Los aviones de guerra de nueva generación dan lugar a historias interesantes. Estas maravillas tecnológicas suelen centrarse en la lucha contra los malos actores y los adversarios cercanos, como Rusia y China. Tienen nuevas y robustas capacidades que dejan a los observadores boquiabiertos. Tienen animadores en la Fuerza Aérea, en el Pentágono y en el Congreso. Y mantienen la atención de los aficionados a la guerra. Pero, ¿son realmente necesarias?
Ahorrar dinero invirtiendo en plataformas heredadas
Pero, ¿qué pasaría si el músculo financiero que hay detrás de estos nuevos aviones, como el caza Next Generation Air Dominance (NGAD) de Estados Unidos y el Tempest Future Combat Air System (FCAS) del Reino Unido y otros tres países, pudiera simplemente reorientarse hacia los aviones de guerra heredados como el F-35? El dinero destinado a las nuevas plataformas podría reprogramarse para comprar más Lightning II. Así, los aviones de 6.ª generación ni siquiera serían necesarios en algunos escenarios.
Cazas furtivos de 6.ª generación: El NGAD tiene un choque de pegatinas
Estas preocupaciones sobre los costes son válidas. El precio del F-35 es de al menos 85 millones de dólares, pero se espera que el NGAD sea mucho mayor por avión. Incluso el secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, admite que el coste del NGAD es prohibitivo. “Esta es una cifra que va a llamar su atención, pero estamos hablando de precios que son múltiples cientos de millones de dólares para el NGAD de forma individual”, dijo Kendall al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes (HASC) en respuesta a una pregunta de un miembro a principios de esta primavera.
El Tempest FCAS necesita una inversión de alto coste
Mientras tanto, el Tempest FCAS se encuentra todavía en su fase conceptual, pero el gobierno británico ya ha invertido 340 millones de dólares en el programa y eso es solo para fines de investigación y desarrollo.
Caza furtivo de 6.ª generación: ¿Podrá estar a la altura de las circunstancias?
El entusiasmo por el caza FCAS Tempest es palpable. Se supone que el avión podrá surcar los cielos en los próximos cinco años. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas británicas, Sir Mike Wigston, ha visto la luz.
“Estamos adoptando un enfoque revolucionario, contemplando una mezcla de drones en enjambre y aviones sin tripulación, así como una plataforma pilotada de nueva generación. Tempest no es solo hardware. Se trata de las armas, los sensores, su conectividad con el espacio de batalla y el modo en que se mueve la información en su red. Tempest explotará nuestra base industrial de categoría mundial, combinando nuestras mentes más brillantes con formas de trabajo digitales”, declaró Wigston a Chris Pocock de AIN Online en 2021.
Tempest será un creador de empleo
El Tempest FCAS creará miles de puestos de trabajo en Inglaterra y Escocia en los próximos años y también cuenta con contratistas de defensa de Italia, Japón y Suecia dispuestos a contratar. No se puede ignorar el impacto en el desarrollo económico de los costosos aviones. Pero el F-35 es una fuerza económica por derecho propio. El F-35 ha creado directa o indirectamente 250.000 puestos de trabajo en 45 estados, según informó Bloomberg.
¿Qué significa la sexta generación?
Los aviones de guerra de sexta generación tienen características muy sigilosas, radares y sensores avanzados y un vuelo supercrucero que ahorra combustible. Disponen de inteligencia artificial, la capacidad de ser tripulados o no, y combinan drones leales de ala como parte de una familia de sistemas.
China y Rusia tienen sus propios cazas de quinta generación, como el Sukhoi Su-57 y el Chengdu J-20. Estados Unidos y Gran Bretaña esperan adelantarse a esos aviones y superar a Moscú y Pekín con el NGAD y el Tempest FCAS.
Pero el F-35 ya es un programa global
Por otro lado, hay ocho ejércitos internacionales asociados al programa del F-35 y otros seis países que actualmente vuelan el Lightning II. Tres ramas de servicio en los Estados Unidos los operan. Los ejércitos asociados están entusiasmados con el F-35 y a menudo piden más después de los acuerdos de compra iniciales. Por ejemplo, Israel domina su vecindario con sus F-35. Los israelíes tienen 33 Lightning II con un pedido adicional de 17 para 2024. Israel realmente no necesitaría un caza de sexta generación.
Los cazas furtivos de sexta generación son un buen contenido mediático. Son emocionantes, con capacidades cada vez mejores, dependiendo de los avances de la tecnología aeronáutica en la década de 2030. Pero estos aviones del futuro son caros y a veces solo suponen avances incrementales sobre capacidades ya probadas. ¿Ha llegado el momento de replantearse totalmente las propuestas de valor de los aviones de guerra de sexta generación? No necesariamente, pero hay que tener en cuenta que los aviones que ya están en el inventario pueden tener todo lo necesario para controlar los cielos.