que conmocionó al mundo occidental. En aquel momento, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Mark A. Milley, describió la prueba como “muy cercana a un momento Sputnik” para los planificadores militares estadounidenses.
Más allá de su capacidad hipersónica inicial, que inquietó a Occidente, los investigadores de Pekín han afirmado ahora que fueron capaces de establecer comunicaciones terrestres “altamente fiables” durante los vuelos de prueba de las armas hipersónicas, informó el South China Morning Post.
Según los científicos del Laboratorio de Ciencia y Tecnología en Física Espacial, el sistema podría permitir al control en tierra mantener una comunicación constante con un vehículo hipersónico mientras vuela a gran altura a velocidades de hasta 20 veces la del sonido.
En un informe sobre sus hallazgos publicado en la revista china Missiles and Space Vehicles el 10 de agosto, el jefe del equipo, Li Bin, lo calificó de “gran avance”.
El avance significa que los científicos chinos podrían evitar el apagón de comunicaciones que se produce cuando los objetos artificiales -como los misiles balísticos y las cápsulas de reentrada- alcanzan la velocidad hipersónica en la atmósfera.
Investigaciones anteriores realizadas por otro equipo de investigadores chinos habían afirmado que un arma hipersónica podría conectarse con los objetivos y localizarlos utilizando la tecnología 6G, evitando algunos de los problemas de apagón que surgen a una velocidad cinco veces superior a la del sonido o más, como informó anteriormente EurAsian Times.
¿Es posible el control en tierra de un misil hipersónico?
Según las pruebas realizadas por el equipo de Bin, una red de comunicación de alta frecuencia formada por estaciones terrestres, satélites en órbita y buques marítimos podría utilizarse para superar el apagón de comunicaciones con un misil hipersónico.
La red permitiría transmitir en tiempo real los datos recogidos por los sensores de una plataforma hipersónica.
Según los investigadores, el alcance global de la red significa que los militares podrían utilizarla para recopilar información o lanzar ataques precisos contra objetivos en cualquier parte del mundo. Además, permitiría a los mandos poner fin a una operación en cualquier momento pulsando el “botón de matar”.
Es pertinente señalar que los misiles hipersónicos, que viajan a cinco veces la velocidad del sonido, son casi imposibles de interceptar debido a su trayectoria impredecible, a diferencia de los misiles balísticos.
Estados Unidos ha sentido el calor de las capacidades hipersónicas chinas y rusas y está trabajando en un sistema de defensa contra misiles hipersónicos.
El teniente general Chance Saltzman, de la Fuerza Espacial, dijo el año pasado que un sistema de lanzamiento en órbita fraccionada podría permanecer en órbita durante un período más prolongado, lo que significa que el arma hipersónica china podría permanecer en el espacio durante más tiempo, poniendo en peligro los activos estadounidenses en caso de enfrentamiento.
Ahora, con la comunicación establecida por China, el misil hipersónico puede convertirse en una preocupación mayor para Estados Unidos. “Después de múltiples vuelos de prueba, se han establecido capacidades de comunicación de medición y control altamente fiables, adecuadas para condiciones de vuelo de alta velocidad en el espacio cercano.
“Ante un problema como un fallo en el vuelo del misil, el centro de mando en tierra debe enviar instrucciones de control de seguridad al vehículo en tiempo real para garantizar que se estrelle en una zona predeterminada o se autodestruya”, señala el equipo en el documento.
Es imperativo examinar cómo los investigadores chinos lograron hacer esto, si es que lo lograron.
Superar la barrera negra
La vaina de plasma, una fina capa de partículas extremadamente calientes y cargadas eléctricamente que emergen en la superficie de la nave a velocidad hipersónica, provoca el apagón de las comunicaciones. Como el radar terrestre no puede identificar y fijar un objetivo hipersónico, el problema se denomina “barrera negra”.
Según el informe, las turbulencias dificultan el seguimiento y la previsión del comportamiento de estas partículas, que reflejan, absorben y distorsionan las ondas de radio.
El control de vuelo de las armas hipersónicas chinas se realiza principalmente en la banda Ka de alta frecuencia del ejército. Sus señales tienen un haz más potente que puede penetrar la barrera del plasma. El equipo de Bin también descubrió que una punta puntiaguda en la parte delantera del arma podría adelgazar la envoltura de plasma y mejorar la comunicación.
Crearon una “punta de refrigeración por transpiración” capaz de soportar el vuelo a alta velocidad. Como agente de transpiración se utilizó un líquido o un gas que contiene sustancias electrófilas. Según el artículo, este spray reduce la temperatura y la densidad de electrones de la vaina de plasma.
Para aumentar la potencia y la estabilidad de las transmisiones, los científicos redujeron el número de componentes metálicos en el aislamiento del arma y colocaron la antena primaria hacia su parte posterior.
También investigaron la tecnología de semiconductores de nitruro de galio (GaN) para la comunicación hipersónica. Descubrieron que el empleo de GaN en el amplificador de potencia de la banda Ka podría ayudar a resolver la tensión entre la potencia de transmisión y el consumo de energía.
Con estaciones base en África, Sudamérica y el norte de Europa, China ha construido una de las mayores redes de comunicación del mundo. Los satélites de retransmisión y los barcos de seguimiento de señales amplían la cobertura a regiones aisladas como los océanos Ártico y Pacífico.
Según el artículo, un número considerable de vuelos de prueba reveló que la red permitía establecer la comunicación del arma hipersónica en 0,8 segundos. Los investigadores afirmaron que, aunque el vuelo hipersónico generaba ruido y existía la posibilidad de que se produjeran interferencias, habían utilizado algoritmos robustos para garantizar la transmisión de los datos correctos.